CAPITULO 157 LA BATALLA DE PRAYT (Parte 7)

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PERSPECTIVA: Rozuel Drayt


Estábamos rodeados de 5 Gaki por un lado y del otro por un escuadrón de Enanos conformados por 30 soldados del ejército del Reino de Nagret, equipado con armaduras pesadas, con unidades tanto especializada en armas cuerpo a cuerpo y a distancia. El líder del escuadrón de soldados resaltaba al frente de sus hombres con una armadura pesada sin casco y una capa, armado con un mandoble.


— ¡Primero acechadores y ahora Gaki!, ¡nuestras tierras maldecidas atraen a todo tipo de escorias! –Hablo mirando fijamente con desdén hacia nosotros.


— ¡No somos acechadores del Navum! –Hable por todos.


— ¡Ahórrate tus palabra intruso, y pensar que ahora hay niños humanos entre las filas de los acechadores!, cuan corrompida esta la humanidad.


Las palabras eran inútiles, cada Gaki había invocado un arma cuerpo a cuerpo con su corrompido mana, no había forma de que esta confrontación terminara con solo algunas bajas de nuestro lado, sean de Allum, Riha o yo, o alguno de los 17 Protecto de la Ordinem Deam que nos acompañaban. Cuando la lucha se desencadene, una parte confrontaría a los Enanos y la otra a los Gaki, era la única opción que nos garantizaba la mayor posibilidad de sobrevivir, para algunos.


—Que grupo tan interesante, me estaba cansando de solo encontrarme con abominaciones y esos vagabundos errantes llamados "buscadores" –Una voz femenina muy juvenil resalto entre todos.


La voz provenía de una muchacha de inusual cabello verde y unos 130 cm de altura, por su aspecto, lucia como alguien entre los 13 o 14 años de edad, vestía un abrigo marrón semejante a un poncho, su calzado estaba hecho de hierro y su ojo derecho lo cubría un parche de cuero.


— ¿Una niña humana? –Uno de los soldados Enano se preguntó.


El escuadrón estaba confuso ante tal encuentro, y no era de extrañar, hasta para mi esa niña resaltaba unas sospechas inquietantes, pero su líder no se dejó distraer por tales aspectos.


— ¡No se dejen engañar!, lucirá como una humana, pero puedo percibir una pestilencia monstruosa en esa mocosa –Expuso el líder de escuadrón.


—Nada mal –Sonrió la enigmática muchacha de pelo verde —Como era de esperarse, eres el líder de tus hombres al fin de cuentas.


La enigmática niña se quitó sus calzados de hierro, a los pocos segundos, una siniestra sensación empezó a percibirse en el ambiente, al menos desde mi perspectiva. Y antes de que pudiera volver a centrarme en el problema en que el estábamos, el escuadrón de Enanos empezó a alterarse.


— ¡Por las barbas de mis ancestros, quítamelo de encima, QUITAMELO DE ENCIMA!


—¿¡De donde diablos salieron!?, ¡están por todas partes!


—¡No, aléjense de mí, asquerosas alimañas!.

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