CAPITULO 74 LA HOJA DISCRETA DE ASTADO

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PERSPECTIVA: Tercera Persona


El enigmático individuo del hábito religioso se acercaba más al dúo, mientras que Ermando parecía estar perdido con sus pensamientos mirando la tumba de su fallecido amigo Andy, pero Rozuel se había percatado de su presencia.


—No des un paso más –Le advirtió él sangre de bruja atento.


El enigmático sujeto para sus pasos al aviso de Roz, el mismo chico dándose vuelta lo mira seriamente con total alerta de sus sentidos.


— ¿Hay alguien más aquí?, ¿es un conocido tuyo Roz? –Pregunta Ermando tras darse cuenta también de la presencia del individuo del hábito.


—No, y por lo que veo tampoco lo conoces tú, demasiado sospechoso –Opino Roz —¿¡Quién eres!?, ¡identifícate de inmediato!.


Magia se manifiesta por todo el área, largas paredes invisibles al ojo hecho de mana surgen en cada lado e incluso varios metros encima de los tres.


— ¿Qué sucede?, siento magia por todos lados, se siente como si estuviéramos encerrados en una caja mágica? –Argumenta Ermando todo asustado.


—Esto es obra suya, así que muestra sus verdaderas intenciones –Pensó Roz.


Una extensa barrera mágica había acordonado toda la parte especifica del cementerio en donde estaban, para estar incomunicado con los alrededores e incluso evitar que alguien escapase o entrara al lugar, con ese detalle Roz supo al instante cuales eran las intenciones de aquel enigmático sujeto.


El extraño coloca la mano sobre su vestimenta y se la quita revelando su identidad, vestido con un chaleco negro, un pantalón largo del cual en su cintura denotaba un cinturón con una serie de bolsillos similar al de Roz, de su mano izquierda sobre su dedo índice resaltaba un anillo plateado con una piedra color negro, sobre su espalda llevaba una lanza de larga hoja puntiaguda de manera vertical y dejado de ella sobre la cintura una espada corta de forma horizontal.


Pero su rasgo más llamativo era que aquel individuo no era un ser humano, sino un semihumano, una piel bronceada lo acompañaba con unos pequeños cuernos en forma de espiral y una gruesa cola negra de 30 centímetros cuya punta tenía forma triangular, el semihumano se presentaba como un hombre adulto de 190 centímetros de altura y una cabellera color platino.


— ¿Un demonio? –Dijo Roz con sorpresa al ver y reconocer uno en persona.


Los demonios en Avalia constituían otra raza en el mundo, sin embargo, a diferencia de los humanos, la raza demoniaca lo constituía más de una especie, pero sobre todo una en particular destacaba sobre el resto de todas ellas.


Los Tilq, era la raza demoniaca con más antigüedad en Avalia, poseedores de su propia historia, cultura y sociedad, a lo largo de los años, humanos y Tilq han llevado una relación desdeñosa que ha incitado a más de una ocasión en conflictos bélicos, actualmente los reinos humanos y demoniacos están en paz.

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