¡Entra en el emocionante mundo de los negocios y el amor! Conoce a Maxwell Nox, el implacable magnate que se debate entre el matrimonio y el poder. ¡Pero el amor no está en su menú! Así que lanza un reto al aire:
¡Se busca urgentemente pareja para s...
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Max.
—¿Estáspreparada? —susurré en su oído, y vi cómo sus hombros se tensaban. Lucíanerviosa por lo que estaba por suceder. Asintió con una lentitud exagerada ydije—: Ahora.
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Llegué más temprano de lo usual al lugar donde habíamos planeado nuestra escapada. Ara tiene una cita romántica conmigo y va a escapar como una colegiala enamorada para tener una cita romántica también conmigo, aunque claro, ella no lo sabe.
Nadie conoce mi plan, no quiero revelarlo para que no intenten disuadirme. Sé que es incorrecto tratar de mantener el misterio alrededor de Batman un poco más y separarla de la apasionada conexión que Maxwell Nox está teniendo con una de sus exempleadas.
Todo estaba minuciosamente planeado por mí y mi asistente. Yo llegaría al hotel y vería a Ara en el bar justo a las diez y media, pero las múltiples llamadas de reporteros hambrientos por conocer los rumores aún no resueltos sobre la huelga y las acusaciones en mi contra por despidos injustificados me estaban retrasando varios minutos:
—No, eso es completamente falso, Valeria. —La reportera del Journal alega sobre un «rumor» seguramente inventado por ella misma para sacarme de mis casillas sobre el hecho de que mis empleadas tuvieron que acostarse conmigo para obtener puestos de poder—, yo recién me uní al proceso de toma de decisiones en Nox Publishing, así que ninguna de las ejecutivas de alto rango me conocía hasta hace unas semanas.
—¿Estás seguro?
«¿Qué? ¿Acaso sugieres que no sabría si me acuesto con alguien?».
» Porque una de nuestras fuentes más confiables nos ha informado que uno de los gemelos Nox está detrás de esas acusaciones.
«¡Fuentes mis pelotas!».
—Ya lo mencionaste, gemelos. Yo no tengo ningún gemelo, creo que debes hacer mejor tu trabajo y revisar tus «fuentes» de información antes de hablar.
Ella repite la misma pregunta dos veces más, y yo le respondo lo mismo una y otra vez. Es como un ciclo sin fin. Sostengo el teléfono junto a mi oreja y con la otra mano garabateo sobre la servilleta de papel que me entregaron junto con mi whisky. Quiero terminar esta llamada que no está llevando a ningún lado, ya que la supuesta reportera de chismes, una paparazzi vil, insiste en que el despido de Ara se debe a que me encontró en una situación comprometedora con Greta y el despido de esta última se debe a que está embarazada. Yo solo quiero acallar los rumores que están surgiendo.
