Capítulo 3
—Dallas, no hace falta que me acompañes hasta la puerta. En serio —Irina intentaba reprimir una sonrisa, pero al final tuvo que esbozarla al ver la súplica en el rostro de Dallas.
—Quiero hacerlo. No me cuesta nada.
—Si lo que quieres es ligar con alguna chica de la escuela, te aseguro que no lo lograrás sin al menos tres años de baile moderno.
El joven sonrió y un par de pequeños hoyuelos se asentaron en sus mejillas
—Con mi cara, ¿quién necesita bailar?
Irina lo golpeó con el neceser.
—Niñato creído —murmuró.
Lo miró durante un segundo, contemplando su sonrisa y deseando que rompiera el silencio deseándole suerte o algo por el estilo, pero en cambio Dallas silbó por lo bajo.
—Ahora que lo dices... a lo mejor sí que debería aprender a moverme un poco, si entrara en esta academia, seguramente no me aburriría...
Unas chicas lo miraron con interés y sonrieron tontamente, él sólo las observó en silencio.
Irina rodó los ojos. Siempre igual, aún quedaba bastante hasta que Dallas madurara y dejara de comportarse como un chimpancé, pero empezaba a sospechar que, con más de diecinueve años, ya había llegado a su tope.
—Bueno Dall... Debería ir entrando.
Ambos sonrieron.
—Creo que eso quiere decir que me vuelvo a quedar solo...
—Has tenido cinco días para hacerte a la idea. Te ha dado tiempo a buscarte a un colega.
—O una colega —propuso él.
Irina sonrió y se acercó a él, dejando la gran bolsa de viaje en el suelo. Se dieron un torpe abrazo durante el cual ella deseó que Dallas no pudiese notar lo mucho que quería prolongar el contacto.
—Pórtate bien, Stahl —aconsejó el joven al verla alejarse.
—Nos vemos el viernes —repuso ella.
Y con una mirada algo desilusionada, Irina contempló cómo él se iba de nuevo. Como si nada.
—¡Hola! —April se acercó a ella rápidamente. Estaba claro que su etapa tímida había quedado muy atrás.
—April, hola —saludó Irina más pausadamente.
En su mano llevaba un papel con las indicaciones de cuál sería su nuevo cuarto, pero la verdad es que en esa escuela tan grande no terminaba de aclararse... al menos había conseguido llegar hasta la parte de los cuartos femeninos.
—¿Sabes ya cuál es tu habitación?
—Ehm... aún estoy buscándola...
—Puedes dejar tus cosas en mi habitación. Dentro de diez minutos comenzará el discurso y será mejor que no lleguemos tarde.
—¿Discurso? —Irina se sentía realmente desorientada a esas alturas—. ¿Hay un discurso? Pensé que a estas horas sólo tendríamos que acomodarnos.
—¡El discurso de bienvenida! —dijo como si fuera obvio—. Y la verdad es que... las clases comienzan hoy mismo.
—¿Cómo? Pero si nos hemos instalado...
Tras un suspiro, April agarró de la mano a Irina y la condujo a su habitación para después arrastrarla hacia un largo pasillo.
—Ven, nos lo explicarán todo en el discurso —alegó como única explicación.
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Dance, sólo baila.
Teen FictionIrina es una joven de dieciocho años que ha escapado del infierno de su casa para tener una oportunidad en la academia de baile más exclusiva del país. Lleva años enamorada de Dallas, pero todo se verá alterado cuando conozca a Ian, su nuevo compañe...