CAPITULO 190 AMANECER DE UNA OPERACIÓN VICTORIOSA

1.1K 148 51
                                    

PERSPECTIVA: Rozuel Drayt


Una puerta es pateada por Adil, ingresando a un almacén que servía de armería para depositar armas mágicas de la fortaleza ubicado en el segundo piso, un gran número de guardias se habían atrincherados en el lugar. Yo le seguí adentrándome con el AK-47, con Riha armada con ambas pistolas y Crok solo valiéndose con una daga a la mano.


En total contábamos unos 11 guardias frente a nosotros, habían reemplazado sus armas ordinarias por aquellas potenciadas por magia, ya sean ítem encantados o artefactos mágicos. Pese a que nos superaban en número y obtenidos mejores armas, la mayoría nos observaban con inquietud y las manos con las que sostenían su arma les temblaba un poco.


—"Parece que ya empiezan a darse una idea de lo que está sucediendo en toda la fortaleza" -Pensé entonces.


Adil quien cargaba con una cabeza humana en su cintura, la toma para arrojárselo a los guardias, quienes con temor la miran detenidamente y reconocen algunos a quien le pertenecía. Con esa larga barba negra y una cicatriz ubicada al lado de su ojo derecho, era bastante difícil que no se dieran cuenta de quien se trataba.


—¡El Yusuf Ahja Zad'tyk ha muerto! -Anuncio el líder rebelde —¡El capataz Zahim Sagel ha muerto!, ¡sus tres capitanes!: Jaya, Likh y Him-aya, ¡han muerto!.


Con el anunciar de la muerte de todas las autoridades o mandamases de la fortaleza de Hasr, los guardias expresaron su angustia emocional en su misma mirada.


—¡Malas noticias!, ¡Malas noticias...!


Un guardia llega corriendo a toda prisa, ingresando a la armería para reunirse con sus compañeros, solo para encontrarse con nosotros a escasos metros, estaba por enfundar su sable que tenia sobre la cintura cuando yo se lo impedí, disparé fallando a propósito cerca de su pie izquierdo para que observara el agujero que dejo dicha bala.


—Si no quieres terminar con un agujero en la frente, toma tu arma y arrójala


muy lejos -Le amenace mientras le apuntaba con el rifle de asalto.


Con suma obediencia alentado por el miedo, toma cuidadosamente su arma para arrojarla lejos de su posición, quedando desarmado.


—Dijiste que traías "malas noticias", ¿no es así? -Adil le pregunto.


—S-si... -Con nervios aquel guardia le contestó.


—Diles a todos, cuales son esas "malas noticias".


—El ejército del Muhaqdad... de 3000 hombres que rodeaban la fortaleza... ha sido... aniquilado...


Con tal noticia llegado a los oídos de los 11 guardias, la moral del grupo se quebranta en su totalidad, dos caen de rodillas al suelo con el soltar de sus respetivas armas, tratando de digerir tal acontecimiento.


—¡Yo, Adil Salah Ayub, líder de los rebeldes!, ¡les exijo su rendición inmediata!, ¡o nos veremos obligados a tener que eliminarlos, como a sus aliados y superiores al mando!, ¡la decisión es suya! -Declaro el líder calvo del punto en la frente.

Metalord RevolutionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora