THE INMORTAL (Borrador)

Capítulo 6-2

- ''¿Dónde nos habíamos quedado en la historia?'' - dije levantándome de la cama y poniendome la bandeja del desayuno sobre mis piernas.
- ''En el que un joven apuesto, se queda con la chica y de repente la bruja mala se les aparece en la boda de ellos y delante de todos los invitados  les lanzó un hechizo, y hasta ahí te quedaste, porque mi padre nos interrumpió", dijo Catalina ansiosa por querer que le terminara de contar mi historia sin que ella se entere de los nombres de los personajes es el mío, el de Trinna y el de Cate.
- ''¡Ah! Ya recordé la parte siguiente del relato - añadi - La verdad es que el joven nunca se quedó con la damisela, ya que ese hechizo hizo para que tenga una enfermedad incurable que sólo el tiempo podría determinar sí, seguiría viviendo o sólo moriría en los brazos de su amado, pero pasaron los días y no moría su amada, y no podía seguir aceptando que sufriera y...
Me interrumpió Catalina terminando el relato según su versión e imaginación, diciendo:
- Y la mató y por eso la bruja, regresó y lo maldijo diciéndole que todos los seres queridos por el joven de la historia morirían y el lo tenía que ver morir y si intentará matarse, o mejor dicho suicidarse, no podría morir porque se cura rápidamente y viviría por todo una eternidad.
- '' Pues te equivocas en algo que yo he mencionado anteriormente, y es que no es una bruja es una hechizeros y te falta una cosa más en el relato, tiene que encontrar una daga hecha con un metal muy antiguo que sólo las brujas y hechizeras lo pudieran reconocer y ese sería su cura y le quitaría el hechizo de inmortalidad, sobre todo de ver morir a todos sus descendientes, y eso es toda la historia que me contaron , aunque se dice que el joven del relato aun sigue buscando esa daga que le quitaría la inmortalidad. Y fin del relato.
Llego el señor Cousteu a mi habitación trallendome, vendas nuevas, mis medicinas, un vaso con agua y una crema que me coloca antes de colocarme una nueva venda.
- '' Bueno Catalina, será mejor que prosigas con tus deberes, mientras que terminó de curarle sus heridas a este pobre hombre que no recuerda nada de su pasado y después lo dejaremos reposar, sin interrumpirle el sueño - dijo el señor muy calmadamente, se nota que el es un buen padre que le gusta dar cariño a sus hijos.
Pasaron tres semanas y Santiago Di Cerni, el delincuente que era mi misión atraparlo y llevarlo ante el Tribunal para que lo juzgaran, se encontraba ante mis ojos, por supuesto que yo, ya estaba recuperado del todo, pero decidí quedarme y ayudar en todos los quehaceres de este hotel, como forma de pago, por todo el cuidado y la atención que me dieron, además porque estaba esperando a que saliera de su escondite (hablo por Santiago).
Pero ahí estaba, no me reconoció con la barba crecida, ni el cabello largo, así que me decidí acercarme y empezar a hablarle, de repente escuche la voz del señor Cousteu, llamándolo: "AMIGO Y CASI HERMANO".