Memoria Perdida | h.s

8

Aún faltaban cinco minutos para la llegada de las chicas a la cabaña. Desde pequeño me han enseñado a cocinar pero como tenia muy poco tiempo y escases de alimentos, solo pude hornear una pizza y hacer un postre no tan convencional pero si, delicioso.

- Creo que ya esta todo - dejo reposar las manos en mis caderas, mientras admiro el lugar - No se que hubiera sido sin ti Louis, te debo la vida - exclamé viendo como Louis terminaba de dar los últimos detalles.

- Solo espero que no lo estropees, no quiero que tengas 30 años y vivas conmigo - exclama entre risas.

- Dalo por hecho - le abrazo.

A pesar de tener todo listo, no me sentía seguro. Tenía miedo de estropearlo como siempre y que ella piense hasta lo peor de mi. 

Como siempre. 

Solo espero que esta vez, todo sea distinto. 

Le avise a Ciara por mensaje que ya podían volver y Louis organizo una "salida" con la rubia para dejarnos solos con Noelle. 

- Ciara no quiso explicarme, ¿Puedes explicarme tu que esta pasando? - Noelle cruza los brazos apenas entra a la sala principal. 

Ciara y Louis salen por detrás haciendo de este momento un poco mas sencillo. 

- Voy a dejar de insistir que cambie, ahora estoy listo para demostrarlo - Me acerque a ella, entrelazando nuestras manos. No reacciono hacía el gesto, solo se quedo mirándome. 

POV NOELLE

No entendía que estaba pasando. Apenas llegue a la cabaña encontré una mesa en medio de la sala de estar con velas que alumbraban la oscuridad por falta de luces y Harry parado enfrente mío con una sonrisa. Me sentía asfixiada, pero solo nosotros dos nos encontrábamos en el espacio. No sabía que hacer ni que decir, solo asentí y me dirigí a la mesa para sentarme. El me imito a hacer lo mismo.

- Espero que te guste la comida - Aparece Harry desde la cocina con una bandeja en sus manos. Pizza. 

- Esto no lo hiciste tu - dije mientras reía. El se digno a sonreír por mi comentario.

- Ja ja que graciosa - me limite a notar sus hoyuelos al reír, sentí la necesidad de besarlos por un momento. - Esta pizza será la mas rica que has probado nunca.

- Mmm creo que te daré la razón - admití al probar un bocado y sonreí al ver la satisfacción en su rostro, y no tenia duda, era la mejor que había probado.

- Tienes la sonrisa mas hermosa que existe. - exclama sin pudor, al escuchar eso mis mejillas se tornaron rojas junto con el resto de mi cara.

Luego de comer hasta saciarnos con la deliciosa pizza, llegó el momento del postre. Esta noche eran puras sorpresas acompañadas por el rizado. Mientras terminábamos el plato, el me contaba sus días como repostero cuando era niño y lo hábil que era para la cocina. 

Terminamos de acomodar la mesa y no perdimos ni un solo segundo. Me guió hasta el sofá y nos acomodamos para poder ver una película. Notaba como Harry se acercaba mas a mi cuerpo, apoyando su mano en mi muslo unos segundos para luego pasar el brazo por mis hombros. 

Y debo decir que me ponía un poco incomoda, sin embargo, una risita cayo en mi boca al recordar las películas de amor y como el trataba de imitarlas. 

- ¿Te ríes de mi? - exclama haciendo puchero con su boca.

- No... no - negué, aún sonriendo como una tonta. - Es que todo esto es tan lindo, no creí que fueras de los cursi - lo empujo un poco por el hombro - ya deja de hacer puchero, bebito

- ¿Quieres que deje de hacerlo? - asentí con la cabeza.

Harry comenzó a acercarse a mi como un imán, hasta juntar nuestros labios. Al inicio no reaccione y lo noto, se separo de mi al instante pero solo se quedo centímetros mientras observaba mis ojos, en ese momento sentí el pequeño espacio que sobraba entre nosotros, me sentía vacía con el espacio.

Posicione mi mano en su nuca y me abalance a el, uniendo nuevamente nuestros labios. Harry acomodo mi cuerpo por encima del suyo, justo cuando bajo delicadamente sus labios a mi cuello, provocando que largue un corto gemido. 

Sus ojos volvieron a los míos, esperamos unos segundos para ver si alguno haría otra jugada. Pero nada, ambos quedamos hipnotizados con nuestras miradas. 

- ¿Estas segura de esto? - Harry posa su mano en mi mejilla, acariciándola como el mejor sabe.

- Nunca te olvide Harry, aunque me duelas, te sigo amando como el primer día - susurre en sus labios, dejando pequeños besos a su alrededor.

- Te quiero - admitió. Cerré los ojos al escuchar esas dos palabras que tanto espere y apoye mi frente en la suya. Harry acerco sus labios a mi nariz y deposito un pequeño beso en la punta.

No pude contestar, pues no le creía del todo.  

Solo quería que ese momento fuera eterno, luego de unos minutos encontramos una película que ya estaba casi en el final pero igual nos pusimos a verla, el cada tanto me regalaba un beso en la mejilla y me abrazaba haciéndome sentir la persona mas feliz del mundo.

Por un momento olvide todo lo del pasado.