PERSPECTIVA: Rozuel Drayt
En pleno receso, en el patio de la escuela, tres brujas se preparan para montar una escena como la de Riza Gramwind, pero esta vez estaba preparado, los dedos de mi mano derecha estaban sobre la empuñadura de la pistola que guardaba en mi cintura a espaldas en el pantalón, ansiando el momento.
Podía ver el mana (energía mágica) acumulándose en la vara que sostenía, no puede ser... ¿piensa atacarme con algo más fuerte que lo que uso esa perra de cabello naranja?, estaban a punto de lanzar su ataque y en el momento en que la tres voltearon al mismo tiempo mirándome con ojos maliciosos, desenfunde la pistola apuntándoles.
¡BANG!
De un solo disparo las tres caen al suelo a la vez, el ruido seco de la bala resuena haciéndose oír en toda la escuela, mi objetivo desde el principio fue la vara y mi puntería fue tal que solo me basto ese disparo para darle justo en el blanco y destrozarla, en consecuencia el ataque fue anulado y las brujas abrumadas por el poder de algo que nunca han visto, miran con duda y temor lo que sostengo en la mano.
Pude resistir el empuje del retroceso provocado por el disparo, pero eso no evito el dolor ocasionado en la herida del hombro, esta maldita herida incluso opaca mi uso del arma, aunque puedo aguantarlo no deja de ser tan molesto como si recibiera continuos piquetes de mosquitos.
—¿¡Que paso aquí!?, ¿¡que fue ese ruido!?.
La profesora Naly Scheen llega al lugar atraído por el disparo de la Springfield XD, mira de manera sospechosa al trio de brujas quienes aún estaban algo atónica con ojos hacia mí.
— ¿Qué ocurrió aquí? –Dirigió su pregunta a mí.
—Disculpe profesora, es que las chicas estaban practicando un conjuro con una vara y sentí curiosidad que les pedí que me dejaran observar, aunque parece... que la cosa fallo y provoco una pequeña explosión, pero todos estamos bien, ¿no chicas? –Brinde mi respuesta acompañado de una falsa sonrisa.
Las chicas al oírme asintieron dando veracidad a mis palabras, aunque era evidente que lo hacían por inquietud, ellas me tenían miedo. En cuanto a la pistola la había ocultado nuevamente en mi cintura ante de que la profesora llegase.
El resto de las clases fueron tranquilos, de hecho bastante, regrese a casa para darle una observación minuciosa a mi arma, me encerré en mi cuarto y saque la pistola dándole una mirada cercana, hasta ahora estaba bien, no tenía fallas, pero si dudas.
Saque el cargador para tomar una de sus balas y posteriormente la desarme, el interior de esta munición estaba vacía, no había pólvora y mucho menos fulminante, de hecho toda munición que yo creaba incluso en mi anterior vida era así y a pesar de ello podía dispararse sin problemas, la pólvora almacenada en la bala brindaba la combustión necesaria para impulsarse en el momento del disparo y el fulminante era la base que causaba la deflagración de la misma, entonces; ¿cómo era posible que los disparos se efectuaran de todas formas si no había pólvora ni fulminante?, tenía una explicación o más bien una teoría.
ESTÁS LEYENDO
Metalord Revolution
FantasíaUn hombre criado de manera funesta en su niñez de un insólito mundo habitado mayormente por Esper, se convierte en un traficante de armas gracias a su don de baja manipulación sobre metales con el cual las crea, viviendo clandestinamente en un país...