Dance, sólo baila.

Capítulo 13.

Capítulo 13.

Meses después...

La puerta se abrió y April entró repentinamente en la habitación.
Irina, tumbada en la cama, alzó la vista de su libro para saludar a su amiga, pero luego siguió leyendo sin volver a mirarla.

Inesperadamente, April se lanzó a la cama de su amiga e Irina, finalmente, cerró su libro algo molesta.

—¿Qué paaaasa?

—Tengo que decirte una cosa.

Suspirando, dejó el libro sobre la mesilla de noche y se estiró, perezosamente.

—Soy toda oídos.

Febrero estaba a punto de llegar, habían pasado meses desde lo que había ocurrido con Dallas, con Ian y con Ivanna. Irina no había vuelto a hablar sobre ningún chico desde entonces y esto le dolía bastante a April, que quería que su amiga estuviera feliz.

—Soy la nueva pareja de baile de Christian.

Irina abrió la boca con sorpresa, ¿cómo podía ser? Las normas eran claras, la causa del cambio de pareja tenía que ser importantísima, casi grave u ordenada por los profesores...

—¿Qué? Osea... ¿Cómo?

La muchacha se mordió el labio inferior mientras entornaba un poco sus rasgados ojos, confiriéndole un aspecto infantil.

—Stefano no puede seguir bailando, se ha lesionado.

Irina le dio un golpe amistoso en el hombro a su amiga.

—Y tú te alegras, ¡serás...! —exclamó bromeando entre carcajadas.

—Bueno, ¿cómo no voy a alegrarme de... —miró tímidamente a Irina— ser la pareja de baile de mi novio?

Irina se quedó petrificada un segundo, observando a April, sorprendida, y acto seguido la abrazó. Estaba muy emocionada por la noticia que le acababa de dar su amiga.

—¿Novio novio? ¿Estáis saliendo? ¿Te lo ha pedido?

April asintió con la cabeza, aunque decidió hacer un apunte.

—Sinceramente, se lo he pedido yo. ¡No me iba a quedar esperando!

Irina la abrazó, ¡estaba tan contenta! Christian era un chico excelente y April una de las mejores personas que había conocido nunca. Hacían una pareja estupenda y, sinceramente, llevaban gustándose casi desde el primer momento en el que se habían conocido.

La chica no pudo evitar acordarse de Ian en ese momento. Era cierto que lo que había ocurrido con Dallas le había hecho mucho daño y le había arrebatado muchas horas de sueño, pero finalmente, había llegado a preguntarse si todo eso merecía la pena.
Había estado años tras él, esperándole como una madre espera a sus hijos pequeños, y al fin y al cabo no le había servido de nada...

Pero Ian... oh, Ian era otra historia. Él había estado semanas fingiendo que prácticamente no existía, pero a la vez habían tenido conversaciones tan intensas... y luego, de pronto, se habían besado y ella había oído (metida en su armario) que había una posibilidad de que le gustara... y eso había sido como un huracán de ideas en la cabeza de Irina.

Por una parte había sentido que no podría olvidarse de Dallas así como así, pero a la vez también sintió una llamarada de pasión al imaginarse que algo pudiera suceder con Ian...

Pero entonces llegó Ivanna, y por segunda vez, pisoteó las ilusiones que ella hubiera podido albergar de recuperarse completamente de lo de Dallas e intentar algo con Ian.