EPILOGO

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Permanecieron en la hacienda varias semanas, pero el día de partir llegó.

-¿Estás segura de esto? -Dedrick inspecciona la reacción de Claudia.

-¿Por qué todos me preguntan lo mismo? me conoces mejor que nadie, esta es mi decisión y te aseguro que a diferencia de lo que Virgilio piense, nada ni nadie ha influenciado en ella.

-Comprendo, sólo quería estar seguro.

Claudia abraza a Dedrick y busca como tantas veces en el pasado sus labios, esos besos que la hacían estremecer, que tenían el poder de hacerla perder la noción y olvidarse del mundo que los rodeaba.

Octavio y Diana llegan corriendo.

-¿Ya madre?

-Sí Octavio.

Claudia toma de la mano a cada uno de sus hijos y por última vez recorre toda la propiedad despidiéndose. Cuando llegan al sauce se toma su tiempo para luego regresar donde Dedrick los esperaba en la misma carreta en que llegaron.

-Cuídate Navid, gracias por todo.

Navid se encontraba al lado de su esposa y siete hijos.

-Estaré aquí esperándola, sólo en caso de, usted sabe.

Claudia le sonríe y después de abrazarlo sube a la carreta, vuelve a dar un vistazo a los alrededores y fija su mirada al frente cuando los caballos inician su marcha. Aunque lleva un poco de nostalgia en su corazón está feliz, mira de reojo a sus hijos y a Dedrick, se siente completa, no extrañará lo que deja atrás. Su esposo e hijos son su mayor tesoro, no necesita más, la hacienda se va haciendo más pequeña conforme se alejan, se recuesta en el brazo de Dedrick quién sin aflojar las riendas le da un beso en la cabeza, ambos sonríen. Octavio que va junto a ella toma su mano, ella lo lleva más a su lado para luego tocar los cabellos de Diana quién la mira con aquellos profundos ojos chocolate que le recuerdan al hombre que la cautivó desde que lo vio una mañana de venta de esclavos en el mercado.

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Bueno, epílogo cortito, espero les haya gustado la historia. Abrazos.

Claudia: Belleza Indomable.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora