Capítulo 16.
Ian había estado esa misma mañana con Irina, habían compartido juntos dos horas de clase, pero aun así sus conversaciones no habían podido ser demasiado profundas aún.
¡El señor Hassel se ponía furioso cada vez que cruzaban una palabra y eso hacía que perdieran un compás de la música!Le habría gustado, más que nada en el mundo, poder decirle: "¿te veo luego?" justo al acabar la clase, pero tenía que reconocer que no se había atrevido. ¿Qué demonios habría hecho si la respuesta hubiera sido un seco "no"?
No, no habría podido soportarlo. Se estaba ilusionando demasiado con esa chica, no sabía a dónde podría llegar eso.De todas formas, se dijo Ian, tampoco tenía mucha importancia puesto que dentro de cinco minutos podría hablar con ella tranquilamente.
No se había preparado ningún discurso, como habría sido lógico, porque para Ian las palabras eran casi un impedimento, él nunca se había llevado bien con ellas.
Haría y diría lo que le saliera de dentro en ese momento, sin florituras ni artificios. Simplemente siendo él.Cuánto había cambiado todo desde la primera vez que la vio, ¡ni siquiera le había agradado! Había sido esa noche cuando todo había ocurrido... por primera vez la había visto como realmente era: frágil y... hermosa.
No, desde luego que prefería cortarse la lengua antes que decirle a Christian que opinaba que Irina era hermosa. Esa palabra se iría con él a la tumba.Cerró la puerta de su habitación, dirigiéndose al lugar en el que había quedado con Irina. Caminaba despacio por el pasillo, le sudaban las manos.
Maldición... ¿se estaba poniendo nervioso?Lo que ocurría realmente era que tenía miedo, auténtico pánico a que ella no apareciera. Se insultó a sí mismo mentalmente por haber optado por la absurda idea de una carta en vez de preguntarle directamente a ella...
Recordó que, casi desde el primer momento, estar con Irina en una misma habitación lo había puesto nervioso.
La primera vez que habían coincidido, solos, después de una clase con Orlando y los dos se habían dicho lo que pensaban el uno del otro, de manera muy poco amistosa...En esos momentos él había sentido su pulso acelerarse con cada palabra que ambos se decían, y no podía evitar admirar a Irina al contemplarla tan seria y centrada en el baile, como si nada más en ese mundo le importara... hasta que descubrió que existía algo más en el mundo que le importaba, y se llamaba Dallas.
Se quitó el pensamiento de la cabeza con rapidez, o al menos lo intentó, porque justo en ese momento se chocó con un cuerpo menudo y una larguísima melena morena.
—¡Ian! Qué placer verte, llevo días sin saber nada de ti.
Ian se sorprendió al ver a Ivanna, ¿era su imaginación o la chica nunca estaba en clase?
—He estado ocupado... perdona Ivanna, tengo prisa.
—Ah. —La joven asintió con la cabeza—. ¿Has quedado con Christian?
Ivanna sabía de sobra que no, puesto que no hacía más de cinco minutos que se había encontrado al atractivo bailarín de capoeira y street dance dándose el lote con la insulsa hermana de Hayley. ¿Cómo era posible que esa niña fuera la hermana de una chica tan refinada como Hayley?
—No —Ian dudó unos segundos de comentarle sus planes a Ivanna—, voy a pasar un rato con Irina.
—Ah —murmuró escuetamente Ivanna.
Se produjo un silencio incómodo durante apenas un par de segundos, pero Ivanna, que comenzaba a ver de qué se trataba el asunto, finalmente decidió intervenir para ganar algunos puntos.
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Dance, sólo baila.
Teen FictionIrina es una joven de dieciocho años que ha escapado del infierno de su casa para tener una oportunidad en la academia de baile más exclusiva del país. Lleva años enamorada de Dallas, pero todo se verá alterado cuando conozca a Ian, su nuevo compañe...