Memoria Perdida | h.s

Epilogo.

-Déjame Harry...-exclame desde adentro del baño, sujetando con fuerza la puerta.

-Joder, Noelle por favor, ¡No quiero perderte, otra vez no!-grito, sus palabras le delataron que estaba llorando.

Y entonces, me moví hacia atrás, soltando la puerta que separaba nuestros cuerpos. Harry entro con delicadeza, tenia ambas manos sosteniendo mi cabeza. Hubiera deseado no venir.

-Te amo, ¿Lo entiendes? ¡Te amo, desde el puto día que te fuiste, todos los días de estos putos cuatro años y justo ahora, te estoy amando!-grito. Pero no podía escucharlo, estaba negada.-Mírame Noelle, por favor-sus manos sujetaron las mías, dejando mi destrozado rostro en vista.

-Tu no entiendes Harry... Volver al pasado, es tirar todos estos años a la basura. Todo lo que logre, todo lo que conseguí... No quiero. No me obligues-suspire, retirando la vista de sus ojos-Te extraño todas las noches desde el ultimo encuentro y mierda que cada día te amo mas, pero es imposible Harry. Lo nuestro... somos personas completamente distintas. Ambos queremos cosas distintas, y jamás vamos a poder convivir con las mentiras, los engaños...-me interrumpió.

Pero hubiera querido que me interrumpiera con palabras.

Sus labios se unieron a los míos, callándome todas las mentiras que había liberado. Joder, como extrañaba esta sensación. Harry sujeto mis piernas elevándome a horcajadas de el, en cada respiración soltaba un gemido. Ambos necesitábamos esto.

-Te hare sentir como si fuera la primera vez...-susurro en mis labios.

Creo que, esto era la despedida. Pensé.

No había rosas, velas, una cama o siquiera estábamos bien psicológicamente. No era romántico, no éramos perfectos. Pero estábamos los dos, solo eso bastaba.

Su entrepierna rozaba mis bragas mientras cada vez subía mas el vestido, esto era algo que ni el propio Sam podía hacerme sentir.

Baje una mano mientras desprendía los botones de la camisa, desabrochando sus vaqueros y tocando por encima de la tela de sus boxer. Sabia que tanto le gustaba eso.

-Joder Noelle... Me voy a correr-gimió.

-Estoy lista-suspire, con la cabeza mirando al techo. Harry depositaba besos en mi cuello, algunos succionaba, tal vez dejara marca. No me importa, nada me importa.

Corrió mis bragas mientras acercaba su miembro a mi feminidad.

-No.. No tengo condón- después de pensarlo, lo dijo.

-No lo necesitamos-susurre en su oído, mientras capturaba con mi boca su lóbulo.

Por un momento lo dudo, me miro y luego sonrió. Se lo que estaba haciendo, no quería perder tiempo.

Entonces, entro en mi. Un suspiro salto de mi boca en el momento del toque de nuestras entrepiernas, volví a sentir. Volví a vivir como hace cuatro años y medio.

Sus movimientos eran suaves, sabiendo también, en la posición que estábamos era algo complicado. Harry se percato de eso y muy lentamente, me acostó en el suelo, cayendo su peso por encima del mío y uniendo otra vez nuestros cuerpos. Ahora si, todo era mas lento y dulce. Nuestras lenguas bailaban al compas de sus movimientos de caderas, cada tanto hacia fuerza con las mías para no perder la costumbre. Sigo.. Solo estamos recordando viejos tiempos.

Solo... estamos haciendo el amor.

Sentí como se corrió y llegamos al clímax. Harry se acostó unos segundos a mi lado, sabiendo que probablemente alguien entre al baño.

-Hasta pronto Harry-susurre, acariciando su mejilla.

(...)

Una semana después.

No volví a saber nada de Harry, pero no me sentía mal. Nos habíamos despedido de la mejor forma. Anoche comenzó a dolerme el estomago, hasta vomite. Pero no le dije nada a Sam, tampoco pienso decirle. Es mas, nuestra relacion viene perfecta.

Era de noche, la luna alumbraba todo el terreno. Me senté en el balcón para admirarla un poco.

A pesar del lugar, a pesar del país, o del continente. Escuche por ahí que la luna se ve siempre igual en todos los lados del mundo. Esta vez, era gigante –luna llena-.

Entonces pensé... Después de todo, no estamos tan alejados. El era mi alma gemela, quiera o no. Lo amo profundamente desde los 16 años, lo voy a amar profundamente hasta que no exista mas mi nombre. Quizá en ese instante me de cuenta de lo idiota que fui por dejarlo ir.

Pero solo se que si dos grandes amores se prometen la vida juntos, algún día, en algún momento el destino los unirá.

Recuerdo ese día que perdí la memoria, que todo comenzó a empeorar. Olvide quienes eran mis amigos, mis aficiones, a veces hasta olvidaba quien era yo.

Pero algo en mi, algo muy en el fondo me guardo en mi memoria a Harry Styles, el chico de rizos y ojos verdes que rompió, sano y robo mi corazón de todas las formas posibles. Y eso, no se va a borrar jamás.

Siempre en mi memoria.

¿Fin?