¿Nunca has deseado encontrar a tu endemoniado príncipe azul? Porque yo sí. De hecho, soy de esas personas que creen en el verdadero amor, y créanme cuando les digo que lo encontré.
Pero no exactamente de la manera que yo esperaba.
Len Kagamine era u...
N/A: Recomendada leer con música. Y si no les carga ¡Descargenla!😐Se llama 💛Down - Jason Walker💛 •°•°•°•°•°•°•
Me encontraba sonrojada a no más poder - por un estúpido comentario de Len - mientras esperabamos la deliciosa comida que pedimos hace más de 10 minutos. Len había arrendado un jardín privado y si tuviera que buscar un adjetivo para este lugar seria ¡hermoso!
Estaba todo el pasto perfectamente cortado y adornado de diversas flores pequeñas, en un costado del lugar había una elegante mesa redonda cubierta de un fino mantel blanco con detalles dorados, acompañado de 2 sillas con las mismas caracteristicas que la mesa y por último el lugar estaba dilimitado con unas hermosas luces doradas.
Estaba nerviosa. Len no paraba de examinarme meticulosamente con la mirada y por lo visto su mirada estaba a gusto entre mi abdomen y pecho.
- ¿Está linda la vista? - Pregunté con ironía.
- Sí - Respondió con una sonrisa coqueta dejando ver su perfecta dentadura blanca.
Bufé por su estúpida respuesta.
- ¡Qué aburrida cita! - Me quejé al no haber un entretenido tema de conversación.
- Que exijente, señorita - Dijo con un suspiro divertido - Pero no te preocupes, ya estoy aquí para animar el ambiente - Seguido de su arrogante comentario, se paró de su respectivo asiento y se puso al frente mio depositando un casto beso en mis húmedo labios.
- Aún sigo aburrida - Dije con intención de volver a unir nuestros labios en una agradable caricia denominada beso.
Y así pasó. Len con su mano izquierda acariciaba mi mejilla mandando corrientes de elctricidad pura por todo mi cuerpo, moviamos nuestros labios lenta y sensualmente tratando de memorizar cada anatomía de nuestros labios.
- Ahora se puso más interesante - Le guiñe el ojo.
- Se pondría mejor pero estamos en un lugar público, nena - Hizo un puchero.
- ¿Podrías dejar tus comentarios pervertidos un momento? - Enarqué una ceja.
- ¿Podrías dejar de ser tan aburrida un momento? - Rodeeo los ojos.
Me levante de la silla ofendida y camine rápidamente hacía un espacio alejado de nuestra mesa, me sente delicadamente entre un monton de flores que con su suavidad fácilmente dejaría de usar almohadas y las reemplazaria por estas.
Mire de reojo y no había ningún movimiento de parte de él, sentí poco a poco inundarme en la tristeza. El Len Kagamine de 18 años ya no existe - al parecer - ya no están esos tiernos detalles - aunque el qué arrendara un jardín es uno de ellos- ni tampoco sus sinceras palabras, ni sus besos inundados de inociencia que no buscan nada más que estar lo mayormente posible cerca, ahora era todo lo contrario un egocentrico, sarcastico y pervertido.
Extrañaba a ese Len.
Queria irme, dejarle en claro que no quería estar con él, que no me enamore de este Len si no del antiguo, que podriamos ser amigos, compañeros pero nada más allá de eso, quería hacerlo pero al ver que se acercaba con una sincera sonrisa de arrepentimiento acompañado de nuestros postres, rápidamente me arrepentí.
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Lo siento - Murmulle con una sonrisa triste.
- ¿Qué cosa? - Dijo sentandose a mi lado y entregandome mi helado de naranja con frambuesa.
- Dudar de ti - Lo mire directamente a los ojos - Pensé que ya no eras el mismo - Me sincere y le conté todo lo que pensé con anteriodidad.
Me abrazo sorpresivamente y deposito su frente en mi hombro.
- No me dejes, por favor - El tono suplicante en el que rogaba que no lo dejara me partio el alma - Por favor - Volvió a repetir.
- Len... - Dije en un hilo de voz.
- Pensé que esta nueva actitud te gustaria - Agregó con sinceridad - Lo hice para que no te acordaras de aquel estúpido Len que te engaño, que te hizo sufrir... - Y las lágrimas sin compación alguna salieron de nuestros ojos - Por favor no me dejes, te lo suplico Rin - Me miro directamente a los ojos, se veía tan vunerable en ese momento que las ganas de arrullarlo como un bebé eran insoportables.
- No lo hare Len - Me abalance delicadamente hacía él - Nunca - Susurré delicadamente en su oído.
- ¿De verdad? - Dijo sorbetiando por la nariz.
- Te lo juró - Le mostré una de las más sinceras sonrisas que podía brindarle en ese momento.
- Entonces... - rebusco de manera apresurada en su bolsillo - ¿Me concedes el honor de ser nuevamente mi novia? - Dejó a relucir una hermosa gargantilla de diamente en la cual estaba grabadas las letras R&L.
Sin palabras que pudieran decir "Si" le di la espalda, tome mi largo cabello y lo levanté para que pudiera colocarme tan hermoso regalo, sentí el frio metal acomodarse en mi piel, seguido de leves caricias proporcionadas por los finos dedos de Len.
- ¿La tercera es la vencida? - Preguntó él extendiendo su meñique.
- La tercera es la vencida - Afirme y entrelace nuestros meñiques con firmeza.
Ambos acercamos mutuamente nuestros labios para fundirnos en un tierno beso, sin malas intenciones, sin querer llegar a la lujuria, solamente demostrarnos nuestro amor de una manera inocente y perfecta.
Aún por todo el dolor que pasamos, por las lágrimas que ambos derribamos por nuestros errores, aún por todo el sufrimiento que pasamos, aún así, nos esmeramos en seguir juntos porque sin el otro no eramos nada, solo almas vacías en busca de llenar ese vacío que solo nosotros podiamos desaparecerlo.
- ¿Me perdonas? - Dijimos ambos al unisono.
Soltamos una leve sonrisa por nuestra sincronía.
- Te perdono - Dijimos nuevamente al unisono y cerramos nuestra promesa en un delicado beso que apenas rozo nuestros labios.
Fin
N/A: 💛¡Hola!💛 Después de mucho tiempo terminó "¿Me perdonas?".
Aunque aún falta el epílogo.
Quiero decirle y agradecerles que estoy muy feliz por esto, que gracias a ustedes pudo ser posible terminar este projecto que no sería lo que es sin ustedes, demasiadas gracias por sus ¡24k de visitas y 2.5k de votos!¡Los amos y agradesco demasiado!
