Capítulo 12.

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Capítulo 12.

La clase de danza contemporánea comenzó justo en el momento en el que Ian entró por la puerta.
Había estado hablando con Ivanna durante un rato y, aunque no le había contado lo ocurrido con Irina, se había mostrado muy paciente y comprensiva, intentando aconsejarle.
Para sorpresa de Ian, al contarle la encrucijada en la que Orlando los había puesto, Ivanna le había animado a seguir con Irina como pareja.
Ian lo había pensado durante unos segundos y finalmente había decidido que quizá eso era lo mejor. Para Irina ese beso no significaba nada y cuanto antes lo asumiera, sería mejor.

El chico cerró la puerta y observó al resto de los alumnos. Era una clase de 1º y 2º curso, así que no tardó ni unos segundos en localizar a Irina. Era como si simplemente ya supiera dónde buscarla.
La joven se encontraba realizando estiramientos con la pierna derecha apoyada en una barra a la altura de la cadera.
Llevaba puesto un top deportivo blanco y unos leggins oscuros, moldeando perfectamente su cuerpo. Estaba escuchando música con los cascos, como intentando relajarse, pero aun así parecía nerviosa y había mirado a la puerta durante cinco minutos hasta que por fin Ian había entrado en la sala.

Irina sintió su corazón pararse completamente cuando vio la cabellera rubia de Ian acercarse hacia ella. Estaba convencida de que Ivanna le habría contado ya que April y ella estaban en su armario, escondiéndose de él.

Su pulso comenzó a latir muy rápidamente, y pensó que le iba a dar un ataque cuando Ian llegó hasta su posición y se quedó parado frente a ella, mirándola.
Lentamente Irina se quitó los cascos y suspiró.

—Escucha Ian, mira yo...

—Espera —la interrumpió él, suavemente— te debo una disculpa; no sé qué coño me ha hecho actuar así, pero me he portado mal contigo y tú solamente querías lo mejor para nuestra pareja de baile. —El chico tomó aire—. Desde que te conocí he sido un poco... idiota contigo, pero creo que simplemente me agobió descubrir que de pronto estaba unido a una chica a la que ni siquiera conocía...

Irina cerró la boca, sin poder creer lo que estaba escuchando. ¿Podía ser posible que Ivanna no le hubiera dicho nada de lo que había visto? Las palabras de Ian sonaban sinceras, Irina sabía que en caso de haberse enterado, la conversación estaría siendo muy distinta en ese momento. De pronto no sabía qué decir, pero Ian continuó hablando.

—He estado pensando y, bueno, las reglas de la academia son claras: no podemos cambiar de pareja y, aunque sí pudiéramos, no quiero hacerlo. Quiero que lo intentemos... si tú quieres, claro.

—Claro... —susurró ella, aún confusa.

Ian sonrió e Irina sintió su pulso acelerarse al ver lo extremadamente sexy que era él, pero cuando se quedó realmente anonadada fue cuando Ian se adelantó unos centímetros y la estrechó entre sus brazos, haciéndole sentir su fuerza y calidez.
Él olía tan bien que, durante unos segundos, su mente se quedó completamente nublada.

—¿Amigos? —le preguntó él, al separarse.

—Amigos —convino Irina.

Y por primera vez en las semanas que llevaba en la academia, Irina se sintió feliz.

***

La clase terminó y todos los alumnos comenzaron a salir aceleradamente de la sala, dirigiéndose hacia sus próximas clases o hacia sus habitaciones para poder descansar durante un rato.
Irina recogió sus cosas tranquilamente, hasta que fue la única persona que quedó en la habitación.
Tenía una pequeña sonrisa dibujada en el rostro, y aún estaba preocupada por lo que había ocurrido en la habitación de Ian, pero a la vez se sentía extrañamente contenta al recordar las palabras del chico al confesarle a Christian lo que había sentido cuando se besaron y cómo la había abrazado hacía dos horas al disculparse por todo lo ocurrido.

Dance, sólo baila.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora