CAPITULO 52 RETORNO

4.3K 438 139
                                    



PERSPECTIVA: Rozuel Drayt


La carreta se detuvo en el centro de la aldea Argoh tras un día entero de viaje, en plena noche los refugiados bajan en orden somnolientos del transporte, entre ellos Basan Nios y yo.


— ¿Te parece si dejamos la charla para mañana al amanecer? –Me pregunto el mercader.


—Claro –Conteste acompañado de un bostezo.


—Excelente, te esperare en el gremio de mercaderes entonces.


Me sentía cansado aun viniendo en todo el camino durmiendo y no me venía mal dormir esta vez en la comodidad de una cama, sentía que fue hace mucho que tuve el placer de hacerlo, me hospede en la misma posada de siempre y tras comer lo que ordene, fui directo a mi habitación alquilada a dormir.


—Buenas noches Allum... zzz... zzz...


—"Buenas noches, amo".


Dormí de lo más profundo, pues desperté cerca de las 10 de la mañana, como Basan me dijo, me dirigí al edificio donde yacía el gremio de mercaderes, la entrar mire al sujeto de la barra de bebidas (Blar) quien señalando con el dedo me indica la mesa donde se encontraba sentado Basan Nios.


—Viniste, por un momento pensaba que te tardarías más –Dijo el mercader para luego beber su alcohólica bebida.


—¿No es demasiado temprano para beber aun?.


—Bah, se necesitan de muchas más copas para entorpecer a este viejo, además pedí la bebida menos fuerte mientras te esperaba, ¿listo para charlar?.


Como era costumbres, las reglas de este gremio dictan que todo negocio se discuta en el piso de arriba (segundo piso), fuimos el centro de atención de todos los mercaderes curiosos, que mal que ese gordo bastardo de Gramour no estuviera aquí para verlo, una reacción infantil suya hubiera sido de lo más hilarante de ver.


Una vez en el segundo piso, escogimos una de las habitaciones, tomamos asiento alrededor de la única mesa del lugar y las negociaciones se abrieron, por supuesto antes de comenzar, Basan me pidió que le contara lo sucedido en la mina, si bien pudimos haber charlado de esto en la carreta, pero ninguno de los dos parecía sentirse cómodo teniendo gente escuchando a nuestro alrededor, se pensó mejor que debía ser una charla privada.


Le describí en detalle todo lo ocurrido, el origen de esas plantas, el loco científico responsable de todo y por supuesto la parte de la mina, la había encontrado totalmente derrumbada y los cuerpos de los fallecidos desaparecidos, se dedujo que aquella explosión que Nios vio, fue producto de los magos que contracto defendiéndose de los zombis, tal parece que ellos fueron los primeros en avistarlo y ser las víctimas, al haber estado cerca de la guarida del genio demente que los creo.


—Derrumbada... maldición, tanto el personal como la mina, están todo perdido, que desastre... -Dijo preocupado con una mano cubriéndole medio rostro con sudor.

Metalord RevolutionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora