¡POR FIN VIERNEEEEEEEEEEEEEEES!!
Espero que todas esten muy bien, a mi la uni me tiene molida en cansancio. Quiero que sepan que me da mucho gusto saber que tengo a varias de mis lectoras más cerca de lo que pensaba.
Muchas gracias por comentar y leer.YA CASI 10,000 lecturas... wtf se que tal vez no es comparados con otras novelas, sin embargo, a mi me hace feliz! espero les siga gustando la nove!
MAÑANA TOCA CAP DEL SABADO JAJA<3
NO OLVIDEN VOTAR Y COMENTAR!
-¿tu papá? –Harry nunca hablaba de su familia, lo único que sabía era que habían muerto.
-El era una mierda de persona. –dijo con la vista fija en algún punto, sus dedos acariciaban mi mano de una manera nerviosa e incómoda.
-Harry, era tu padre. No puedes hablar así de él.
-No sabes cómo era. –Pero quería saber, quería saber por qué odiaba a su padre, ¿en qué aspecto no quería parecerse a él? Quería saber, pro no iba a preguntarle. Quería que él me dijera. –no soy tan estúpido como para perdonar todas las cosas que él hizo.
-supongo que lo soy al perdonar al mío. -admití
-no, no me refería a eso. Yo soy as, rencoroso. No puedo hacer como si nada hubiera pasado, en cambio tu, tu eres el opuesto a mi.-quitó su mano de entre las mías y acaricio mi rostro. –eres tan buena con todos, incluso con aquellos que no lo merecemos.
-Eso no es cierto Harry, además todos cometemos errores.
-Todos cometemos errores, pero no todos los errores deben de ser perdonados. No puedes decir que no eres buena, si eso fuera mentira, tu no seguirías amando a tu padre de la manera en que lo haces, lo ves como el héroe que nunca fue. Si eso no fuera verdad, no hubieras dejado a Liam permanecer en tu vida, perdonándolo por completo después de toda la mierda que te hizo. Y si eso no fuera verdad, no estarías conmigo ahorita después de la manera en que te trate.
-Ya Harry, ¿podemos hablar de otra cosa? Por favor. No quiero que vuelvas a decirme nada sobre esto. –dije refiriéndome a las marcas en mí brazo- No sé que hizo tu papá, pero lo que si se, es el gran hombre que eres tú. No has sido otra cosa si no bueno conmigo, siempre dispuesto a apoyarme, con una sonrisa para reconfortarme. Las personas no podemos estas siempre bien Harry. Eres una persona maravillosa. –el acunó mi rostro entre sus manos grandes y posó sus labios sobre los míos. Yo seguí el ritmo de los suyos, el beso fue lento, sus labios se abrían y cerraban al compas de los míos, su lengua acariciando la mía de una manera delicada.
-Te quiero Elizabeth.-susurro sobre mis labios, su aliento dulce y cálido chocando con mi rostro. Mi corazón palpito tan rápido que casi podría jurar que él lo escucharía, pero al mismo tiempo me sentí muy incómoda y nerviosa.
-Y..y.yo –no supe que decir- la película ha terminado.-Harry se alejo de mí no sin antes depositar un último beso sobre mis labios.
-¿tiene hambre? –me preguntó levantándose de la cama.
-En realidad sí, pero ya es tarde. Comprare algo de camino a casa.
-¿no te quedaras a dormir? –su tono fue ofendido.
-Mañana entró temprano y traje ropa.
-Yo te voy a llevar. ¿Qué quiere cenar? –dijo volviendo a sentarse junto ami en el borde la cama.
-Sorpréndeme. –dije entre risas.
-Bien.-deposito un beso en la punta de mi nariz y salió de la recamara. Ordene la recamara, acomodé las películas en un estante, recogí las latas de refresco y las palomitas para llevármelas a la cocina. Harry estaba de espaldas de mí, frente a la estufa cocinando hot dogs y papas a la francesa. Deje las cosas sobre la barra y lo abrase por atrás, recargando mi mejilla sobre la piel bronceada de su espalda ancha. – eres una pequeña tramposa. –aún sin verlo podía imaginar la sonrisa en su rostro.
-no, no lo soy.-dije besando su espalda.
-se supone que no tenías que ver lo que estaba cocinando. –giró su cuerpo quedando cara a cara. Inclinó su rostro hacia abajo y me beso rápido.
-puedo ayudarte. –ofrecí.
-seguro que sí puedes ayudarme. –contorneo mi mandíbula con la punta de su nariz hasta llegar a mi cuello, donde mordió ligeramente.
-yo pico la verdura.-me alejé de él y tome un cuchillo de uno de los cajones, los jitomates y cebolla para comenzar a picarla en cuadritos.
-¿Dónde quieres cenar? –pregunto sirviendo varios hot dogs sobre una charola.
-en la sala. –Harry asintió y salió de la cocina con los Hot Dogs y las papas, después volvió y se llevo, Kétchup, mayonesa, mostaza, jalapeños y la verdura ya picada. Serví jugo de uva en dos vasos y lo alcance en la sala. Nos sentamos sobre la alfombra, yo tenía mis piernas estiradas por encima de las suyas. Me serví dos hot dogs en mi plato y papas, Harry hizo lo mismo.
-Ya quedo listo lo de mis prácticas, comienzo el siguiente semestre en un despacho de abogados nuevo. –me informo dando un sorbo al jugo de uva.
-Me da mucho gusto que por fin encontraras los papeles que necesitabas.
-me estaba volviendo loco.
-¿estabas? –dije entre risas con un toque de sarcasmo. Harry me miró divertido elevando sus cejas, y en segundos una sonrisa desafiante se formo en su rostro. Harry y yo nos levantamos al mismo tiempo y el comenzó a correr detrás de mí, yo trataba de refugiarme tras de uno de los sofás y el estaba frente a mí, intentando atraparme. Corrí hacia su habitación y antes de entrar, sentí sus manos grande tomarme por la cintura, me cargó y me echo sobre su hombro para después aventarme sobre la cama. Se aventó junto a mí, yo trate de escapar, pero fue más rápido y clavo sus dedos a los costados de mí estomago haciéndome cosquillas.
-¡Harry noo! –chillaba entre risas. Se sentó a horcajadas sobre mí, sin apoyar todo su peso. Mis piernas pataleaban debajo de su cuerpo en un intento de liberarme. A pesar de mi ataque de risa podía escuchar a Harry reír igual de fuerte que yo, sus verdes ojos rodeados de arruguitas y casi cerrados de lo grande que era su sonrisa, hoyuelos marcados en cada una de sus mejillas, su cabello alborotado caía sobre su rostro. Y de alguna manera este Harry lucía tan joven, tan hermoso. Una de las tantas facetas de Harry. – ¡Por favor!
-¿estoy loco? –preguntó entre risas sin descuidar su labor en mi estomago.
-si.-grite riéndome. Sus cosquillas aumentando provocando que lágrimas esporádicas resbalaran por mis mejillas de la risa. –arrepiéntete. –río
-¡HAHAHAHA! YAA PARAA, ¡POR FAVOR HARRY! ¡HAHAHA! NO ESTAS LOCO, NO LO ESTAS. –dejó de hacerme cosquillas y respire recuperando el aire. Harry me besó lento, tomándome por la nuca, yo me enderecé recargando mi peso sobre mis brazos. Separo sus labios de los míos y se acostó junto a mí con su cabeza sobre mi estomago.
-me gusta cuando estás aquí.-dijo trazando círculos sobre mi pierna.
-a mí también me gusta estar aquí. –dije pasando mi mano entre su mota de risos. No me había puesto a pensarlo antes, pero estar con el de alguna manera llenaba el vacio de estar lejos de casa. Estar con el era sentirme protegida, me gustaba estar con él, no sentirme sola y evitar que el se sintiera de la misma manera.
Harry cerró sus ojos disfrutando de las caricias que mis dedos brindaban en su cabeza. Sus pestañas largas tocaban sus mejillas y sus labios rosas y carnosos estaban entreabiertos. Pasé mi dedo índice trazando sus perfectos rasgos y el sonrió sin abrir sus ojos. Tomó mi mano y la puso sobre sus labios depositando un beso en ella.
Y en estos momentos todo era maravilloso, y creo que de alguna forma desearía que todo siempre fuera asi. Los dos tranquilos, riendo, conviviendo…
Compartiendo el uno con el otro como Harry y yo, como dos buenos amigos…
HASTA MAÑANA SABADO! NO OLVIDE VOTAR Y COMENTAR!
-STEPH<3