Irina es una joven de dieciocho años que ha escapado del infierno de su casa para tener una oportunidad en la academia de baile más exclusiva del país. Lleva años enamorada de Dallas, pero todo se verá alterado cuando conozca a Ian, su nuevo compañe...
Los labios de Ian eran suaves y él, a pesar de acabar de hacer deporte, olía peligrosamente bien. Su mano bajó hasta situarse en su cintura. Sus labios se acariciaban frenéticamente, y la lengua de Ian invadía sin ningún pudor su boca, succionando, mordiendo... Ian no pensaba perder esa oportunidad, no esperaba una respuesta así por parte de ella, habría esperado una bofetada o una patada en sus partes nobles, pero en su lugar, Irina se estaba derritiendo literalmente en sus brazos, y eso era demasiado placentero.
La presión del abrazo de Ian se hizo más suave, y eso alertó a Irina de lo que estaba haciendo. Con un violento movimiento se apartó de él, dejando a Ian aturdido un momento.
La respiración de Irina era acelerada. Demasiado. Eso no pasó desapercibido a Ian, que de nuevo intentó volver a acercarse, pero ella se apartó de nuevo, y esta vez abandonó la sala.
Ian se quedó solo, con todo su cuerpo recordando lo que acababa de pasar. Casi no recordaba cómo era besar a Irina, la tormenta de emociones que se sentían, su cuerpo pequeño y cálido amoldándose al suyo, sus dulces labios...
—Mierda... —murmuró el chico para sí mismo, pero no pudo evitar sonreír con triunfo.
***
—¿Que has hecho qué? —Christian no se lo creía.
—¡La he besado!
Su amigo se levantó de la cama y, con cuidado de no romper nada, hizo el pino con sólo una mano, mientras se reía sin parar. Cuando volvió a estar con los pies en el suelo se acercó a Ian y chocó los cinco con él.
—Eres grande, rubia. Has superado definitivamente tu miedo a las chicas guapas.
—No es miedo es...
—¿Amor? —Christian se carcajeó fuertemente, pero al ver que su amigo no hacía lo mismo, lo miró con gesto de gravedad—. ¿Es amor?
—No, imbécil. A ver... es... Algo distinto, es algo que no había sentido hasta ahora.
Su amigo le palmeó la espalda.
—Espero que ese "algo distinto" quiera decir que es algo bueno también.
Ian sonrió, con optimismo.
—Sí, creo que sí. Aunque se haya ido tan rápido, sé que le gusto... tendrías que ver cómo se le pone la piel de gallina cada vez que la toco.
—¿Vas a ponerte muy gráfico? Te advierto de que no quiero escuchar un relato pornográfico sobre la mejor amiga de mi novia.
Ian ignoró a su amigo, estaba eufórico, veía todo con mucha más luz ahora. Tener a Irina sería importante... y difícil, pero merecería la pena, estaba seguro.
***
—Oh, por Dios, deja de ser tan explícita con los detalles pornográficos... ¡es el mejor amigo de mi novio!
April notaba cómo la mirada de Irina se iluminaba cada vez que hablaba de Ian y de lo que había ocurrido apenas unos minutos antes en su clase. Estaban en su habitación, sentadas cada una en su cama mientras Irina comentaba una y otra vez cada uno de los detalles.
—Es que ha sido... ¡parecía una escena romántica de un libro!
—Entonces no lo dudes, Irina. Intenta guardarte a ese rubio para ti sola...
Irina miró al suelo, desanimada de nuevo.
—No puedo, está Ivanna... le dirá lo del armario si me ve con él.
—Salid a escondidas —sugirió April.
Irina negó con la cabeza.
—No voy a hacerle eso a Ian, se merece saber la verdad y estar juntos a escondidas sólo supondría más mentiras... eso no es lo que quiero.
April se levantó de su cama y se sentó en la de su amiga, mirándola con total sinceridad y dulzura.
—Irina, llevas meses opaca, apagada. La única vez que pude ver este brillo en tus ojos fue cuando salimos del armario de Ian y Christian y tú sabías que a él le gustabas. Si te soy sincera, creo que sientes algo por Ian desde mucho antes del beso, me parece que ya sentías algo por Ian incluso cuando era Dallas tu príncipe de colores —April tomó aire—, y me niego a que esa zorra te diga lo que tienes que hacer simplemente porque ella no consigue tener una sola mirada de Ian. Ella es una perra y tú, en cambio, eres una señorita y una buena persona.
Irina rió por el lenguaje que siempre utilizaba su amiga.
—¡Es verdad, Irina! Ella es igual de zorra que cualquiera de las personas que van con ella, incluyendo a mi hermana. Pero eso es lo único que ella tiene: maldad y, si acaso, un poquito poquito poquito de talento. Tú tienes pasión y no, ¡no te estoy tirando los tejos!
Irina abrazó a su amiga, sintiendo que el remolino de sensaciones estaba a punto de sacarle algunas lágrimas.
—¿Paso de esa imbécil?
—Decidido, ignoremos a esa tiparraca.
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¡Hola chicas! ¿Cómo estáis? Muchísimas gracias por vuestros votos, mensajes y comentarios, me hacen muy muy muy feliz. A partir de ahora digamos que empieza una nueva parte de la historia.
Espero poder actualizar cuanto antes, ¡pero no os imagináis cuánto lío tengo ahora mismo! Mañana mismo me voy a Francia, y no acabo los exámenes hasta dentro de un par de semanas (y además estoy escribiendo una nueva novela). Así que espero sacar un huequito dentro de poco, hasta entonces os recomiendo leer mi novela "Noche de Fuego", que la tenéis por mi perfil.
Y, muchos besos a ChiioBelen, Merliablumer, Belieberheavy, Hotarubi86 y Gemmafont_ por ayudarme a saber qué opinan gracias a sus comentarios.
