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2 días después.

Apenas llegué a mi casa corrí las escaleras hasta encontrar mi laptop justo como la había dejado. Suspire y abrí con algo de miedo el aparato. 

Grite, llore y abrace a mi mama unas cien veces en ese día. La escuela Paris Marais Dance School me había otorgado la beca para estudiar ballet en París. 

Justo después de caer a la realidad, llame a Liam aun temblorosa y le conté todo. El me explico que había ordenado por primera vez el departamento y ya tenía la habitacion de huéspedes lista. 

No veo la hora de estar allí, lejos de todo lo que me hace mal. 

- ¿En que momento creciste tanto mi niña? - suspira mi madre con una sonrisa. - ¿Tienes todo listo?

Eche unos mechones de pelo hacía atrás y suspire agotada mientras cerraba la maleta. 

- Creo que si, tengo todo - sonreí satisfecha. - creo que me bañare y descansare, fue un día muy agotador.

- Si es lo mejor, mañana temprano te llevare al aeropuerto. Descansa - se acerca y me da un beso en la frente - Mañana será un gran día mi princesa.

Si que lo será.

Salí de mi baño ya con la ropa interior y me coloque unos shorts y remera de tirantes que tenía de pijama. 

Bajé hasta la cocina para buscar un vaso de agua y volví hasta mi habitacion, cerrando con cuidado la puerta ya que mi madre dormía. Tome unos sorbos del vaso y apagué el velador a un lado de mi cama. Me acurruque en las sabanas y cuando casi conseguía dormir, mi celular comenzó a sonar como un loco. 

Lo tome con velocidad y apreté sin fijarme quien llamaba. 

- ¿Quién es? - pregunté mientras me sentaba. 

- Harry - al escuchar eso, no tuve reacción alguna ni siquiera para contestar - Antes de que me cuelgues, necesito hablar contigo.

- ¿De que quieres hablar? - fruncí el ceño. 

- No puedo, no por aquí.

- No puedo ir a ningún lado Harry, mi mama duerme y ya estoy en pijamas.

- Lo se, por eso te llame. Ábreme la puerta del balcón. 

¿Qué?

Al asomarme por las cortinas que recorrían la ventana del balcón, lo vi a el. Con una sudadera gris y sus ocurrentes vaqueros negros, el cual se encontraba apoyado en el barandal mirando la pantalla del celular.

- ¿Qué haces aquí? Mi mama me va a matar - susurre, cerrando con delicadeza la puerta justo segundos después que el rizado entrara a mi habitacion. 

Harry se encontraba parado frente a mí, mirándome como si fuera la primera vez. Sus ojos me recorrían de pies a cabeza y no podía difinir la vergüenza que tenia al estar en pijamas. 

- Perdón Noelle, no puedo dejar que te vayas sin antes decirte lo que me vengo guardando desde que te volví a ver - Ambos nos sentamos en mi cama apoyados a la pared. 

- Pues dime. - exclamé mirando un punto fijo. 

- Hace un año y medio que estoy enamorado de ti. - sus palabras fueron un golpe bajo cuando las oí. - Y si, te preguntaras... ¿Porque jugó conmigo? Mi cielo si supieras las ganas que tengo de contarte como fueron las cosas, pero no puedo. Tuve varios problemas y lamentablemente estos me llevaron a tener malas decisiones, pero lo que menos quería era involucrarte... Tus ojos, tus labios, tu forma de ser me llevaron a no querer compartirte con nadie, por eso te había forzado a que me quieras a pesar de que yo no podía querer a nadie...

- Harry, no hace falta esto - negué con la cabeza, a pesar de que no entendía las cosas que estaba diciendo. Ambos nos posicionamos enfrentados. 

- Si hace falta Noelle, entiendo que mañana te iras y que nada de lo que diga te hará cambiar de opinión, solo quiero despedirme, quiero que tengas el mejor viaje de tu vida y que todo lo malo que te hice pasar allá ni siquiera lo sientas, pero quiero que sepas que desde que te vi no deje de pensar en nada mas que reconquistarte. Fui muy egoísta y no debí dejarte sola, pero solo te puedo decir que ahora estoy seguro de esto, que te amo con cada centímetro de mi cuerpo y que estoy dispuesto a esperar todos los años que sean necesarios, solo para volverte a ver.

Coloque mi dedo sobre sus labios, con la otra mano limpie la ultima lagrima que corría por mi mejilla y lo bese. Tardo solo unos segundos en terminar con ese momento, pero el solo sonrió.

- ¿Por qué hiciste eso? - suspiro entre mis labios.

- Porque mañana ya no podre hacerlo. - sonreí, llevando mis brazos a su nuca. -Solo bésame Harry, tenemos una noche, ¿Quién necesita mas?

El obedeció y siguió con pegar sus labios a los míos, empujando mi cuerpo hacia atras hasta quedar acostada, el por encima mio. Comencé a bajar mis manos hacía sus vaqueros para luego des prenderlos con seguridad, pero el detuvo el beso. 

- Noelle, no creo que... - le interrumpi.

- Si quiero - sonreí. El prosiguió su recorrido de mis labios hasta el cuello dejando en si varios besos, que provocaban pequeños gemidos de parte mía. Sus manos lograron quitarme el pijama en cuestión de segundos, quedando solo en la ropa interior. 

Sus labios se movieron de mi cuello hasta llegar a mis clavículas y depositar pequeños chupones por toda mi piel desnuda. Delicadamente bajo mis bragas, tiré mi cabeza hacia atras al sentir su tacto en mi parte intima, introduciendo dos dedos para hacerme sentir placer. Lance un gemido que agudizo todo en mi interior, temía que mi madre se despertara pero nada me detenía.

Termine el trabajo de quitarle la ropa, mientras el deleitaba sus deseos succionando mis pechos y dejando marcas en el sector. Termino de jugar un poco con sus dedos en mi feminidad y rozó su genital con el mio, para entonces ambos estábamos explotando del placer. 

Harry se levanto para buscar en sus vaqueros tirados un preservativo que en segundos ya estaba colocado y no dudo en volver por encima de mi, manteniendo el control del juego.

- No te haré daño... - susurra en mi boca. 

- Confio en ti - suspire, derrotada por la pasion que habitaba en el lugar. Uní nuestros labios y nuestras lenguas comenzaron a jugar entre sí, mientras el mordía mi labio inferior. 

Lo bese una vez mas y luego comienzo a sentir la presión hervir, el me calmaba con suaves besos en el cuello y gemidos que erizaban mi piel con rapidez. Sus movimientos eran calmados y lentos, lo que hacía que el dolor se volviera placer en cuestión de minutos.

Harry se recostó a mi lado, agotado pero con una sonrisa que se notaba a kilómetros. Me levante para volver a ponerme la ropa interior pero esta vez opte por dormir con la sudadera de Harry. El se metió por debajo de las sabanas y su brazo paso por mi cintura, podía sentir su respiración en mi cuello, hasta que cerré los ojos y se volvió en una hermosa realidad. 

Que estaba por terminar.

Memoria Perdida | h.sWhere stories live. Discover now