C a p í t u l o 11

1.5K 135 32
                                    


RIN

Jamás me he visualizado golpeando algo o alguien, pero ahora, como si de una cámara lenta se tratase, observo como mi mano derecha cae, con toda la fuerza que tengo, en las pálidas mejillas de Miku, las cuales estan tornándose rojas por el impacto.

Mi plan original era estar presente en su cita sin que ellos supieran de mi existencia, así yo podría decidir que hacer a continuación. Todo dependía de las conversaciones. Y así es. Mis sentido estan desconectados de la realidad, no siento cuál es cuál, y no me interesa.

Len Kagamine.

Tengo rabia. Oh, sí, mucho más que rabia. Mi respiración aumentó casi como un suspiro cuando Miku habló, descaradamente, sin importarle el daño que podría causar, sobre el secreto de Len. No es que sea consiente de todo en realidad, pero conozco lo sufiente para saber que Len aún no lo supera, que todavía esta destrozado. Por lo mismo, tengo sentimientos encontrados. Len, por lo que tengo entendido, sólo fue infiel por sus sensaciones, por la consecuencia de su secreto. Aún así, podría haberlo dicho, y lo hubiéramos resuelto juntos, como siempre lo hacemos, pero no, no lo hizo. No sé que sentir o pensar, me siento culpable, pero a la vez, sé que no tengo la culpa.

---- ¡SUELTAME, ESTÚPIDA! ---- Vocifera Miku, desquiciada. Mi mano, automáticamente, deja de golpearla. Su aspecto me aterra, parece lejano a la realidad ---- ¡Len, Len! ¡Te necesito! ---- Dice, llorando con descontrol. Mis ojos se habren aún más, si es que eso es posible. Sus cambios de humor son imprescindibles, aterradores. Eso me hace caer en cuenta de que es una manipuladora innata. Mi furia aumenta el doble.

---- ¡Termino contigo, Miku! Afrontalo de una vez por todas. ¡No te quiere de la manera que tu deseas! ¡Quierete un poco más, maldita sea, te ha rechazo de todas las maneras posibles! ¿Tan poco dignidad tienes? ---- Otra vez, vuelvo a darle una bofetada. Estoy furiosa, no me importa que tan rojas esten sus mejillas, se lo merece ---- Len te aprecia, pero escuchame bien, no te ama. Jamás han hecho el amor ustedes dos, siempre fue sexo, sin sentimientos ---- Mi voz es lejana hasta en mis propios oídos ----. Tú, oficialmente, no tienes ningún derecho ha tocarlo como lo hacia antes, ¿escuchaste?

---- ¡Len, por favor, te necesito! ¡Tengo miedo de ella! ¡Quédate conmigo, Len! ---- Tartamudea. No sé hasta que punto puedo llegar mi ira, pero definitivamente, esta superando los niveles conocidos.

---- ¡Basta, Miku! ¡No estas en ninguna maldita posición de pedirle algo a Len! ¡¿Eres capaz de ver como está?! ¡Reacciona, demente! Para estar supuestamente enamorado de él, veo que no tienes consideración alguna en destruirlo por egoísmo. ¿Me odias sólo por qué la gente se va de tú lado? ¡Ridícula, eres una ridícula! ¡Las personas no son de tu propiedad para que tengan que estar siempre a tu merced! ¡Déjanos a Len y a mí en paz! ---- Dicho esto, la abofeteo una última vez. No quiero golpearla más, nunca más, pero mi cuerpo exige que lo haga.

Dejándolo ahí, tirada en el suelo, llorando, le doy la espalda. Toda mi atención la tiene Len ahora, necesito saber como está. Mis ojos van de un lado para otro, de aquí para allá. No lo veo por ningún lado. Un grito sale de mi boca. Sobresaltada, giro la cabeza.

Len.

---- ¡Len! ---- Exclamo, feliz. Abalanzo todo mi cuerpo hacía el de él, embriagándome con su perfume. Sus reconfortadores brazos rodean, con delicadeza, mi cintura, mientras que mi cabeza se enconde en su blanquecino cuello ---- Cariño, ¿estás bien? ---- No responde. De hecho, se limita a desenvolver nuestro abrazo, a continuación, entreleza nuestras manos.

¿Me perdonas? | RiLenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora