Capítulo 26

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Sentí como la espada iba directamente hacia mi cabeza, por el lado occipital, pero el efecto que causado era que todo iba mas lento, pude distinguir el rayo de sol que caía en la punta de la espada
- ''¡Cate!'' - mencioné en voz alta, y todos y digo que absolutamente todos me observaron por un minuto extrañados de porque conocía a la bella dama.
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Cinco horas antes

Habiéndonos consolidado como equipo todos y cada uno nos sentíamos parte de este gran equipo, Salvador nos fue formando como su grupo de agentes, aunque al principio fue difícil porque no nos llevábamos bien, habían disputas en las primeras misiones que realizamos, sin embargo tengo que admitir que ahora siento que me agrada más la idea de ser compañero de Joseph y siento que el también ha conectado conmigo.
Pero sigo sintiendo que algo esconde y lo mismo pienso de Salvador aunque a veces siento que son imaginaciones mías.
Con el nuevo equipo "Alpha" y estaba conformado por: Joseph, Bartolomeo, Rose, Anastasia, Amaya, mi hermano Ian, Julianne y yo, estabamos listos para cumplir la primera misión de rango B, y todo estaba en juego, nuestra lucha que hemos estado realizando durante todos estos meses, entrenandonos para estar capacitados en misiones riesgosas y que ameriten inteligencia y fuerza a la vez.
- Esta misión es muy importante, tanto para ustedes como para mi - dijo Salvador sentado delante de nosotros y rodeandolo en un semicirculo explicándonos más sobre la misión en la que se nos asignará.
- Esta misión será de suma importancia y sobretodo tendrán que ser discretos por que no queremos que se encuentren con infiltrados y espías de otros lados - dijo Salvador.
- Donde se realizará la misión - preguntó Beatriz.
- Este lugar donde cumplirán esta misión se llama Hispania, y tendrán que unos de ustedes ser parte de su caballería y sus escuderos, los otros tendrán que ser sus escuderos de la reina - respondió Salvador.
Aquí hay algo más que ser un simple escudero de los reyes, presiento que algo mala pasará a lo largo del tiempo que cumplamos con la misión, tendré que tener ojos en la espalda y estar pendiente de todo lo que vaya a pasar a mi alrededor. Parece ser que no puedo confiar en nadie, ni hasta mi propio hermano.
- Tengo que contarles algo más, y esto es muy importante. Porque tres de ustedes serán mis agentes de mayor rango, a cada uno se le valorará a nivel que vaya avanzando la misión - dijo Salvador dándonos más expectativas para la misión.
- ¿Como se supone que llegaremos a ese lugar?  - pregunté un poco incómodo.
- Tendremos que embarcarnos hoy al anochecer, para llegar mañana a plena luz del día - respondió Beatriz, en lugar de que Salvador lo hiciera, y esto me causa más dudas sobre de que lado está Beatriz, no se si son imaginaciones mías o quizás sea cierto pero ella me está afirmando por como actua, como si estuviera compinches con Salvador tramando algún plan, para ello necesito investigar más y confirmar mis sospechas, pero eso lo dejaré para otro dia, quiero lo de toda mi atención a esta misión y tratar de ayudar a mi hermano, ya que el se ha esforzado mucho estos meses y si llegara a sobresalir en esta misión, podría convertirse en un agente de mayor rango, como Lo comentó Salvador.
- Como veo que nadie se ha preguntado cómo llegarán hasta Hispania, pues tengo un amigo Capitán y que es muy discreto - comentó Salvador anticipándose a mi pregunta, justo era idea rondaba por mi mente, pero ya lo acaba de responder.
- Eso era todo lo que tenía que informarles sobre esta nueva misión y que es de mayor rango, sólo les deseo que se esfuercen y recuerden, que sólo fresa de ustedes serán agentes de mayor rango y sobre eso, se los explicaré cua do vuelvan de la misión, por ahora estén listos - dijo Salvador fijando su mirada hacia Beatriz.
- ¡Pueden irse a cambiar para esta misión, salvo Beatriz y Joseph, necesito hablar con ustedes en privado, lo demás retirarse del salón principal - añadió Salvador, y nosotros rápidamente salimos de la sala.
Estaba intrigado por lo que le dira Salvador a Beatriz y a Joseph, me hacía ideas locas en mi mente que poco a poco me entraban las paranoias, y sin darme cuenta me estaba convirtiendo en un paranoico, algo que los psicólogos los denominaban como un transtorno del psique y que la siguiente fase la seguía la esquizofrenia.
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Esa misma noche zarpamos en un barco antiguo de los que utilizaban los pescaderos, pero lo utilizaba como un camuflaje, para que nadie nos puedan ubicar ni pueda llamar la atención.
Había una persona que nos estaba esperando y era el capitán del barco.
-¡Bienvenidos tripulantes de la  Lafallette! - Añadió - Tengo dos cosas que informarles a ustedes,  antes que empiecen su misión.
