Capítulo I: La primera fiesta.

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-¿Preparado para sus vacaciones?

-¡Sí! -Respondieron todos los alumnos de Wallace.

Es una secundaria muy popular en su ciudad, mencionada por tener excelentes estudiantes. Parecía una mañana aburrida, tediosa y muy larga para los chicos, ya que era el último día de clases. Todos estaban preparados para el verano que parecía muy prometedor, sólo faltaban 2 años para salir de allí y nunca volver jamás.

Ya casi faltando 5 minutos para marcharse se levanta unos de los compañeros anunciando algo.

-¡Recuerden que Katherine y yo haremos una increíble fiesta, están todos invitados! —Exclamó David con voz alta y captando la atención de todos.

- ¡Yo voy! ¿Dónde es? —Preguntó Mike, unos de los compañeros menos queridos del aula.

-¡Donde es no te importa porque tú no vas! —Intervino Adriana, una de las compañeras más hermosas y populares del salón. Ella era pelirroja y con una cara redonda y ojos azules. Parecía una pequeña muñeca.

-Ok, chicos, siéntense. Ya es suficiente. —interrumpió la profesora dejando la clase en silencio—.-Recuerden ir con cuidado y no hacer nada malo. Ya saben, cero drogas. -Trato de sonar bromista, pero fallo vergonzosamente.

A los chicos parecían no importarle mucho a lo que la profesora se refería, ya que nadie respondió. En ese preciso instante suena el timbre, todos salieron lo más rápido posible y se agruparon fuera del salón.

-¿Donde será tu aburrida fiesta, David? —Preguntó Caroline, una compañera del salón con  cabellos ondulados y ojos marrones. Caroline de seguro era la más odiosa y engreída de todos de los compañeros, pero aun así todos querían ser su amigo o amiga. Sus padres eran millonarios y eso le daba su toque más de egocéntrica.

-Será en mi casa, todos saben dónde queda... —Replicó David con una mueca poco agraciada. John aunque era bajito y malo con los deportes era muy popular con todos. Un grupo de amigos se separa.

-Y díganme ¿irán todos a la fiesta?—Preguntó Daniel, uno de los compañeros. Usaba lentes y tenía un cabello desordenado. Era un chico bajo y de ojos marrones claros.

-Sí. —Dijo Luis casi interrumpiendo la pregunta de Daniel.

-Si, yo voy —Contestó Sarah sin quitar la vista de su teléfono.

-Quizás tengo que pedir permiso a mis padres, pero probablemente vaya. La última vez tomé tanto que juré que no lo volvería a hacer.—Explicó Sharoll dando un suspiro.

-Bien, pareces que todos van menos Vanessa, como siempre.—Susurró Daniel dando una mueca hacia la chica. Todos esperan que Vanessa, una de las amigas más tímida, responda.

-¿Vas o no? —Preguntó Sarah alzando una ceja.

-No lo sé —Dijo Vanessa encogiéndose los brazos.

-¿Por qué? —intervino Daniel con un tono de voz alto–Nunca sales con nosotros a ningún lugar.

-No me gusta salir —Respondió Vanessa.

-Solo digo que cuando estés vieja y ya pasada de edad nunca podrás disfrutar de nuevo como adolescente —Bromeó Luis.

-Totalmente cierto, aparte, ya solo faltan 2 años para salir de este estúpido lugar. Tienes que disfrutar, divertirte —Comentó Sharoll.

Vanessa 

Cuando Vanessa llegó a su casa su madre estaba limpiando en el momento que pasaba por la puerta marrón oscura. Su casa era pequeña, con los muros de ladrillos, lo que la hacia parecer una pequeña cabaña.

Un Juego Llamado VenganzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora