Todo es perfecto

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- ¿Qué te parece, Albert Einstein: Contribuyó a la ciencia pero no a la belleza?- sugirió por décima vez Sam.

-¡Que no! No tiene sentido- me sobe las sienes mientras me contenía de golpearlo.

-Pero rima- contraatacó él.

-Basta- Diego se levanto de mi cama y se sentó a mi costado en el mueble- No entiendo porque lo elegiste como pareja- me quito la laptop, en la que estaba haciendo el trabajo, y empezó a escribir en ella.

Era sábado por la tarde y Sam había venido a mi casa para realizar el trabajo de ciencias. Empezamos a trabajar y 10 minutos después apareció Diego por mi ventana. Continúe redactando mi trabajo con ayuda de Diego, más que la de Sam y ahora que solo me faltaba encontrar el título perfecto, mi mente se bloqueaba.

Diego me pasó la laptop y pude leer el título que él había colocado:
"Einstein: Contribuyó a la ciencia, con su destreza"
Sonreí al ver que me había ayudado. Voltee para agradecerle y vi que se encontraba cerca a mi rostro con esa sonrisa tan típica en él.

No puedo negar que las ganas de besarlo se están apoderando de mi...¡pero no! Prometí que hasta que él no termine las cosas con Michelle, él y yo no tendremos nada.

- Bueno bueno, si quieren privacidad, consíganse una habitación- comentó Sam.

-Por si no lo sabes, esta es una habitación- le respondió Diego levantándose y dirigiéndose a la ventana- bien, me tengo que ir. Mi asistente no trabaja hoy- dijo mirándome acusadoramente- así que tengo que ver unos papeles antes del viaje del fin de semana ¿te estás preparando, Lola?

-¿Qué?, ah si si, ya hasta tengo la maleta- mentí.

Me levante y lo acompañe hasta la ventana. El me dio un beso en la cabeza y me acarició la mejilla. Como me hubiera gustado despedirnos con un beso, pero debía ser fuerte en mi decisión.

-No creo que pueda venir mañana. Darlenne vendrá de visita por su cumpleaños así que nos veremos el lunes ¿está bien?- dijo aún con su mano en mi mejilla- ¿segura que no quieres un beso?

¡Si! ¡Si! ¡Si! Si quiero un beso...pero ¡No! ¡No! ¡No! Debo tener fuerza de voluntad. No quiero ceder...como cuando hago dieta y siempre cedo a comer.

Con pesar negué con la cabeza. Él sonrió y salió por la ventana. Me quede ahí aún viendo cómo se alejaba...romántico ¿no?

-Demasiado- respondió Sam...ay no, creo que volví a pensar en voz alta...Wao, creí que ya no tenía este problema- Parece una novela.

-A veces pienso que mi vida es una novela- tome asiento en mi mueble y revive mi redacción.

-Espera a escuchar la mía- comentó Sam.

Lo mire por unos segundos esperando que me contara pero al igual que siempre, no lo hizo. Sabía que debía darle su tiempo, tal ves después de unos cuantos días más él querrá contarme acerca de su ex novia y que pasó con ella.

-*-

Era lunes y me dirigía a las oficinas de Torrente Inc. Creo que nunca antes me había sentido emocionada de ir al trabajo. No pude ver a Diego el domingo y aunque nos estuvimos mensajeando, no es lo mismo que verlo en persona.

Entre a su oficina sin tocar y me lleve un susto al ver a Michelle lanzando los objetos del escritorio de Diego al suelo. Tirando el estante de libros y tumbando todo lo que a su paso se encontraba...no se porque pero algo me dice que Diego ya termino con ella.

-Michelle ¿Qué rayos haces?- me acerqué a ella y comencé a levantar algunas cosas que ella había tirado.

-No te importa, solo quiero que le digas a Diego que voy a encontrar a la zorra por la que me ha dejado- tras su amenaza, tomó su bolso y salió del lugar como si nada hubiera pasado.

Mi Chica Favorita (MSF 2da Temporada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora