Walking among the Dead (Daryl Dixon)

3

Erin había hecho mucho este día. Platicó con Hershel, fue bastante rato, a pesar de ser mayor sus pláticas eran muy divertidas y se sentía cómoda con el. 

Conoció a Carol y le ayudó en la cocina aunque la intimido un poco, seguro si hiciera algo mal, Carol no dudaría en matarla.

Ayudo también a lavar la ropa y después sólo anduvo de allá para acá en el patio de la prisión. En aquella ropa que había lavado estaba el poncho de Daryl, este día habían salido por provisiones así que cuando el llegará, ella le regresaría su poncho completamente limpio y sin saber porque esperaba con ansias el momento, quizá porque para ella fue un gesto muy lindo que en uno de sus peores momentos, que Daryl le tendiera algo de lo que llevaba puesto.

-¡Erin! ¿Podrías cuidarme un poco a Judith? Necesito ir a hacer su biberón y todos están ocupados. -Hablo rápidamente Beth.

-Seguro -Contesto Erin extendiendo los brazos y Beth le pasó a Judith para salir corriendo del lugar, Erin examinó a la pequeña, era muy linda, de pronto un sentimiento extraño y recuerdos la invadieron. Las lágrimas salieron de su rostro como cascada y la pequeña al verla comenzo a llorar también. Erin la abrazo más a su pecho y comenzo a acunarla cariñosamente pero sin dejar de llorar. -Quizá, ella se hubiera parecido a ti -Dijo con un hilo de voz.

-¿Pequeña patea traseros? -Escucho la voz del arquero y lo encontró en el marco de la puerta observando la escena, al parecer apenas habían llegado y este guiado por el llanto de Judith llegó a ellas. Se avergonzo y sostuvo a Judith con un solo brazo mientras que con su otro brazo limpiaba todas las lágrimas que tenía en su rostro. La única reacción del arquero fue tomar a la pequeña para que Erin pudiera desahogarse mejor. No, no entendía porque ella lloraba pero le venían una y mil ideas. Comenzo a caminar con Judith en brazos y rápidamente se calmó, Erin pasó de largo a su lado y desaparecio del lugar rápidamente. Daryl pensó en preguntarle qué pasaba pero llegó a la conclusión de que no era su problema y se quedó ahí con la bebé en brazos.

Más tarde, esa noche cuando se había calmado por fin, Erin fue hacia la ropa a revisar que estuviera seco, tomo el poncho que ahora olía a jabón y se encaminó hacia donde había visto a Daryl. Se acercó lentamente a él pero el igual no la había notado pues estaba concentrado dándole mantenimiento a su motocicleta, hasta que llegó a su lado, el se percató que ella estaba ahí y se puso de pie.

-Solo.. quería regresarte esto -Dijo ella avergonzada, aunque no sabía la razón, quizá por lo que había pasado más temprano.

-Quedatelo -Contesto sin darle importancia, Erin decepcionada guardo silencio unos segundos (Que parecieron años) y cambio el tema.

-Sobre lo que ocurrió hace rato..

-No tiene nada que ver conmigo, no tienes que darme explicaciones -Interrumpió el arquero. Erin le respondió con un gesto de molestia y sin decir nada más se fue hechando humos.

-¿Que rayos le pasa? Ni siquiera noto que su poncho ahora olía bien, ¡Ni siquiera me dejo hablar! -Entre todos sus pensamientos, llegó uno que le molestó. Ella pensaba que estaba aquí para ayudar, porque la necesitaban pero quizá Daryl en ese momento le dió su poncho porque sintió lástima por ella. Se enfureció tanto y a la vez entristeció que arrojó el poncho al suelo en medio de las celdas. Camino hasta su celda, que era la más alejada y se recostó dando la espalda a la entrada.

Le estaba ganando el sueño cuando esa voz que no quería escuchar la despertó.

-Las cosas que se regalan no se tiran.

-No necesito tu lástima -El arquero levantó una ceja, el nisiquiera penso que había hecho algo mal, pero no tenía en mente que Erin aún no lo conocía bien.

-Como sea -Le arrojó el poncho encima y cuando estaba a punto de salir de la habitación ella se lo arrojó de vuelta.

-¡Solo quería hacer algo bueno por ti! ¡Que te sintieras bien como yo me sentí cuando me lo diste! ¡Lo lavé para regresartelo y nisiquiera lo notaste! -Le gritó furiosa.

-No te pedí que lo hicieras. -Contesto con la misma indiferencia.

-¡No quiero nada más de ti! -Le dijo casi echandolo fuera de la celda, el solo la miro extrañado y se fue.

Y desde ese momento ella decidió no volver a cruzar palabra con el, ella no pensó mal de Glenn en ningún momento, en realidad pensó que Glenn si había sido sincero con ella.

Al otro día mientras andaba por los patios, cada vez que veía a Daryl lo evitaba pero a él no parecía importarle. Pasó una semana y parecía ser que todos lo estaban notando, llegó hasta Rick y entonces el la saludó. La miro y después miro a Daryl a lo lejos.

-¿Paso algo entre ustedes?

-¿Entre quien? -Se hizo la desentendida.

-¿Que te hizo Daryl?

-Nada.

-Pues por como lo evitas, no creo que sea nada. -Se encogió de hombros y Rick le dió una palmada en el hombro mientras negaba con una sonrisa.

Después, Maggie le hizo las mismas preguntas y Beth también. Pero ella respondió igual, hasta que hablo con Hershel a quien decidió contarle todo.

-Daryl es un buen hombre, es bastante grosero pero de esa manera lo hizo la vida que tuvo, pero el no se dejó vencer por esa vida, es un buen hombre. Deberías darte el tiempo de conocerlo y te darás cuenta que es sólo su cascarón, su manera de ser, pero si tuviera que dar la vida por ti o por cualquiera de nosotros puedes estar segura que lo haría.

-Entonces yo fui grosera con el -Suspiro y Hershel sólo le sonrió.

-Te aseguro que el nisiquiera noto que estás molesta con el así que has como si nada hubiese pasado. -Ella asintio y se fue, no sabía si hablar con el pero en ese momento se encontró con Maggie y Glenn que parecían a punto de salir.

-Iremos a buscar comida para Judith.

-¿Puedo acompañarlos? Quisiera hacer más por el grupo. -Ambos se encogieron de hombros y le sonrieron. Le avisaron a Rick que ella los acompañaría para evitar confusiones y salieron en la camioneta en buscar de el alimento para la preciosa bebé.