Capítulo 15

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La adrenalina corrió por cada una de mis venas, mi corazón latía a mil por hora. Estaba lista para lo que fuera, si tenía que correr por mi vida podría hacerlo sin dudarlo. Estaba lista para enfrentarme a lo que tuviera que enfrentarme, ya no me importaba su origen o lo que fuera. Solo necesitaba respuestas y para eso debía de actuar rápidamente, estaba segura. Ahora tenía una enorme responsabilidad caer sobre mis hombros, pero tenía que ser lista si es que quería de verdad detenerlos.

En cuanto mi despertador sonó, yo ya estaba completamente vestida y lista para ir a la escuela. Tomé mis cosas y bajé corriendo a la cocina, tomé un sorbo de leche del cajón y grité a mi madre que ya iba a irme. Me monté en la vieja bicicleta de mi madre y pedaleé rápidamente. El cielo estaba tan nublado que no parecía ser temprano en la mañana. Solo era cuestión de unos minutos para que la tormenta se desatara. Diablos, como quería que se desatara un diluvio de proporciones bíblicas si eso significaba que esas criaturas se irían.

En un par de minutos ya la estaba encadenando a uno de los postes. De igual forma corrí hacia dentro del instituto y me dirigí hasta la biblioteca. Busqué una de las computadoras y busqué el tema que necesitaba, así que apunté los códigos de los libros y me dispuse a localizarlos en la red de pasillos.

- ¿Qué estoy buscando? — Me susurré. Me encontraba en medio del pasillo, mirando los anaqueles. Sostenía un libro que no se trataba más que una novela de fantasía. — ¿Qué esperaba encontrar? — Mordí mi labio inferior y di un paso hacia atrás después de colocar el libro de vuelta en su lugar. Con un mal sabor de boca y con desilusión tomé mi mochila del suelo y me la colgué de un hombro.

Tal vez no encontraría las respuestas en esa biblioteca, pero debía de encontrarlas de alguna manera. Las cosas no se podían quedar así y si estaba en lo correcto, ya había descubierto lo que tanto parecían ocultar.

Mi mente no paraba de pensar y de darle vueltas al asunto. Todo era improbable, pero mi parte racional ya había desaparecido y también estaba convencida que había tropezado con algo extremadamente peligroso. Y mientras más lo pensaba más me daba cuenta de que todo estaba conectado, que no podía ser una casualidad.

Las desapariciones, las muertes, todo eso había comenzado casi desde el momento en el que ellos llegaron al pueblo. ¿Cómo era posible que nadie los estuviera investigando? La evidencia era clara. Si en verdad eran lo que yo creía debían de estar matando a toda esa gente, lo que significaba que lo volverían a hacer. Nadie estaba seguro en ese pueblo y si yo lo sabía, no podía quedarme de brazos cruzados y mirar como más gente era masacrada con tanta malicia.

Para cuando salí de la biblioteca ya habían llegado varios estudiantes. Caminé por donde había pasado hace unos momentos, no tenía la intención de ir a mi primera clase, tenía la cabeza en otra parte y compartir la clase con una de esas... Criaturas no estaba en mi lista de quehaceres para ese día. No tenía claro lo que iba a hacer, solo estaba deambulando en contra de la marea de alumnos que estaban entrando en el edificio, cosa que me ganó varios golpes y empujones mientras trataba de abrirme paso.

Antes de llegar a la puerta principal, sentí algo demasiado extraño, todos los vellos se me erizaron como si hubiera una corriente de aire frío. Entonces alcé la vista y terminé de petrificarme. Alaric estaba justo adelante y parecía caminar sin ninguna preocupación.

Todo mi estómago se me revolvió de asco y mi corazón se me agolpó en la garganta, evitando la salida de vómito. Estaba parada frente a algo que no comprendía, pero que sabía perfectamente que no quería cerca. Tragué saliva y me armé de valor, la sangre me hervía. Caminé a zancadas hasta él y le tomé del brazo bruscamente. Aquel roce me llenó de una repulsión absoluta. No volteé a verlo en ningún momento, simplemente seguí caminando y jalándolo conmigo.

Transfusión | TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora