One in a Million

One in a Million (1)

Una nueva historia! :)

Espero que les guste.

Capitulo 1

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Jessica (foto)

El día era hermoso, no recuerdo el último verano que pasé en California. Hace tres años que había dejado este lugar, desde que mis padres se divorciaron y me mudé a Nueva York con mi madre. Solía pasar mucho tiempo el la playa. Podían pasar horas sin que me diera cuenta de lo que sucedía.

Mi madre es abogada, le gustan las cosas estables. Pero mi padre, por su parte, ama la pintura, le encanta la aventura y no muchas veces lo vi en casa.

Mi hermano mayor, James, ha vivido todos estos años con mi padre. Llevaba años sin saber nada de él. De vez en cuando llamaba a casa para hablar con mi madre, pero nunca tuve la oportunidad de hablar con él. Con el tiempo eso perdió importancia.

Llegué al aeropuerto como estuvo previsto. Recogí mis cosas y me dirigí a la puerta. Vi a un joven alto, cabello negro, ojos verdes y una sonrisa realmente encantadora. Iba vestido con una camiseta blanca y unos jeans negros. Era James. No había cambiado nada. A su lado estaba mi padre con una gran sonrisa en su rostro.

Me acerqué a mi padre.

-Hola papá- dije cuando estuve frente a ellos.

-¡Jessica, me da gusto tenerte con nosotros!- contestó dándole un gran abrazo.

-Hola, Jessica- me dijo James emocionado.

Volteé a verlo. Se parecía mucho a papá.

-Hola, James- contesté un poco cortante.

-Estoy feliz de que estés de vuelta, que lástima que mamá no viniera.- añadió con una sonrisa que no me pareció muy sincera.

De inmediato supe que no lo sentía. Nunca supe lo que le había pasado entre ellos dos. No parecía importarle que le pasara. La mayoría de las veces que le llamaba, eran, por lo general, fechas importantes.

No solía ser así, unos días antes de que nuestros padres pelearan, James, había dejado de hablarme. Como si supiera algo que no quería compartir con nadie. Intenté hablar con él pero lo único que conseguí fue que me tratara igual.

-Vamos a casa, debes estar cansada después del viaje.- comentó mi padre tomando una de mis maletas.

Nos subimos en el carro y todo el transcurso fue en silencio.

Me concentré en ver al exterior de la ventanilla. No recordaba muchas cosas, había cambiado mucho desde la última vez. Era completamente distinto a Nueva York, empezando por el clima, aquí hacia un calor infernal y allá llovía todos los días. Me agradaba Nueva York, pero nunca logré acostumbrarme a su clima. Me sentía cómoda con el de aquí, había pasado mucho más tiempo en California que allá.

Recuerdo que mi mamá me había dicho que mi padre se había mudado de su antigua casa. No podía imaginarme como sería la casa y ahora estaba camino a una casa que desconocía con dos personas que durante tres años no les importe, nunca mostraron interés en contactarme.

Después de media hora de camino llegamos a una casa a la orilla de la playa. Era de madera blanca y no era precisamente una casa pequeña. En la entrada se encontraban dos personas paradas. Una mujer morena de complexión delgada y un chico robusto que al parecer acababa de llegar.

-Ella es Katherine, vive con nosotros.- comentó James viéndome a los ojos.

-Ella es...- comencé a decir.

Si es la novia de mi padre no me importaría. No lo conocía lo suficiente como para formar parte de sus decisiones. Era su vida no la mía.

-¡Oh! no, no es lo que tu piensas, nos ayuda en la casa.- contestó mi padre.

-Y, ¿quién es él?.- pregunté viendo al chico que estaba parado a lado de un carro deportivo negro.

-El es Alex, el mejor amigo de James.- contestó.

Lo mire directamente, era un chico realmente atractivo. Tenía el cabello castaño, ojos grises y era alto. Era como los chicos con los que solía salir.

Nos bajamos del carro y nos dirigimos a la entrada de la casa.

-Hola, bienvenida Señorita.- dijo Katherine.

-Gracias, puedes llamarme Jessica.-contesté con una sonrisa.

Me volteé para ver a Alex, el amigo de mi hermano.

-Hola, soy Alex, mucho gusto de conocerte, tu debes ser la hermana menor de James.- dijo él estirando una mano hacia mí.

-Hola, me agradaría decir lo mismo.- contesté sin tomar su mano.

Me sentí mal al no tomarla, pero no planeo caerle bien, era mejor así. Lo deje parado en la entrada y continué caminando.

-Perdón Alex- se disculpó James.

Todo en el interior de la casa era tan distinto a lo que estaba acostumbrada. Los muebles eran totalmente lo contrario a los que tenía con mi madre.

Eran de un color beige. Eran realmente hermosos, no me esperaba algo distinto de mi padre. Recuerdo que cuando vivíamos todos juntos, siempre tuvo buenos gustos. Toda la casa estaba hermosa. No me sentía aún en casa, pero sabía que algún día me acostumbraría a verla de esa manera.

Katherine me mostró mi habitación. Era realmente grande, tenía un balcón de donde podía ver el mar perfectamente. Era hermoso.

Me quedé un momento observándolo hasta que decidí ponerme un traje de baño y meterme al mar.

Antes de que mi vida diera este gran giro, solía ser novia del capitán del equipo de natación. Yo era animadora del equipo de fútbol. El mar me traía muy buenos recuerdos. Me puse un biquini azul marino que quedaba a la perfección con mi color de piel.

Salí de la casa y me recosté en la arena. Me agradaba como se sentía los rayos de sol sobre mi piel. Me levanté y decidí meterme al mar. Hacia demasiado calor así que me pareció una buena idea hasta que comencé a adentrarme en él. El agua estaba realmente fría, pero eso no evita que me fuera más profundo en el mar. No me di cuenta que una ola me arrastro mucho mas allá de lo que esperaba. Estuve atrapada entre el agua sin poder respirar. Después de unos momentos todo se puso en blanco.

UN MES ANTES EN NUEVA YORK.

Era un día normal, Max, mi novio me había mandado un mensaje para vernos en su casa en la noche. Le había pedido permiso a mi mamá y a mi padrastro, los dos estuvieron de acuerdo. Eran las 8 de las noches e iba camino a su casa, habían luces prendidas pero nadie respondía la puerta, giré la perilla y la puerta se abrió. Vi como el piso estaba lleno de pétalos. Seguí el camino esperando encontrar a mi novio esperándome.

Lo que no esperaba era encontrarlo con mi mejor amiga en su recamara.