Memoria Perdida | h.s

19

  - ¿A dónde vamos? - pregunte ansiosa mientras el me abrochaba mi cinturón de seguridad y luego se colocaba al volante. 

- Es una sorpresa Noelle, ya deja de preguntar - resoploó con una sonrisa mientras conducía por las calles de Paris. Minutos antes de subirme al coche me vendo los ojos y me negó mirar hasta llegar al tan esperado lugar.

Había olvidado por completo que cuando Harry había llegado a París, me había dicho que tenía una sorpresa para mi. Supuestamente, esta era la sorpresa. 

Liam y Cheryl se quedaron solos en el departamento, solo espero que ella pueda decirle la verdad. Apenas me contó la razón por la cual estaba mal, le apoye y dije que era una bendición. Ellos en verdad se aman y se perfectamente que Liam estaría al lado de Cheryl en momentos como este y obviamente, querría al bebe. Cuando le explique todo esto, supuse que sus nerviosa habían bajado y ya no se sentía con el mismo miedo que antes. 

Ademas, ahora estoy tan ilusionada con la llegada de un mini Liam que no veo la hora que nazca. 

- Llegamos- exclamó, pude sentir su descenso del coche y el abrir de mi puerta, agarro mi mano ayudándome a bajar.

Sentí como el lazo en mis ojos iba desvaneciendo y al abrirlos, los volví a cerrar creyendo que era una broma. Estaba aquí. Había visto esto en varias películas pero nunca se me ocurrió venir a verlo en directo.

- "El pont des arts" - dijo fingiendo acento francés y señalando con la mano el paisaje, al puente lleno de candados expresando el amor hacia otra persona. Era la cosa mas hermosa, romántica e imposiblemente cierta que mis ojos creían ver. - Te amo - dijo en mi frente al besarla con suavidad. Amaba esos gestos que tenía, siempre sorprendiéndome.

- Te amo - le respondí, ambos sonreímos. - ¿Por qué estamos aquí?

Harry solo me miró y siguió caminando a mi lado mientras pasábamos el tan famoso puente. Nuestras manos iban entrelazadas y me sentía tan feliz a su lado. Pero no entiendo porque ignoro mi pregunta hace unos segundos. 

Paramos justo en medio de este y nos acercamos al borde donde se encontraban todos los candados enganchados. El saco de su bolsillo uno con nuestros nombres grabados en el.

- ¿Acaso no tenemos que escribirlo nosotros? - dije sonriendo.

- Amor, el marcador se borra en algún momento. - Sujeto mi mano en la que tenia el candado, la alzo para besarla - Lo hice para que ni la mayor catástrofe en el planeta los borrara. A pesar de todo, van a seguir nuestros nombres en el candado. 

Me sujeto de la cintura acercándome mas a el, me sentía segura. Nos inclinamos y lo enganchamos a uno de los extremos del enrejado. 

La cantidad de personas que pasaron por aquí e hicieron lo mismo que nosotros ahora, millones de candados jurando amor eterno...

Seguimos caminando hasta llegar al final del magnifico puente. Señale un parque hermoso que se encontraba cerca nuestro y nos dirigimos para sentarnos un momento. 

- Harry no entiendo, ¿Por qué todo esto? - pregunté otra vez, pretendiendo que ahora si contestara pero solo se digno en sacar un mantel de su mochila y acomodarlo en el césped para que nos podamos sentar. 

Sus ojos rodaron hacia mi y volvieron a mirar hacia el frente, ignorando mi pregunta.

- Harry... - repetí. Ambos nos sentamos. 

- Pues tu cumpleaños es en 2 días, decidí festejarlo por adelantado solo nosotros dos, aquí y ahora - por un momento olvide que faltaba tan poco para mi cumpleaños. 

- Pero, sigo sin entender. ¿Por qué hoy y no en dos días? - exclamé dirigiendo mi vista a la suya, pero el simplemente la tenía perdida en el paisaje con el ceño fruncido. Mis nervios comenzaron a invadirme. 

- Iba a decírtelo, pero... No quería arruinarlo todo - susurro con la vista baja. Me di cuenta que algo andaba mal, me acerqué a el y pase mi brazo por su hombro. Era la primera vez que lo veía así, tan frágil. Sentía que si no lo sostenía iba a caerse. 

- ¿Qué tienes que decirme? - mi rostro se transformo en desesperación, al parecer no quería escuchar lo que estaba por decir. Pero debía hacerlo.

- Volveré a Londres, mañana por la mañana. Mis días aquí pues... terminaron. - Apretó con sus brazos mi cuerpo acercándolo mas al suyo, teníamos tanto miedo de perdernos y ahora eso estaba por pasar, otra vez.