CAPITULO 41 EL CONTACTO DEL BÚHO

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PERSPECTIVA: Rozuel Drayt


Tras concluir las actividades en la mina, se emprendió nuestro regreso, como Abral aclaro se detendría en la aldea de Argoh y de allí cada uno recibirá su paga y el encargo dará por finalizado.


De los 8 aventureros contratados (incluyéndome), solo 4 lograron sobrevivir y uno de ellos tiene un brazo menos, lo irónico de esto, es que el sujeto que me amenazo indirectamente con quedarse con Allum si yo llegara a morir en este trabajo, es uno de los fallecidos.


—Oye, chico, ¿es cierto que tú luchaste contra el mismísimo Aarón Ainz Rysther y lo heriste? –Pregunta uno de los aventureros supervivientes.


—Sí, todo fue parte de un combate amistoso entre él y yo, en que solo herirlo una vez bastaba para que ganara, por supuesto el no uso todo su poder –Respondí sinceramente.


Por lo general uno aprovecharía para exagerar los hechos con el fin de hacerme notar o ganar cierta notoriedad y fama, pero no era mi caso, fui honesto diciendo las cosas como fueron realmente, si algo me desagradaría es destacar mayormente con mentiras.


— ¡Entonces es cierto!... ¡el chico le hirió!, ¡logro herir al mago más fuerte del mundo! –Exclama otro aventurero pasmado de la impresión.


—Exageras, solo logre herirlo porque no lucho con todo su poder –Aclare yo.


—En verdad eres tonto –Opino Dey el joven asesino.


— ¿Qué quieres decir con eso? –Le pregunte.


— ¿¡En verdad no lo sabes!? –Me pregunta perplejo uno de los aventureros — ¡Aarón Ainz Rysther!, ¡el mismo lucho en el "Gran Torneo Mágico" contra puros magos de nivel S y nadie, absolutamente NADIE lo hirió en todos los combates!.


— ¡Y eso que dijeron que él ni siquiera fue en serio contra sus oponentes, hasta es más, dicen que se retiró del torneo solo porque se aburrió de él, pudo haberlo ganado fácilmente, pero en vez de eso prefirió irse! –Agrego otro.


Aarón Ainz Rysther, no entiendo tu forma de pensar, eres muy fuerte y pareciera que la vida se torna aburrida para ti, quisiera no volver a encontrarme contigo, pero estoy seguro de que la vida hará que inevitablemente en algún momento volvamos a plantarnos cara.


Pasaron dos días, pero regresamos a la aldea de Argoh para el anochecer, todos nos bajamos de la carreta y Abral nos entregó a cada uno una bolsa con dinero, explicando que adentro yacía la recompensa de 10.000 Bals en 10 monedas de oro (cada moneda valía 1000 Bals), para mi sorpresa descubro que en la mía en vez de haber 10.000 se hallaba 15.000 Bals.


—Ha sido un placer trabajar con todos ustedes –Manifesto Abral con un guiño hacia mí.


Desde aquí cada uno siguió su camino, desconozco las razones del porque Abral amablemente me dio 5000 Bals más sin que los demás lo supieran, no le pregunte, tan solo pude agradecerle asintiendo la cabeza en señal de "gracias".

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