Capítulo 14

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Juri abrió los ojos y dejó de beber de Takuma al escuchar aquello que le había dicho. No pudo decir si era un sueño o no porque todo le parecía raro, desde que su hermano estuviese enojado, que Akatsuki y Hanabusa se preocuparan de ella y ella bebiendo de su primo Takuma, sin mencionar que tenía la sensación de no quererse separar de él por nada del mundo.

Sacó sus colmillos de la piel del chico y continuó abrazándolo a la vez que acariciaba su espalda. Se sentía plena en ese momento, sin ninguna inquietud ni nada que la hiciera quererse separar del chico.

Respiró profundamente y se separó un poco. Recordaba perfectamente bien lo ocurrido y quería hablar de ello con los presentes.

—Nagato bebió de mi sangre a la fuerza. —comentó sin que se lo preguntaran. Se dio cuenta que los cuatro chicos la escuchaban atentos y continuó. —Había ido a su habitación para beber un poco de su sangre, sentía que la necesitaba. Al principio se dejó sin queja alguna y permitió que yo bebiera cuanto quisiera. Pero cuando me alejé al dejar de beber de él y estaba por irme, me lastimó mientras me tomaba por la fuerza para pegarme a la pared y sin ningún aviso ni rastro de piedad, me mordió. Bebió tanto de mí que me sentí débil, me sentí mal e inútil. —suspiró. —Como pude, logré alejarme de él y corrí de vuelta aquí. Yo no quise que él bebiera de mí, nunca lo hubiese permitido. —sentenció.

Senri se acercó a su hermana y acarició su cabello luego de haberse sentado al borde de la cama junto a Takuma. 

—Él no volverá a tocarte, y eso te lo prometo. —dijo seguro de cada una de sus palabras. Juri asintió y trató de sonreír. Miró nuevamente a Takuma y tomó su mano, Senri, al ver esto, no se quejó ni dijo una sola palabra. Quería estar calmado para transmitirle aquello a su hermana. Iba a costar que se acostumbrara a la realidad de tener que ver a su hermanita como "algo más" de su propio primo, pero sentía que podría aguantar el verlos así.

Finalmente, el pelirrojo se levantó de donde estaba y se paró junto a Hanabusa y Akatsuki, quienes permanecían en silencio, para ver de nuevo a Juri.

—No vamos a dejar que Nagato se te acerque de nuevo. —dijo Hanabusa mirando a Akatsuki para luego volver su mirada a Juri. Ella asintió.

—Nunca debiste confiar en él para llegar a mostrarte como eres. —sugirió Akatsuki.

Juri sabía que tenía razón y no tuvo ningún problema en admitir su grave error como para llegar a sentir algo por Nagato, los chicos tenían razón.

Senri siempre tuvo la razón al advertirle sobre él, pero ella nunca quiso escucharlo.

—Lo sé, pero no va a volver a pasar, lo prometo. —dijo ella en un tono muy tranquilo. Respiró profundamente y se dispuso a hablar. —Pero ahora él me debe demasiada de su sangre... y yo voy a tomarla. —agregó cambiando su tono a uno más firme y duro. 

Ninguno de los presentes iba a debatirle algo. Senri comprendía que Juri tenía el lado vengativo que solían tener los Kuran, o al menos, el que solía tener Rido. Aunque ella no lo admitiera y detestase la realidad; era el vivo reflejo de su padre. Claro que cambiaban algunas cosas entre ambos, pero Juri era demasiado parecida a Rido, y eso hacía que muchos en el Dormitorio de la Luna le temieran. Los cuatro sabían que era natural que quisiera beber de vuelta de Nagato hasta provocarle la muerte, y eso era precisamente lo que ella quería hacer.

La pelinegra negó con la cabeza repetidas veces y nuevamente buscó consuelo en los brazos de su primo. Escondió su rostro en el cuello del chico y éste acarició su cabello nuevamente. Pudo sentir claramente como ella empezaba a llorar. 

La había sucedido demasiado en tan solo una noche, había sido demasiada presión, demasiado dolor y demasiados sentimientos encontrados. Ni siquiera alguien que aparentaba ser tan dura y fuerte podía aguantar algo como eso.

Lazos de SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora