El ambiente se puso tenso, ambas nos fulminábamos con la mirada, si mis ojos fueran metralletas, Miku estaría retorciéndose 15 metros bajo tierra.
- ¿Desde cuando conoces a Len? -Preguntó Miku "inocente".
- Puedes dejar de fingir conmigo -Dije con desinterés, esperando ansiosa a que Len llegué.
- No sé de que estas hablando tontita - Río tratando de ocultar su nervios.
- Tu teatro, no funciona conmigo Hatsune - La mire fijamente a sus ojos, que están más oscuros que de costumbre.
Ella gruño y formo un puño con su mano derecha para evitar el impulso de golpearme ya que ambas sabemos que eso sería un punto en contra.
Él solo hecho de estar con ella, desmorona mi humor completamente, y cuando estamos los tres siento como si me encontrara en una competencia, dónde la ganadora se queda con el corazón de Len y la perdedora con el odio de él.
Inmersa en mis pensamientos, ahora era yo quien tenía un puño formado en mi mano derecha y en mi mano libre tenía el largo pelo de Miku.
- ¿Eh? - Dije tratando de asimilar la situación.
- ¡Suéltame, Maldita! - Miku se quejaba pero yo seguía sin soltarla.
- ¿Qué paso? - Pregunte ingenua frente a mis acciones.
- Dímelo tú - La solté y me senté en mi asiento, al igual que ella -Estábamos calladas y tú empiezas a acercarte amenazadora mente hacía mi.
- Lo siento - Me disculpe apenada. Yo estaba totalmente en contra de la agresión física.
- Estúpida - Murmuró, entre dientes, arrugando su nariz.
Una pequeña sonrisa, salió de mis labios involuntariamente. Hatsune tenía el mal hábito de arrugar la nariz, cuando esta enfurecida.
- ¿De qué te ríes? - Preguntó fastidiada.
- De ti - Sonreí burlona - De qué me das otra razón, para creer que tú eres Hatsune.
Ella soltó una arrogante carcajada.
- Dime ¿Qué te hace pensar que yo soy Hatsune ?- Apoyo sus codos en la mesa y su rostro entre su manos.
- Vamos a estar un buen rato aquí -Solté una sonrisa maliciosa -Primero, tú ridículo parecido con Hatsune, te informo que no solo con teñirte el pelo, ya eres otro persona. Segundo, el obsesivo interés que tienes con Len, te lo pasas mirando en clases, él mismo me lo a dicho. Tercero, tus hábitos que por "coincidencia" son iguales a los de Hatsune, por ejemplo arrugas la nariz cuando te enojas, tus padres tienen los mismo nombres que lo de ellas, tú cumpleaños o esa extraña marca de nacimiento que tienes atrás de tu cuello - Sonreí Victoriosa.
Miku quedó perpleja, pero luego río con demencia.
- Esta bien, tú ganas querida Rin. Yo soy Hatsune.
No podía estar más feliz aunque por fuera me mostraba
con desinterés por dentro estaba saltando de alegría.- ¿Lo hiciste por Len? - Pregunté "desinteresada".
- Más bien lo hice por tú culpa -Enfatizó las últimas palabras, me miró con odio - Si no hubieras estado de entrometida en nuestra cita, lo más probable sería que estaría con él.
- Lo siento por arruinar tus absurdas fantasías, pero lo más probable sería que te seguiría utilizando como lo ha hecho hasta mi llegada.
- ¡Cállate! - Exclamó molesta -¡Tú no sabes lo qué es sentir ser el reemplazó de alguien más! - Sus ojos estaban rojos por aguantar las lágrimas.- ¡¿Qué sabes tú?! - Reproche molesta - ¡Dolor, decepción y tristeza! es saber que tu mejor amiga te engaña con tu novio.
Mis lágrimas se resbalaban por mis mojadas mejillas. Hace tiempo necesitaba restregarle en su propia cara el dolor de su traición.
Pero ella es una desquiciada total, que ante mis palabras respondió con una sonora carcajada acompañada de lágrimas.
- ¡No me hagas reír! Te digo algo Len es toda una fiera en la cama -Dijo burlona.
¿Qué?...Len y Miku juntos en una...cama ¡Eso es imposible!.
-¿Tan desesperada estás que creas fantasías en tú extorsionada cabeza?-Contraataque furiosa.
- Cree lo que quieras pero sabes ¿Qué tiene un lunar en la part---
- Superior de su abdomen. Si, lo conozco a la perfección.
- ¿Y su extraña mancha en el ---
-Su extraña mancha en el hombro izquierdo que tiene forma de 2.
Mis lágrimas se intensificaron, tanto Miku como yo conocíamos a la perfección el cuerpo de Len.
Mi pecho subía y bajaba con desesperación por los espasmos de mis lágrimas junto con mi acelerada respiración.
- ¿Ahora me crees? - Preguntó Miku con una sonrisa desquiciada en su rostro.
Ya no era capaz de controlar mis acciones, con mis lágrimas a flor de piel, me dirigí hacia Miku inexpresiva, para darle el tan ansiado puñetazo que merecía hace 2 años. La rabia, la decepción y la tristeza al fin salía de mi resentido corazón, tomando total control de mis acciones.
- ¡De-Déjame por favor! - Miku suplicaba para dejar de golpear su repulsivo rostro.
Cegada por mis sentimientos, solo podía pensar en su traición y en lo terrible amiga que es, pero hay alguien más en quien pensar que aunque también haya formado parte de esta traición, ya lo había perdonado de toda culpa, esa persona que llenaba mi corazón y día a día de pensamientos, emociones y sentimientos positivas. Len Kagamine.
Deje de golpearla y caí de rodillas al suelo, llorando aún más que antes y dejándome golpear por Miku, quien tenía su rostro lleno de sangre seca en sus pómulos, boca y nariz además de varios moretones esparcidos.
Se supone que al golpearla debería sentirme mejor conmigo misma, pero fue todo lo contrario, me sentía un asco de persona ¿Quién es capaz de sentirse bien agrediendo a otra persona?.
No sentía dolor alguno, en las mortíferas patadas de Miku dirigías con todo su odio hacía mi estómago.
- ¡¿Qué haces Miku?! - Dijo Len gritando frenéticamente.
Lo último que vi fue a Len acercándose a mi, antes de sentir mis parpados pesados.
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¿Me perdonas? | RiLen
Fanfiction¿Nunca has deseado encontrar a tu endemoniado príncipe azul? Porque yo sí. De hecho, soy de esas personas que creen en el verdadero amor, y créanme cuando les digo que lo encontré. Pero no exactamente de la manera que yo esperaba. Len Kagamine era u...