Dietlinde amamantaba a su hijo mientras que Adelka preparaba la cena, habían transcurrido varios días desde la llegada de Claudia a la aldea. Almar aunque resignado no toleraba del todo que Dedrick se marchará con Claudia, pero a la vez se cuestionaba quién era él para impedir que dos personas que se amaban estuvieran juntos. El esposo de Adelka conversaba amenamente con Dedrick sobre asuntos de pesca y Claudia sentada junto al fuego, meditaba sobre todo lo que le había sucedido desde su partida de Roma. Un hombre ingresa sorpresivamente llamando la atención de todos.
-Ha regresado. _Repetía. -Claudia no logra entender lo que dice ya que habla en su idioma.
-¿A quién te refieres? -Pregunta Almar
-A Ethelbert
-¿Viene solo o acompañado?
-No, lo acompaña una mujer de edad avanzada.
-¿Qué sucede Almar? -Claudia lucía contrariada al no entender lo que el hombre comentaba.
-Buenas noticias para ti, vamos
La mujer que los recibiera el primer día abrazaba a su hijo contenta por su regreso, fue cuando Claudia logra ver a Azeneth. La anciana parecía buscarla entre la multitud, Dedrick toma a Claudia de la mano y la lleva atravesando el tumulto de gente hasta que se encuentran una al frente de la otra.
-¡Azeneth! -Exclama Claudia con emoción, abrazándola.
Ambas enjugan sus lágrimas, Azeneth es trasladada a casa de Almar.
-Se quedará conmigo, ya no tienes espacio para más gente.
Almar mira de mala gana a su sobrino pero el tono con que Dedrick se expresó fue de afirmación. Azeneth cuenta todas las tribulaciones que tuvieron que afrontar para poder salir del pueblo y la gran recompensa que Assus aún seguía pidiendo por Claudia.
-Fue gracias a Etherbert que estamos aquí, le debo mi vida a este joven, cuido muy bien de mí y se esmero es atenciones.
-Oh Azeneth mi corazón se regocija de alegría por tenerte de nuevo a mi lado.
La anciana vuelve a ver a Dedrick y le sonríe, él le devuelve la sonrisa pero no dicen nada, no es necesario, ya la anciana había deducido en qué términos se encontraba su relación con Claudia.
Era muy tarde cuando se fueron a descansar. Azeneth llega a la cabaña de Dedrick y éste le prepara la cama. Ella se disponía a dormir cuando le dice a Dedrick: _Ella jamás te olvidó.
-Lo sé. -Contesto Dedrick con una débil sonrisa. -Yo tampoco. -Se fue a acomodar en la alfombra de piel de oso que se encontraba cerca de la chimenea.
*************
Claudia se encontraba en el río sentada en aquella misma piedra que antaño, las hojas con los característicos colores rojo y amarillo comenzaban a desprenderse de los árboles haciendo elegantes danzas en el aire antes de caer al suelo. El sonido del agua corriendo la relajaba. Octavio estaba con Azeneth, mientras que Dedrick se encargaba de todos los preparativos para reiniciar el viaje a Grecia.
-¿Podemos hablar?
Almar se acercó a ella silencioso, no lo escuchó llegar.
-Vienes a decirme que renuncie a Dedrick y lo deje en paz.
-No, el que se rindió y ya comprendió que ustedes deben estar juntos soy yo.
Claudia lo mira contrariada, él parece leer sus pensamientos porque se apresura a hablar.
-Quiero pedirte perdón por no creer que fueras lo suficiente buena para él. Y no me mal interpretes eres una gran mujer pero dentro de mi cerrada opinión consideré que él debía estar con alguien de su clase. No aprobé su relación, pero quién soy yo para decidir lo que es mejor para él, no lo había visto tan motivado desde hace mucho, contigo sus ojos vuelven a cobrar brillo, y se nota los deseos que tiene de vivir. Te juro que cuando se iba solo de cacería temía que cometiera alguna locura y no regresara. Sólo deseo agregar que lo cuides mucho y que son bienvenidos cuando deseen regresar.
-Gracias Almar, son muy significativas tus palabras y de verdad me alegra saber que tu relación con Dedrick no se verá estropeada por mi culpa. Aún no estoy tan segura de llevar a cabo este viaje a Grecia pero si no hay otra opción.
-No es mi deseo Claudia que pienses que no eres bien recibida aquí pero...
-Lo entiendo Almar, soy romana no pertenezco a ustedes, no conozco sus costumbres, temes que no me adapte a su ritmo de vida.
-Dedrick ha hablado contigo al respecto.
-No, pero quizás escuché alguna conversación que no debía. Lo lamento no acostumbro esconderme y oír conversaciones ajenas pero no pude evitarlo.
Almar luce molesto pero no por el comentario de Claudia si no por su propio comportamiento.
-Arreglaré esto Claudia, no voy a permitir que te vayas.
-¿Qué dices? -Ella lo mira sin comprender sus palabras.
-Pronto lo comprenderás. -Sin más Almar se da la vuelta y regresa a la aldea. De camino se topa con Dedrick, lo toma del brazo.
-Convoca al Consejo, debemos reunirnos tan pronto como sea posible.
-Ya lo hice será esta noche, de esta forma quedarás formalmente como jefe de la tribu.
-No es por eso que quería que se reunieran pero me parece muy conveniente que lo hayas hecho.
-Tío qué tramas.
-Lo discutiremos esta noche.
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Claudia: Belleza Indomable.
Historical FictionClaudia es hija de Antonio Kaeso, un adinerado y respetado miembro de la sociedad romana. Por un juramento hecho a su esposa, en el hecho de muerte, su hija tiene hasta los 18 años para escoger el hombre con que se desposará, siempre y cuando esté a...