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Me desperté minutos antes de que sonará la alarma. Jamas me pasa, pero creo que es entendible ya que no me acostumbro al cambio de habitacion o mejor dicho, de ciudad. 

Solo espero que no vuelva a pasarme, es tiempo perdido para dormir. 

Suspiré mientras daba media vuelta por la cama, para encontrarme con mi tan amado chico. Pero el no estaba. 

- ¿Harry? - exclamé. 

- Estoy en el baño, hermosa - oí gritar desde la puerta junto a los muebles, que llevaba al baño de la habitacion. 

Me senté y froté mis ojos con las manos para poder despertar por completo. El celular de Harry no dejaba de vibrar y ya era algo que me molestaba. 

No era por ser metida, ya que le tengo confianza. Pero que un celular a las 9 am comience a vibrar y hacer ruido es molesto. 

"Sasha te ha enviado un mensaje"

¿Quien mierda es Sasha? 

Solo eso aparecía en su pantalla, quise desbloquearla pero este tenia clave. Bueno... tal vez estaba exagerando. ¿Puede tener amigas? Claro que si. No veo razón por la cual desconfiar, quiero decir... es solo una amiga, si, eso. 

- ¿Cómo amaneciste? - Aparece por la puerta del baño con una toalla atada a sus caderas. Mis ojos se quedaron perplejos al ver su cuerpo entallado como si los mismos dioses lo hubiesen creado. Sus tatuajes, dios mio...

- ¿Noelle? - oí otra vez su voz. - ¿Estas bien? 

- Estas tan bueno - balbucee. Arrugue la nariz al darme cuenta lo que dije y Harry solo se limito a reír. - Quiero decir... Estoy bien - sonreí. 

La toalla de Harry desapareció de su cuerpo y parecía que lo hacía a propósito, pues se colocaba el boxer de una manera tan lenta que por un momento creí que no le alcanzaría el tiempo para hacerlo. 

- No mires, estoy desnuda - exclamé, sin embargo, siguió con sus ojos posados en mi como si no hubiera dicho nada. 

- No hay nada que no haya visto antes, amor - resaltó - Ademas, tu cuerpo es de ensueños - Rodé los ojos y me levante para buscar mi sostén, sin importar su mirada en mi.

- Por cierto, no quiero sonar celosa pero... ¿Quien es Sasha? - pregunté mientras sacaba unos leggins negros, un corpiño de encaje y un sweater gris un talle mas grande que el mio.  

- ¿Sasha? - pregunto luego de unos segundos, rascándose su cabeza. 

- Pues una Sasha te ha enviado un mensaje - alce las cejas - ¿La conoces o solo esta tratando de ligarte? Por que si es así juro que... - me interrumpió. 

- No - exclamó - Ella es... Quiero decir, la conozco - reafirmo - Es hija de... un amigo de la familia, si. 

- Ehm, esta bien - sonreí vagamente - Iré a caminar un rato, ¿Vienes? 

- Luego de alcanzo, tengo que arreglar unos asuntos - Asentí, a pesar de que este actuando mas raro de lo normal. 

En mi mente giraba el nombre de Sasha, ¿Quien era? ¿Porque no la conocía? Confío plenamente en Harry y se que no haría nada... osea, el no volvería a engañarme. Pero si ya lo hizo una vez, podría hacerlo mas veces. 

Deja de matarte con los pensamientos, Noelle. 

Me encuentro con Liam en el comedor y le aviso que saldré a caminar. Despejar mi mente y las ideas que tenía seria lo correcto para comenzar un buen día hoy. 

El viento del otoño golpeaba mi cuerpo con suavidad, apenas si podía decir que hacia frío. Lo que en verdad amaba, ya que el frió es algo que debería permanecer los 365 días del año. 

Decidí pasar por Starbucks para comprar un café, ya que no había desayunado nada y la barriga comenzaba a gruñir. Por suerte había salido con dinero y supuse que Harry no vendría, así que podría tomarlo yo solita. 

- Buen día, un café para llevar por favor - pedí entregando el dinero.

- Claro, señorit... - el joven se detiene y abre los ojos como platos. Giré mi vista pensando que veía a otra persona detrás mio. - ¿Noelle? - se trataba de mí.

Volví mi vista al joven unos segundos mas y pude ver, sus facciones, sus ojos, su sonrisa. Lo conocía. 

- ¿Sam? - una sonrisa se dibujo en mi rostro al verlo otra vez. 

 No podía creerlo. Conocía a este idiota desde hace varios años, Sam fue mi primer amigo en el preescolar, luego mi primer amor y mejor amigo. Pero vamos, no salio nada mas que una amistad. Creo que nos besamos en una fiesta tiempo después de conocernos, pero como les digo, no paso a mayores. 

- ¡Noelle, dios santo! ¿Dónde diablos estuviste todo este tiempo? - Sale del otro lado de la caja y me enreda en un abrazo. - ¿Qué haces en París?

- Estoy acomodándome al ambiente - sonreí - empiezo una prestigiosa academia de baile dentro de unas semanas. ¿Tu que haces aquí?

- ¡Wow, eso es genial Noe! - su sonrisa no dejaba de mostrarse a la vista, debo admitir que era muy linda - Trabajo en este puesto, solo eso, quise explorar otras cosas. 

Ambos quedamos mirándonos, sin decir nada. Era tan extraño esto, después de tanto tiempo...

- Sabes, tengo que trabajar ahora. Pero quizás podríamos vernos en otro momento - sugirió. 

- Quizás - sonreí. 

Luego de pasarnos nuestros números telefónicos para poder mantenernos en contacto estos días y poder juntarnos nuevamente así podemos actualizar las hojas de vida, nos abrazamos y volví a mi recorrido. 

Pero alguien me detuvo, gire para encontrarme nuevamente con Sam. 

- Tu café, tonta - ambos reímos. Sam se acercó y planto un beso en mi mejilla, volviendo a su puesto de trabajo. 

Tome un sorbo del café con la vista en el cartel Starbucks, pero al darme la media vuelta y tomar mi camino para el apartamento, veo el rostro de Harry a solo una cuadra de distancia verme una vez mas para voltear y seguir caminando. 

Memoria Perdida | h.sWhere stories live. Discover now