Todo toma su curso

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A la mañana siguiente me desperté con muy pocos ánimos de ir a la escuela, la verdad siempre me despierto así, pero ahora era diferente.

Las primeras horas de clase se me hacían eternas y hacían que me doliera la cabeza. Aunque no estaba segura de sí esa era la razón, la verdad es que no dejaba de pensar en todo lo ocurrido, desde que conocí a Ethan, cuando terminamos, luego lo de mudarme a España, cuando conocí a Diego, cuando Ethan volvió, y finalmente cuando me enteré de que tenía una novia.

El timbre sonó y eso me indicó que al fin tocaba el almuerzo. No me emocionaba, pero prefería eso a que tomar clases.

-Vamos Lola, tienes que animarte- intentaba subirme los ánimos Kat, mientras nos sentábamos en una mesa.

-Sí- la apoyó Sam- Animate Lola, no me gustaría dejarte así.

-¿Qué?- le pregunté- ¿Dejarme así?

-Olvídalo. Vaya ¿alguien a probado el estofado? Esta...asqueroso, pero comestible- cambio de tema rápidamente.

-Dilo Sam- exigí- ¿A qué te refieres?- Él suspiró.

-Bueno- cedió Sam- me regreso a Terramilia- dijo rápidamente y luego se metió una cucharada de ese estofado misterioso a la boca.

Me quede callada, procesando la información. Me encontraba lejos de mis amigos de toda la vida, y ahora, uno que se había vuelto casi mi mejor amigo también se alejaba de mi, justo en estos momentos.

Yo sé que Sam nunca fue la mejor persona para aconsejarme o hablar acerca de mis problemas amorosos, pero de alguna extraña manera, siempre me ayudaba y me levantaba lo ánimos.

-¿Cómo que te vas?- preguntó Kat- Nuestra amiga te necesita, está al borde de suicidarse, ¿por qué rayos le dices eso?

-Porque falta menos de un mes para las vacaciones de navidad, y mi vuelo está programado para esas fechas, tenía que decírselo tarde o temprano- explicó Sam.

-Hubiera sido mejor tarde- le reprochó Kat.

-Sí, claro. ¿Qué te parece cuando ya esté en el avión? ¿En ese momento debí decirle?- empezó a discutir.

-No seas tonto...

-¡Basta!- les pedí- se la pasan discutiendo todo el santo día ¿no pueden si quiera mantenerse callado por un solo momento?

Ambos asintieron. Se asesinaron con la mirada y luego me miraron con una expresión de pena.  La vida se burlaba de mi y mi desgracia, tal es siempre lo ha hecho pero antes no era tan exagerado, ahora sí lo era.

-Vas en busca de tu chica ¿eh?- le insinúe con una leve sonrisa.

Él sonrió y me abrazó. Intenté alejarlo pues él había tenido entrenamiento de basket la hora anterior, estaba todo sudado y no olía nada bien. Él puso resistencia y me obligó a abrazarlo. Debo admitir que era reconfortante...aunque algo apestoso.

-*-

Cuando estaba en Torrente Inc. intenté concentrarme en mi trabajo, olvidar todo y solo pensar en lo que mi padre me mandaba, pero me era imposible.

El teléfono sonó y mi padre me habló. Me pidió que entregará unas facturas al contador y después de que él les pusiera el sello, que se las pase a Diego.

"Genial" pensé. Lo último que me faltaba, ver a Diego.

Hice lo que mi padre me dijo y excepto la última parte. Me hallaba parada frente a la puerta cerrada de la oficina de Diego. Me debatía entre mi misma si debía entrar o pedirle a alguien que lo hiciera por mi.

Mi Chica Favorita (MSF 2da Temporada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora