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HARRY’S POV.
-me la estaba pasando bien en la fiesta. –Elizabeth iba enfurruñada en el asiento del copiloto. Brazos cruzados sobre su pecho, sobresalía su labio inferior a forma de un puchero de disgusto y su ceño estaba tan fruncido que casi unía sus cejas; aún así me parecía tierna de una manera muy chistosa. Eran casi las 3:00 de la madrugada, así que las calles estaban casi desiertas.
-Oh El, la fiesta ya se iba a terminar. No te perderás de mucho. –Me paré en una luz en rojo, tome a El por su barbilla y bese su entrecejo fruncido. Su expresión se relajo bajo mi tacto.
-Como sea, eres grosero. –hablo con voz chiqueada y pastosa. Yo sonreí y pise el acelerador cuando la luz se puso en verde.
-¿Soy grosero? Por dios, soy la persona más encantadora. Además no te he hecho nada, ¿Por qué soy grosero?
-Por 3 cosas, 1 –comenzó a contar con sus dedos- Jude era mi amigo, es sumamente descortés invitarme a mi y no invitar a mi acompañante. 2, me cargaste de una manera muy grosera y brusca, por tu culpa devolví el estomago. –cuando estaba tomada, su voz ´parecía de la de una niña mimada y engreída. – y 3, 3… bueno te salvaste, estoy tan ebria que no puedo recordar cuál era el 3.
-A ver niña, 1 –arremede su gesto, enumerando con mis manos sobre el volante.- tú eres más grosera, se llamaba Jared no Jude.
-Pues no tiene cara de Jared. –viro los ojos.
-Calla y escucha. 2, eres muy terca, teníamos que irnos y a fuerzas querías quedarte; así que por eso te cargue. 3, tu “amigo” –puse énfasis en la palabra- te estaba tragando sobre un carro, solo le faltaba tenderte sobre el cofre de este y follarte ahí. Y te vomitaste por que eres una borracha inexperta.
-Claro que no –volvió a fruncir el ceño y sus ojos color miel me miraron malhumorada. - además yo puedo tenderme en el coche de quien quiera.
-No quiero ir a tu departamento. Ya sé que es lo que quieres.-La miré por unos segundos, tenía su frente pegada al vidrio de la ventanilla.
-No pensaba llevarte a mi departamento. ¿Y que se supone que es lo que quiero si se puede saber? –intente acariciar su brazo y de un movimiento brusco se alejo, lo cual me hizo reír.
-estar entre mis piernas. –dijo seria.
-¿Y Jared no?
- A ti que no te importe. Eres un estúpido celoso y posesivo que no respeta los tratos.
-Y tú eres una borracha, patética y mal agradecida. No tienes a nadie aquí, lo único que hice fue cuidarte de aquel estúpido, me compadecí de que estas sola. Pero ¿sabes qué?, vete al diablo. –levanté los seguros de la camioneta cuando estuve frente su edificio- te estás comportando de una manera tan tonta y lo repito, eres patética en esta situación. –escuche a Elizabeth sorber su nariz, mierda la había hecho llorar.
-Tienes toda la razón, soy tan patética. No sé qué diablos hago aquí, debí haberme quedado en Boston con mi familia. Debí haberme quedado luchando por lo que amaba, por lo que era mío o por lo que deseaba que fuera mío. Debí haber seguido intentando que él me quisiera otra vez. Sabía que hablaba de él, de Liam.- Debí haber escuchado a mi papá el me lo dijo, tenía suerte de tener un novio como él, debía de cuidarlo. El me lo dijo que nunca nadie tan bueno como él me amaría o se fijaría en mi para algo serio, no cuando hay tantas mujeres hermosas a mi alrededor. –Elizabeth rompió en llanto y me sentí la mismísima mierda, no tenía que decirle todas esas pendejadas. Ella estaba tomada por eso se puso tan odiosa, ella no era así. Y mi maldito genio y poca paciencia cagaron las cosas. Desabroche mi cinturón y el de ella, enrolle mis brazos en su cuerpo y la arrastre hasta sentarla sobre mi regazo. Escondió su rostro en la curva de mi cuello, yo solo dejaba caricias a lo largo de su brazo en un intento de calmarla.
