PERSPECTIVA: Rozuel Drayt
Un grupo desconocido se adentró por la fuerza a una guarida escondida de buscadores de Navum, todos estaban con la vista por el corredor de donde vendrían y sus manos sobre su arma predilecta, con su magia elevada listo para manifestarse cuando la situación lo amerite.
Pasos se oían acercándose del corredor, eran los invasores, estaban cerca, se podía sentir el pesar del aire entre los nervios de varios de alrededor, el grupo hostil llega hasta aquí revelándose, siendo un total de 4 individuos.
—Un momento... ¡pero sin son...! –Exclame en mis pensamientos.
Yo sabía quiénes eran esos cuatro, entrando de forma violenta y armando un alboroto que se podría desencadenar en una sangrienta lucha, el cuartero lo conformaban; Riha, Allum, Alan y el Enano guía Creik Rockfist.
La loba apuntaba con la pistola Desert Eagle X4 a los buscadores, Allum con el revolver Colt Python, Alan de sus dagas de empuñadura negra y hojas verdes, y el Enano su hacha doble, tan pronto la semihumana noto mi presencia me hablo.
— ¡Es Roz!, ¡allí esta Roz!, ¡hey Roz, por acá! –Su faceta seria que mantenía apuntando a los buscadores, pronto cambia a una amistosa al verme.
— ¿Los conoces? –Pregunta Douglas.
—Sí, son el grupo con el que estoy, tal parece que estaban buscándome y me encontraron –Le conteste al calvo hombre.
—Tus amigos son unos idiotas, venir a causar bullicio en un escondite de los nuestros, ¿acaso quieren morir? –Opina el hombre con exasperación.
Me alegro de saber que estaban bien y lo mejor es que me habían encontrado, pero en parte me desconcierta como preocupa la manera en que me hallaron, llevara a esta problemática situación.
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PERSPECTIVA: Tercera Persona
Sobre la casa de una granja desconocido en un campo, era el edificio cuyo sótano llevaba a una guarida de buscadores de Navum, Riha y compañía se encontraba en la entrada al dicho sótano, una trampilla de hierro ubicada en el suelo dentro de la abandonada casa de una pequeña habitación que alguna vez se usó como el cuarto de alguien.
— ¿Es aquí? –Pregunta el pelinegro Alan.
—No hay duda, es aquí –Corrobora Riha con su olfato.
—Sin duda, el amo esta allí abajo –Reafirma Allum.
—Entonces no perdamos tiempo y vamos por el muchacho –Sugirió Creik.
Pero aun tomando de la manija a la trampilla esta no se abría, pues estaba fuertemente cerrada, una voz se oyó del otro lado hablar a los cuatro.
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Metalord Revolution
FantasiUn hombre criado de manera funesta en su niñez de un insólito mundo habitado mayormente por Esper, se convierte en un traficante de armas gracias a su don de baja manipulación sobre metales con el cual las crea, viviendo clandestinamente en un país...