CAPITULO XIX

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-Azeneth ve y despierta a Claudia, quiero que esté lista para cuando los invitados comiencen a llegar.
-Dice Antonio presuroso por los preparativos.

-Señor, es temprano aún, podemos dejarla dormir un poco más.
-Contesta la anciana con un tono de voz que demostraba nerviosismo.

-No, conozco a mi hija, dura toda la eternidad alistándose, es mejor que la levantes o prefieres que lo haga yo.

-No, no señor, iré yo.

Azeneth se dirige a la habitación que de antemano sabe está vacía, la abre y su corazón se oprime de dolor. Toma aire para comenzar su actuación, empieza a gritar como desquiciada.

-¿Qué pasa Azeneth? ¿Por qué gritas? -Pregunta Antonio contrariado.

-Señor ha ocurrido algo terrible, la señora no se encuentra en su cuarto.

-¿Qué? quizás ya se levantó y anda por ahí.

-No señor mire la cama, no ha dormido en ella, y dejó el vestido que usted le regaló con una nota.

Antonio empieza a lucir preocupado, encuentra un papiro que él mismo le había traído de Egipto colocado sobre el vestido de su esposa. La nota decía: "Padre, perdóname, pero tú me has obligado a esto, jamás me casaré con Virgilio ni con nadie más que yo no ame".

-¿Qué has hecho Claudia? ¿Qué has hecho? -Espeta Antonio con enojo.
-Tú fuiste la última que la vio Azeneth, ¿Acaso actuó extraño anoche?

-Estaba distante señor, pero nada inusual aparte de eso, creí que con todo lo que acontecería hoy, estaría algo inquieta.

-Esto no está bien, "Claudia", "Claudia", "Claudia" -Repetía Antonio dando vueltas por la habitación. De repente se detuvo y sin decir nada a la anciana salió corriendo dirigiéndose a la casa que albergaba a los esclavos. Entra al cuarto de Dedrick y lo ve vacío.
-¿Qué hiciste Claudia? -Vuelve a decir y va en busca de Adastros. Cuando lo encuentra su espíritu empezaba a agobiarse.

-Señor, buenos días, ya mandé a traer las flores y....

-¿Dónde está? ¿Dónde Adastros?

-¿Quién señor?

-Dedrick, lo has visto hoy.

-No señor, cuando me levante fui a buscarlo pero no estaba, supuse que con los preparatorios de hoy estaría colaborando en la residencia.

-Muchacho tonto. _Comprende Antonio, imaginando lo sucedido.

-Señor, puedo preguntar ¿Qué ha pasado?

-Reza para que mis sospechas no sean ciertas, pero creo que Claudia se ha ido y ha sido con ayuda de Dedrick.

-¿A dónde señor? puede que fueran a traer los barriles de vino, Dedrick lo haría hoy a primera hora.

-La carreta, ¿Está la carreta en las caballerizas?

-Iré a ver señor.

-Ve, aquí te espero.

Adastros regresa con no muy buenas noticias.

-Señor la carreta está ahí, pero han desaparecido dos caballos, incluyendo la yegua de la señora.

-¡Maldición! -Grita Antonio con enojo. -Adastros ve al pueblo toma uno de los caballos y anuncia que la fiesta se suspende, que mi hija amaneció muy enferma. Ve a la casa de cada invitado y comunica a los sirvientes, pronto Adastros, ve el tiempo es un lujo que no debemos desperdiciar.

-¿La señora se ha ido? -Inquiere Adastros sabiendo la respuesta.

-Sí, pero no digas nada, la buscaremos a tu regreso, la traeremos a casa y Claudia se arrepentirá de esto, eso te lo juro.

Claudia: Belleza Indomable.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora