Capítulo 1

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Holasa! Hace muy poquito SF9 debuto, y me di cuenta que no hay muchos fanfic de ellos, así que me propuse hacer uno de ZuHo, uno de mis bias 


NARRA ALICE

Hoy había sido otro aburrido día de clases. Como siempre había obtenido la mejor calificación en la clase de matemática y como siempre tuve problemas con Peyton ¿Es que esta chica no entiende el significado de "No te metas en mi camino"? Se que a veces puedo ser algo ruda, bueno, a veces siempre. Pero es que ellos me provocan, no iba a dejar que nadie me pisotee. Si tu me tratas bien, yo te tratare bien.

  —¡ Mamá llegué!— grité  abriendo la puerta de par en par, escuche la risa de Nath, mi hermanito, desde la cocina. Deje la mochila en el piso y fui corriendo hacia donde mis padres y mi hermanito de apenas un año comían.

  —Alice ¿Cómo te fue en la escuela?¿Por qué llegas a esta hora? ¿De nuevo castigada?—   preguntó mi madre mientras yo le daba un beso en la mejilla.

  —Bien ya sabes, Peyton de nuevo— dije fastidiada mientras me sentaba en la mesa y me servía un pedazo de carne en mi plato.

  —Esa niña es tan odiosa, no deberías hacerle caso cariño, el agua oxigenada le llego al cerebro—comento mi mamá haciéndome reír. 

  —Voy a perdonar el hecho que este comiendo con tu uniforme solo por una cosa— dijo mi papá, a él no le gusta que coma con el uniforme puesto porque se ensucia, me a regañado millones de veces por ese tema, y es capaz de sacarme mi celular por varias horas en castigo—  Tu madre y yo te tenemos que decir algo....¿Recuerdas que el año pasado nos dijiste que aprendiste a hablar coreano y japonés?

  — Si....— dije confundida, había aprendido esos idiomas ya que me interesaba la cultura asiática  y se me veía fácil el coreano y el japonés, pero ellos me ignoraron cuando les comenté sobre eso.

  —Creo que hiciste bien en aprender y hasta te diría que me vas a tener que enseñar ya que.....

 —Hay amor, no seas lerdo—  intervino mi madre, paciente como siempre—  A tu padre le dieron un ascenso, ganara el doble, pero el trabajo es en Corea.

  —¡O sea que nos iremos de este apestoso lugar!—  salté casi llorando de la alegría de mi silla, nada me haría más feliz que irme de este asqueroso lugar y no verles las malditas y estúpidas caras de mis compañeros, especialmente al intento fallido de rubia, o sea Peyton. Mi padre afirmó con la cabeza mientras le daba de comer a Nath, yo estaba  tan feliz que empecé a bailar de alegría haciendo que mi hermanito riera.

Soy Alice Adams, tengo 16 años y vivo en California, Estados Unidos. No soy  alta, mido unos miserables 163 cm, no soy gorda ni delgada, soy normal. Mi cabello me llega por debajo de los hombros, es de un color rubio oro, tengo un flequillo levemente  inclinado hacia el costado, mi piel es muy clara y mis ojos son de un color tan común como lo es el café. No me gusta maquillarme mucho, debido a mi apariencia muchas personas me consideran una niña buena, de esas que no rompen un plato. Pero desde aquel incidente en primer año todos en mi escuela me tienen miedo, y debido a eso nadie me habla por miedo a que les haga algo. Si Peyton entendiera eso sería más que feliz. A pesar que me sentía poderosa al ser la intocable del Instituto tenía sus desventajas, una de ellas era que absolutamente nadie me hablaba, nadie se me acercaba, ni las moscas. Cada vez que algún alumno nuevo entraban e intentaban acercarse los demás los alejaban porque "ella es una criminal" "Hace unos años mando al hospital a una niña""No te le acerques o te mandara a la morgue" Realmente era molesto que comentaran idioteces de mi. Pero bueno algo de cierto tenía eso. Estaba feliz de que por fin me iría de aquí.

—Escuche que te iras— dijo Peyton acorralandome contra los casilleros, yo la empuje provocando que perdiera el equilibrio y cayera al suelo.

—Cuantas veces te tengo que decir, miserable oxigenada, que no me toques— dije mirándola con odio, como siempre. No tardaron en aparecer los chismosos al ver esa escena, tan común en mi día a día— ¿Acaso extrañas el hospital? Solo dime y te mando de vuelta.

—Quédate tranquila, nadie te extrañará cuando te vayas. De hecho ¡MAÑANA OFICIALMENTE ALICE ADAMS ABANDONA L.A. HIGH SCHOOL! ¡DESPUÉS DE CLASES FIESTA DE CELEBRACIÓN EN MI CASA!—grito Peyton, algunos empezaron a murmurar cosas y muchos comenzaron a festejar de alegría. Eso me dolió.

—Ya no me importa nada, de todos modos hoy es mi último día— suspiré cansada mientras me acercaba a Peyton, todos se callaron— Pero déjame decirte querida que a esa increíble fiesta no iras— y dicho eso la tomé de su cabello arrastrándola hasta los baños. Ella gritaba pero nadie hacia nada, sabían que si se metían sería peor. Dentro del baño la tire al suelo y le di una patada en su estómago— Estoy tan cansada de ti— le dije tranquila, patiandola con más fuerza, ella intento levantarse pero yo la empuje.

—Te vas a arrepentir de esto— me dijo y le di una cachetada. Le puse un dedo en la boca para evitar que hable.

—Niña, después de hoy no me volverás a ver ¿Cómo me arrepentiré? Te mereces mucho más que esto, pero honestamente no vales la pena, no te quiero ver en la clase de matemáticas o te irá mal honey.

Y dicho eso me fui a clases, mi último día gracias a Dios fue tranquilo, salvo por el episodio de la mañana, al llegar a mi casa mis padres me esperaban para ir al aeropuerto.

NARRA JU HO

Otro día de mierda.Me vestí con el uniforme y tome mi mochila para ir al Instituto. Mis padres no estaban en casa, no importa, no voy a fingir que tengo la típica familia que te despide cuando vas a clases o que simplemente esta presente, no la tengo ni la voy a  tener.

Soy Baek Ju Ho, tengo 20 años y voy en mi último año de escuela. Asisto al famoso instituto Neoz School, y en ese lugar me consideran un criminal. Mis notas son muy altas y no tengo muchos problemas, quiero decir, no soy ese chico que esta todo los días en detención ni mucho menos. Nadie se atreve a enfrentarme aunque no veo la razón para que alguien lo haga. Perdí dos años de clases por faltar mucho, es una larga historia que no quiero contar. 

Entre en el instituto como cada día, todos me miraban con pavor como es de costumbre, guarde mis cosas en mi casillero y me dirigí a mi clase. Me siento solo en el ultimo lugar junto a la ventana, mire el asiento vació a mi lado, había pasado mucho tiempo desde que alguien se sentó ahí y esa persona no lo volvería a hacer nunca más. Las clases pasaron rápido, a las primeras horas tengo matemáticas, una de mis materias favoritas. Al tocar el timbre del receso me levante para guardar mis cosas, comprar  un agua e irme a donde habitualmente estoy en los recesos, debajo de las gradas del campo de fútbol. 

Al salir del salón pude ver que del salón de enfrente, el cual es dos años menor al mio, salia Sunji enganchada a los brazos de una chica que jamás había visto por aquí. Ella era más baja de estatura que yo, con un cabello reluciente como el oro, sus ojos eran redondos y grandes color café, su piel era muy blanca y sus mejillas estaban rosadas. Ella sonrió formando un cautivador eyes smile y al abrirlos cruzo miradas conmigo. Nos quedamos unos segundos mirándonos hasta que Sunji la tomo del antebrazo obligando a que caminara. Pasaron justo enfrente de mi, permitiéndome escuchar su conversación.

  —No deberías mirarlo Alice— Le dijo Sunji haciéndome saber el nombre de la chica y que ya le estaban yendo a contar los estúpidos rumores.

 —¿Por qué no puedo?— Su voz  era extremadamente hermosa, era frágil y de bajo tono.

  —Porque es un criminal, créeme, no querrás estar cerca de él— Auch, eso me dolió. Alice la miro a la cara, se soltó de su agarre, dio media vuelta y empezó a venir hacia mi dirección.  

Neoz School [PAUSADA]Where stories live. Discover now