One in a Million

One in a Million (24)

--------------ANTES--------------
Anna estaba recostada en la cama con sus brazos al rededor del cuello de Alex mientras sus labios estaban unidos. Mi corazón dejo de latir.

-------------DESPUÉS----------

Lágrimas comenzaron a caer y lo único que podía hacer era observar como mi corazón se rompía con cada segundo que pasaba. Alex tenía sus manos sobre los hombros de Anna mientras que ella colocaba sus brazos entre su cabello acercándolo a ella. Ninguno de los dos tenía intención de alejarse, era como estar en un sueño del que no hay escapatoria.

Recordé a Max, mi ex novio. Habría jurado que Alex nunca llegaría a hacerme una cosa como él, pero al parecer le había equivocado. Los dos me había dicho que me amaban, y a ambos los había encontrado besando a otra chica. Tal vez el amor que sentí una vez por mi ex no se pudo haber comparado a como me había sentido con Alex. Pero, ¿qué se suponía que debía hacer?

Di media vuelta y salí caminando despacio del lugar, tan solo podía ver a Anna riéndose de mí, ella tenía razón. Alex aún sentía algo por ella y yo no pude borrarla de su vida. Jake me lo había advertido, chicos como Alex nunca cambian. Un jugador siempre sería jugador, por más que la situación cambie siempre regresara a ser lo que eran. Veía como enfermeras pasaban por mi lado y veían mi tristeza y me daban una sonrisa de apoyo.

Todo lo que estaba pasando era demasiado. Tan solo necesitaba alejarme de todos, nadie me necesitaba. Nadie me quería cerca. ¿Cómo seguir en California? No tenía a nadie aquí, la única persona con la que podría ir sería mi madre, lo cual me negaba rotundamente. No me importaba lo mucho que la necesitara o lo mucho que quisiera sentir en casa, no estaría cerca de una persona que lo único que ha hecho en esta vida es decir mentiras.

Salí del hospital y comencé a caminar por la calle, con cada paso que daba sentía que algo en mí faltaba, una parte de mí se había quedado aferrada a esa habitación de hospital, a esa persona que tal vez nunca sea capaz de valorarlo, pero ese no era el caso. Un dolor extraño comenzó a emerger en mi pecho, no sabía con exactitud que era pero no me importo. Continué caminando por la calle hasta que alguien tomó mi mano y un segundo después estaba en los brazos de alguien. Por el momento no me importó quien era, solo comencé a llorar. Una vez que pude tranquilizarme volteé a ver quien había ido a mi rescate y me vi frente a frente con Jake.

-¿Que... qué estas... haciendo....aquí? - le pregunté con la voz cortada por tanto llorar.

-Shhh... Siempre estaré ahí cuando me necesites... ¿a caso no te has dado cuenta ya? No me gusta verte de esta manera Jessy. - dijo mientras una de sus manos se colocaba en mis mejillas retirando las lágrimas que seguían cayendo. Me acerco nuevamente a él en un abrazo.

-Ellos... ellos estaban... - no podía decirlo en voz alta, todo era más doloroso.

-Lo se, los vi. No tienes que decirme, Jessy.Todo esta bien, ¿de acuerdo? yo estoy aquí. - lo abracé con fuerza, ahora más que nada necesitaba su apoyo.

*Alex*

Estaba en el hospital esperando a que saliera el medico de la habitación de Anna, me habría quedado adentro de no se que las enfermeras tuvieron que arrastrarme hasta la sala de espera. No quería alejarme de ella, quería estar seguro de que estuviera bien. No importaba que Anna y yo no tuviéramos nada que ver, había sido una parte importante en mi vida y verla de esta manera no era fácil.

Él medico había comentado que tendrían que darle unas puntadas a la herida que había causado el atacante. Al parecer todo estaría bien, no había tenido mucho tiempo de herirla, y eso era bueno. Querían dejarme fuera de la habitación para realizarle otro tipo de estudios para asegurarse de que todo estuviera bien.