Capítulo 5
Un portazo hizo que Ian se sobresaltara y cerrara el ordenador portátil de golpe.
—¿Todo bien?
Un segundo después, su compañero entró en la habitación que ambos compartían. Christian parecía echar chispas por los ojos y estrelló su mochila contra la primera pared que encontró.
—De maravilla —bufó el chico.
Ian se levantó de su cama y se puso frente a él, aguantádose la risa.
—No estaba tan buena como creías, ¿no?
—Si sólo fuera eso...
¿Qué podría pasarle a Christian para entrar a la habitación hecho una furia justo el primer día de clase tras compartir la primera hora con su nueva compañera?
—¿Baila mal? —insistió mientras cogía un refresco de unos de los escritorios—. O no habla nuestro idioma... ¿italiana, verdad?
Christian se tiró encima de su cama y tardó unos segundos en contestar.
—Ian... ¡es un jodido tío!
—¿Un tío? ¿No se llama Stefanie?
—¡Se llama Stefano, joder! ¿Qué voy a hacer ahora?
Ian dio un largo trago al refresco y lo dejó en el escritorio antes de volver a coger el portátil.
—No sé... no debe de ser tan malo, el año pasado Marcus también estuvo con un tío y estuvieron cerca de ser la mejor pareja.
—Pero no lo fueron porque antes estabais tú e Ivanna, un chico y una chica. ¡No dos maromos!
Ianrió por lo bajo. Sabía que Christian no iba a aceptarlo y que intentaría librarse del italiano durante todo el próximo año... y quizá lo conseguiría...
Christian era muy terco, sí. Era su mejor amigo y la verdad era que le proporcionaba bastantes ventajas. Cuando él pasaba de todo, Christian siempre hacía algo que al final los beneficiaba a los dos y a pesar de ese cinismo gigante y los ligoteos absurdos, Christian era la mejor persona que conocía. Seguro.—¿De qué te ríes tú, rubia? —Ian esquivó el balón de fútbol que le lanzó Chris y que estaba destinado a impactar en su cabeza—. ¿Tu chica es perfecta, o qué? Porque superar a Ivanna es difícil, tenía un cul...
—Déjalo. Es una tía normal —murmuró molesto.
—¿Normal? ¿Sólo eso?
—Sí —bufó—, sólo eso.
Christian apreció el cambio en Ian y decidió dejarlo en paz, ya que sabía que por ese camino no conseguiría nada de él.
***
—¿Qué tal te ha ido?
—Ni me lo recuerdes.
Irina se quitó la chaqueta y la dejó sobre la cama de April. Vio sus maletas, tendría que llevarlas a su habitación para no causar más molestias a April.
—Eso es malo. ¿Qué te ha parecido Ian? Dicen que es un borde de cuidado, pero siempre está rodeado de gente así que no creo que sea tan malo como lo pintan.
Lo que faltaba, April y sus datos interminables hundiendo un poco más a Irina en su desesperación por haber acabado su relación con Ian antes de haberla comenzado.
—No quiere ser mi pareja. Sólo saben hablar de Ivanna.
—¿Saben?
—Él y el profesor de clásico... Orlando, creo.
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Dance, sólo baila.
Dla nastolatkówIrina es una joven de dieciocho años que ha escapado del infierno de su casa para tener una oportunidad en la academia de baile más exclusiva del país. Lleva años enamorada de Dallas, pero todo se verá alterado cuando conozca a Ian, su nuevo compañe...