- La primera cosa que deben de saber es mi nombre, y es Edward Crouseu, la segunda cosa a informarles, que cuando estemos por llegar a Hispania, sólo en la orilla podré parar el barco y ustedes desenbarcaran de el, yo jure que nunca más volvería a pisar ese lugar, antes muerto que volver ahi - dijo muy claro que hasta llego un punto donde empezó a exaltarse.
"¡Este será nuestro capitán para esta parte de la misión!”- exclame en mi mente.
- ¿Usted nos guiará hasta nuestro destino?  - dijo Bartolomeo con un tono presuroso
Todos ya queríamos empezar con el rumbo en el mar, pero primero debemos escuchar sus normas, por más que aburrido que suene nadie puede escaparse de su explicación tan aburrida que dio.
Todos nos estábamos preguntando, el por qué de su odio contra Hispania, que era la causa ante ello.
Mientras que embarcabamos hacia nuestro destino, el capitán Crouseu contaba la historia de tanto odio por años, y no solamente lo odiaba también odiaba a Dios, según sus propias palabras que decía a viva voz era: "¡Me cagó en Dios y me cago en todos los seres vivos creados por ti!"
Con el mismo tono como sonaba, así lo repetía una y mil veces.
La desdicha que le caía al capitán era la típica historia de amor frustrada, entre un simple capitán y una bella doncella de una familia adinerada.
Ella no le importaba el dinero que ganaba su familia al año, ella era simple, siempre ayudaba a los que necesitaban comidas, ropas, siempre sonreía a las demás personas, pero de esas sonrisas que te contagian, tenía una mirada dulce y risueña.
Cada vez que veía al capitán se avalanzaba sobre él y conseguía un beso lleno de amor y ternura, tenían pensado en casarse, había hecho muchos planes.
El capitán siempre que salía de viaje en su barco a explorar otros continentes, siempre le escribía una carta relatando su estancia en el continente en el que estaba y siempre le compraba un recuerdo de ese lugar en el que estaba.
Ella también hacia lo mismo, le mandaba sus cartas contándole a sus historias de su vida y de su familia.
Hasta que un día su familia se.....
- ¿Disculpa que le interrumpa capitán Rouseu, pero como se llamaba esa bella doncella? - preguntó Ian, interrumpiendo la historia trágica que había tenido, y el capitán mirándolo de un ojo que asustaba con sólo verlo.
- Se llamaba Carmen de la Rosa y Sarrìa, tan cándida como el nombre que llevaba, de una mirada dulce y sencilla - respondió el capitan, ante la duda de mi hermano Ian.
Un día la familia de La Rosa, decidió casar a la última hija con un Viejo que la pretendía desde los 12 años, sus padres se habían comprometido que cuando la hija cumpla la mayoría de edad, podría casarse con el viejo Santiago Ribas Oyuelo dueño de la gran mayoría de tierras del pueblo donde procedía Carmen.
El capitán Rouseu, enfurecido por lo que le contaba Carmen, decidió adelantar su viaje y llegar lo más antes posible ante Carmen su bella doncella de tierna mirada.
Sin embargo días antes que el capitán llegará el padre de Carmen, Antonio de la Rosa, un señor con mucho portr, elegancia y soberbia encontró las dichosas cartas de amor que se escribian, por ende pudo anticipar los movimientos del capitán y casar a la hija ante santo matrimonio con Santiago Ribas.
Carmen no entendía muy bien lo que estaba planeando su padre.
El capitán Edward Rouseu la espero por horas a su amada, pero nunca llegó al lugar acordado donde Cada domingo mensualmente se veían a escondidos de todo el mundo.
Pero no se quedó de brazos cruzado, sino que fue a buscarla por todo el pueblo, hasta que escuchó campanadas que salían de la Iglesia y sintió curiosidad de entrar a ver de quien era el casamiento, resultando ser de su amada Carmen junto con un Viejo que sorprendido ante la repentina aparición del capitán decidió frenar la boda.
Edward Rouseu sólo tenía ojos para divisar a su amada Carmen y decidió ir por ella y cargarla en su brazos, pero sus hermanos de Carmen, Carlos y Ramón decidieron ir junto con el padre y tres hombres más a buscarlos y matarlo.
Todos estaban armados, sin embargo, el capitán era el único que sólo portaba su espada fiel, pero desgraciadamente no se podía defender ante las balas disparadas por el padre, pero las balas no fueron las causantes de la muerte de su bella doncella de mirada dulce y tierna, sino de un corte profundo en su espalda que provenía de la misma espada que provenía del propio hermano mayor, el también llevaba en su cinturón su fiel compañera, su espada, era el típico caballero que siempre andaba armado, ante circunstancias que podían requerir salvar a una bella doncella en apuros, pero nunca se imaginó que podía herir a su propia hermana por culpa del odio y del amor de una pareja tan diferente a nivel de condición social, sin embargo tan iguales en el amor.
Fue ahi, donde maldijo a la familia de su amada Carmen, maldijo a Dios y maldijo a todos los que amaron alguna vez, y donde juro que jamás iba a regresar a ese país como lo es Hispanos.
- ¡Por suerte, pude acabar de contarles mi trágica historia antes que desembarquen! - dijo el capitán sosteniendo sus lágrimas y su dolor.
-¡Llegamos! - proclame a viva voz.




THE INMORTAL (Borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora