Capítulo 8

13 5 0
                                    

No puedo dormir, tengo en mi mente todos esos recuerdos de Trinna cuando tuvimos nuestra primera cita en el baile, cuando nos fuimos puerto, pase muchas cosas con ella; también me vinieron recuerdos de mis hermanos y de toda mi familia.
Se me venían todas esas imagenes a mi cabeza, lo sentía como si lo hubiera vivido un día anterior y me volvió ese sentimiento de culpabilidad que tuve cuando apuñale a Trinna, me sentía incómodo, salí a dar un gran paseo en pleno anochecer.
Todas las calles estaban vacias, parecían deshabitadas, como si hubieran tenido un ataque nuclear.
Escuche unos pasos, parecían de unos niños jugando y riéndose, toque mis bolsillos para sacar mi arma, pero lo olvide en mi habitacion.
- ¿Quién anda ahí?- exclame exaltado añadí - ¡Tengo un arma en las manos y no dudare en usarlo!
De repente escuche un ruido que venía de algún lugar, así que decidí buscar el lugar de donde procedía el ruido, pero volví a escuchar los mismos pasos de antes pero sin las risas.
Por más que rebuscaba en mis bolsillos, solo tenia mis llave de mi habitacion, no tenia ninguna arma con que defenderme. Así que, decidí caminar y seguir investigando de donde viene ese ruido, pero por más que caminaba sentía que se iba alejando más el bendito ruido, así este en modo sigiloso.
Caminé por varios minutos, hasta que vi a Santiago o mejor dicho a Mariano con alguien mas, no logre distinguir a su otro acompañante, lo raro que pude distinguir de Mariano eran dos preguntas:
-¿Porque está con otra persona reunida a esta hora de la madrugada?
- ¿ Porque se está dirigiendo hacia el ruido?
Sentía que algo raro estaba planeando y yo tenía que descubrir que era lo que estaba tramando hacer, y sobretodo necesitaba capturarlo antes que pase demasiado tiempo.
No se, si fue por el sueño, o mejor dicho por la falta de descanso en la noche pero sentí como alguien paso detrás mío y me giré y no había ninguna persona, en ese momento creí que me estaban jugando una broma, pero me fijé por todos los lugares de la calle, y no había ningún alma caminando y lo más escalofriante para mi fue que no paso ninguna corriente de aire, según creía que era una señal para que me alejara del ruido, pero seguí terco y no pare de caminar, hasta que llegue al lugar de donde procedían los ruidos en plena medianoche.
El lugar de donde procedían los ruidos era un pequeño bar que estaba ubicado en el Entresuelo de un edificio de 8 plantas y todas ellas tenían las luces encendidas. Era el único edificio del vecindario, que tenía todas las luces encendidas.
- ¡Camarero, me sirves un vaso con whisky y dos cubos de hielo y una rodaja de limón en el extremo, dije apenas entre al bar.
- ¡Yo te recomendaría que te tomes un vaso de Ron o de bourbon! - dijo una misteriosa mujer, con un sombrero de esos que son enormes que tapaban el rostro de las mujeres a los extremos y de color negro, con un vestido de falda larga y tenía un aspecto de ser provenir de de una familia adinerada o casada con un hombre adinerado de una clase social alta, uno nunca sabe, pero la última opción queda descartada, porque no llevaba el anillo de matrimonio o puede haberselo retirado de su dedo anular.
- ¡Pero qué gustos tan sofisticados! - añadí - ¿Como te llamas?
- Soy Beatriz, y tú ¿no eres de por aquí verdad forastero?
- No, ¡pero tú como sabes que no soy de por aqui!
- Sólo lo intuí, además tus harapos te delatan (ropa de pobre)
Parece que está resultando mi plan de infiltrarse en este pueblo, que por ahora no recuerdo el nombre.
- No soy un harapiento, tuve un accidente y toda mi ropa de hizo trizas, y lo malo de todo esto es que no recuerdo como fue el accidente, aunque el doctor me dijo que poco a poco empezaría a recordar todo los sucedido, pero puede tardar unas semanas en volver.
- ¡ Así que has perdido la memoria y no recuerdas nada de lo que pasó en tu accidente! - dijo ella.
De repente se aparece en la entrada del bar, el cuñado del señor Cousteu, Mariano, y de repente todo me empieza a dar mala espina, algo raro esta sucediendo aquí. Pero me quedo sentado y observando a todo el mundo para ver que ficha siguiente moveran.
De repente, siento un golpe en la nuca, y mientras que me desmayo, logró distinguir a un hombre de color oscuro sujetandome de mis brazos evitando que logre caer al suelo.

THE INMORTAL (Borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora