"My destiny"

Capitulo: 26

Diana despertó con la claridad del sol. De inmediato recordó que era su primer día de trabajo a tiempo completo y de un saltó, salió de la cama. El chico despertó con el alboroto. “Diana… Mi amor, qué pasa? Qué hora es?”, dijo él medio dormido mientras la veía moverse de un lado a otro. “Tarde! Tengo una hora para llegar a la oficina.”, dijo ella mientras buscaba sus cosas nerviosamente. “No! Ven aquí”, dijo el chico y estiró un brazo con el cual la cual sostuvo del brazo a la chica. “Quédate aquí un rato más! Fue maravilloso pasar contigo esta noche… Anda, ven aquí! Dame mi teléfono! Voy a llamar al jefe y le voy a decir que vas a llegar más tarde.”, añadió suplicándole el muchacho mientras la lanzaba nuevamente a la cama. Ella cayó a su lado, no pudo evitar abrazarlo, luego se echó hacia atrás y lo miró fijo. “Mi amor, gracias!”, suspiró la chica y luego continuó mientras le acariciaba la mejilla: “Lo de anoche fue perfecto. Te amo, Hyun Joong! Eres mi príncipe azul!! Una vez te dije que no creía en todo eso. Pero… estaba equivocada!.”. El muchacho le sonrió, luego se sentó y puso sus brazos alrededor de ella, frunció el ceño y agregó seriamente: “Cásate conmigo! Se mi mujer para siempre!”. Sus ojos eran los de un hombre realmente enamorado. Diana le devolvió la sonrisa. Luego se acercó a su oído. “Ahora si soy tu mujer… y lo seré por el resto de mi vida. Es una promesa!”, dijo Diana y lo besó. Luego se separó de él y se encaminó hacia el baño. El chico se quedó embobado mirando la silueta desnuda de la muchacha a contraluz. Es que del primer momento que la vio, las caderas de ella habían sido su perdición. Luego rió, se sorprendió al notar lo cursi que se estaba volviendo, cuando siempre había sido un chico sin mayores sentimentalismos ni romanticismos. Pero finalmente suspiró aliviado, supuso que eso era producto de estar realmente enamorado y no le quedaba más remedio que rendirse. 

En 30 minutos ya estaba lista Diana y se acercó a la cama a despedirse de su novio. “Cuidate mucho en tu viaje! A la noche nos vemos, si?”, le dijo ella y lo besó. “Si, te lo prometo! A la noche nos vemos! Te amo!”, terminó diciendo Hyun Joong dulcemente mientras la chica salía de la habitación. Luego él se recostó nuevamente en la cama y continuó durmiendo. 

Diana llegó a la oficina 5 minutos tarde. A pesar de eso, se veía feliz y más radiante que nunca. Vio a Susan que ya estaba en su escritorio, quien la saludó amablemente. “Hola! Vaya! Y esa cara que traes? No te puedes quitar la sonrisa de los labios”, le dijo Susan fastidiándola. Diana sonrió y se sonrojó mientras tomaba asiento en su escritorio. “No me sucede nada! Y no me preguntes más, que no te voy a contar… j aj aj a.”, contestó risueña Diana. “No me digas nada que tú cara lo dice todo… j aja ja… “, le dijo riendo Susan.

Pasado el mediodía llegó Hyun Joong a la agencia. Se encontraría ahí con el jefe para irse juntos al aeropuerto. Además, podría pasar a despedirse de su novia. Al entrar a la agencia se encontró de frente con Min Ki. Hace mucho tiempo que no se veían, desde el momento en que habían terminado su relación. Ambos no pudieron evadirse y se saludaron cordialmente como dos viejos amigos. “Hola! Cómo has estado? Hace mucho que no se de ti?”, preguntó la chica. “Muy bien, gracias! Y tú, cómo has estado? Qué haces por acá?.”, le contestó educadamente Hyun Joong. “Me vas a ver muy seguido por aquí ahora. Ya desde hace un mes que estoy trabajando para la agencia. Es extraño que no nos hayamos visto antes?”, le respondió Min Ki. “Qué bien!”, dijo el muchacho. “Si, yo también voy a probar en el mercado musical. A propósito, el otro día te divisé en la fiesta donde recibieron un reconocimiento. Dale mis felicitaciones a los demás chicos!”, añadió dulcemente Min Ki. “Y no te preocupes que yo le daré tu mensaje a los demás. Ahora, me tengo que retirar. Con permiso”, terminó diciendo Hyun Joong mientras hacía una reverencia. La chica hizo lo mismo y finalmente añadió: “Uno de estos días te voy a invitar a un café para que conversemos más. Adios!”. El chico sólo sonrió mientras se perdía por el pasillo.Se asomó a la oficina del jefe pero notó que él no estaba, por lo cual decidió ir a ver a Diana. Entró sigilosamente en la oficina y se acercó a ella por la espalda. Susan había salido a buscar unos documentos por lo cual Diana se encontraba sola. Despacio se acercó y la besó en el cuello. Diana dio un salto y miró hacia atrás. “Amor! Me asustaste!”, gritó. El chico comenzó a reir. “Perdón! Te quería ver antes de irme.”, le susurró al oído él. Diana miró hacia todos lados para ver si alguien venía y luego se puso de pie, se acercó a su novio y lo besó. En ese mismo momento, apareció Yang Mi en la puerta de la oficina. “Señor, el jefe lo espera. Dice que vaya ahora mismo.”, dijo bruscamente la asistente. “OK, ya voy.”, contestó el muchacho ignorándola. Yang Mi se quedó de pie al lado de la puerta observándolos. Hyun Joong lo notó y se incomodó. Luego añadió: “Ya entendí. Ve y dile que ya voy!”. “No Señor. El dice que vaya ahora mismo.”, insistió la muchacha. “Ya te oí!! Ya voy!!”, le contestó bruscamente Hyun Joong. En ese mismo momento venía entrando Susan. Yang Mi al verla entrar se dio media vuelta y se retiró.

