-Debes saber por qué estoy aquí.
-Almar miraba muy serio a Uta y ésta más bien parecía dispersa, ocupando sus pensamientos en otros asuntos.-¿Qué quieres que te diga Almar? no puedo repetir lo que tus oídos desean escuchar.
-¿A qué te refieres?
-Lo sabes, claro es.
-No entiendo, te empeñaste en separarlos en el pasado pero no puedes hacerlo ahora. -Las palabras de Almar salían de su boca con enojo e indignación.
-Necesario era en ese momento, pero ya cumplieron su destino, siempre se pertenecieron.
-Bruja deja de confundirme, me estás dando a entender que su destino siempre fue estar juntos.
-Así es. Coincidencia no ha sido que te encontraras con Claudia, tu deber era traerla de nuevo a su lado.
-No puedo creer lo que escucho, pero nunca te has equivocado en las predicciones, sólo dame una razón para aceptar esta locura.
-Dedrick el mismo no ha sido desde la muerte de Ilse y su hijo, ya no había alegría en él ni ganas de vivir. Si se queda y la romana se marcha será infeliz el resto de su vida. Otra oportunidad se le está dando. La balanza esta nivelada, él ha perdido a su esposa e hijo, ella a su esposo. Si lo ves desde mi punto de vista entre los dos complementan ese vacío.
Almar al fin comprendió lo que Uta estaba diciendo, Lucio murió y Claudia quedó sola con un niño a su cargo, Dedrick lo amaría como a su hijo fallecido. Un niño que requiere un padre, y un hombre que desesperadamente necesita una familia.
-Está bien, entiendo, no se puede ir en contra de lo que ya está predestinado.
Uta sonríe ante la acertada respuesta de Almar y da por terminada la conversación perdiéndose nuevamente en sus pensamientos y alejándose.
Claudia bañaba a Octavio a la orilla del arroyo, la mañana estaba fresca y el niño disfrutaba de aquel baño mojando a su madre intencionalmente y sonriendo ante su fechoría. Claudia resignada deja que el niño chapuceé a sus anchas.
-Gran parecido contigo tiene.
Claudia vuelve a ver a sus espaldas y descubre de quién son las palabras.
-Me preguntaba cuando harías tu aparición.
-Contenta de verme no estás.
-Temía encontrarme contigo y que me dijeras que los espíritus vieron algo por lo que ya no pudiera estar con él.
-No temas, ahora las cosas son diferentes.
-Acaso mantienes lo que me dijiste aquella noche.
-Sí, ya nada los podrá separar, los espíritus me lo han dicho.
Claudia respira aliviada pero a la vez se siente culpable al recordar a Lucio y que su muerte estaba reciente.
-No te sientas mal, él pertenece al mundo de los muertos y Dedrick al de los vivos, no hay nada de qué avergonzarse.
-Uta, desde que llegué he querido saber algo, pero.... -las palabras se cortan ya que Claudia siente un nudo en la garganta.
-Su muerte fue rápida, la enfermedad lo consumió en poco tiempo.
Las lágrimas comienzan a desplegarse como cascadas que pronto humedecen su cuello, Octavio al ver a su madre llorar sale del agua y jala de su vestido. Claudia lo toma entre sus brazos llevándolo junto a sí como tratando de encontrar consuelo en su hijo.
-¿Alguien le ha podido dar sepultura?
Uta mueve la cabeza en afirmación.
-Entonces ¿Debo ponerme en camino a Grecia o permanecer aquí?
-La respuesta a esa pregunta está pronta a definirse.
-¿Y Dedrick?
-Él contigo permanecerá.
Dedrick se acerca y Uta se aparta de ellos.
-Claudia qué ocurre.
-Mi padre ha muerto.
-Cómo lo...... -vuelve a ver en dirección a Uta y deduce la respuesta.
-Lo lamento.
Dedrick coloca su brazo por encima del hombro de Claudia. Ella se refugia en su pecho, él la termina de rodear con el otro brazo. Octavio comienza a temblar sintiendo los efectos de haber salido del agua, es cuando Dedrick se quita el manto y lo coloca sobre el niño. Claudia lo envuelve bien y para su sorpresa Octavio estira sus brazos hacia él. Éste indeciso toma al niño, al tiempo que Octavio le sonríe mientras con sus manitas palpa su rostro. Dedrick se pierde en sus azules ojos y pronunciadas pestañas, siente la calidez del contacto físico de Octavio, le planta un beso en la cabeza, lo cuidaría y amaría como si él fuera su propio hijo.
Claudia olvida por un momento el dolor por la noticia de su padre y contempla aquella escena, sabía que Octavio tendría un padre en Dedrick y su corazón se regocijó de alegría.
-Ha llegado un mensajero, Azeneth y Ethelbert vienen de camino, en cuanto estén aquí haremos planes para seguir el viaje hasta Grecia.
Claudia se alegra al saber que pronto se reuniría con Azeneth pero sobre todo, que esta vez no partirían solas, Dedrick iría con ellas.
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Claudia: Belleza Indomable.
Tarihi KurguClaudia es hija de Antonio Kaeso, un adinerado y respetado miembro de la sociedad romana. Por un juramento hecho a su esposa, en el hecho de muerte, su hija tiene hasta los 18 años para escoger el hombre con que se desposará, siempre y cuando esté a...