“No la soporto!”, dijo el muchacho en voz alta. “Bueno, me voy! Ah! Casi lo olvidaba… Como no alcanzaste a desayunar hoy, te traje algo.”, añadió el muchacho cambiando su tono de voz. Sacó de un bolso un termo y unos pocillos con comida. “Es un poco de té de jazmín, mi preferido, y unos pasteles que la cocinera preparó.”, terminó diciendo al momento en que los dejaba sobre la mesa. “Gracias! Qué amable!”, dijo Diana enternecida por el gesto. “No me des las gracias. Debo cuidar a mi mujer.”, añadió él decididamente. “Espera! Cuidate mucho, si? No se… siento algo extraño… Tengo un mal presentimiento!”, dijo finalmente Diana. “Nada de preocupaciones! Estoy bien y nos vemos a la noche! Paso a tu departamento en cuanto vuelva!”, dijo el tranquilizándola. Luego besó a Diana, se despidió con una reverencia de Susan y desapareció por la puerta. 

“Qué lindo! Se ve que le importas muchísimo!”, comentó Susan. Diana sonrió. “Es perfecto! No pude haber encontrado a alguien mejor en todo el mundo.”, añadió Diana mientras suspiraba con cara de enamorada. “Quieres qué te cuente algo?... Yo llevo trabajando aquí desde que la agencia abrió, desde esa época que conozco a Kim Hyun Joong y nunca, jamás, había visto a este muchachito así. Se nota que también está enamorado. Muere por ti!!”, le dijo emocionada Susan. “De verdad?”, preguntó Diana, sus ojos brillaban de ilusión. “Si, de verdad! Ahora entiendo porque llegaste con esa carita hoy. Si te trata como a una princesa… Anda! Cuéntame! Qué tal es en la cama? Igual de lindo?”, comenzó a interrogarla Susan con picardía. “Te dije que no te iba a contar nada! Ja j aja… “, contestó riendo Diana. Continuaron riéndose y charlando por una par de minutos. 

Diana de pronto se puso de pie para ir a buscar unos documentos que necesitaba de la oficina del jefe. Al salir de ahí se chocó con Min Ki, quien salía de la cafetería. Ambas se quedaron mirando en silencio por un par de segundos. “Hola, Min Ki!”, dijo de pronto Diana, rompiendo el hielo. “Hola! Supe que te ha ido bien.”, le contestó Min Ki escuetamente. “Si, gracias a Dios.”, respondió Diana. “Espero que todo vaya muy bien también con tu novio, Hyun Joong.”, añadió Min Ki. En su tono se evidenciaba despecho. Diana bajó la mirada, se sintió un poco amenazada. “Mmm… si, todo bien. Gracias! Con permiso.”, terminó diciendo Diana y se retiró rápidamente a buscar lo que necesitaba. Después de eso se incorporó apresuradamente a su oficina, no quería volver a toparse a la chica. Se quedó pensando por un buen rato qué haría Min Ki por allá, hasta que no pudo más y se lo comentó a Susan. “Qué no lo sabes? La van a lanzar como solista. Hace ya tiempo que está viniendo.”, respondió Susan. Diana puso cara de preocupación. Conocía el carácter de esa muchacha y la asustaba el hecho de que volviera a rondar a Hyun Joong. “Ay amiga! Pero no te preocupes por ella. Tu novio tiene sólo ojos para ti, es un hecho.”, terminó tranquilizándola Susan.

La jornada pasó rápido. A Diana ya no le quedaban cosas por hacer por lo cual apagó su computador y comenzó a arreglar su bolso. Susan sólo tenía un par de correos más por contestar. 

Diana casi llegaba a la puerta de la oficina para salir, cuando Yang Mi se apareció frente a ella. “Diana, necesito que vengas a la oficina del jefe, ahora.”, añadió la asistente en un tono autoritario. “Pero…yo voy a la cafetería ahora, si quieres podemos conversar allá, más tranquilas.”, contestó Diana relajadamente. “No! Ve a la oficina del jefe.”, dijo cortante Yang Mi y se dio media vuelta. Diana y Susan se dieron una mirada en silencio. Ninguna de las dos comprendía que sucedía pero ambas presintieron que no era nada bueno. Diana se apresuró y salió tras ella en silencio.