DARK SOUL

• CAPÍTULO: 1

5 de Enero de 2005
               <<TIEMPO ATRÁS>>

—¡¡DANNA TIENES QUE IRTE AHORA!!– gritaba mi padre desde su habitación, desde que llegó mamá empezó la charla con mi padre, han pasado horas desde que comenzaron y nada más escucho gritos, llanto y súplicas. 

—Elliot no me iré entiendes, ¡no me iré sin ti!– ya era suficiente escuchar a mis padres desde la habitación, salí de la cama, fui directo a la puerta de su habitación.

Abrí la puerta lentamente, tratando de localizar a mis padres, hasta que los vi, no era la primera vez que veía a mis padres pelearse, lo que se me hacía extraño era ver a mi padre llorando mientras besaba a mi madre, no escuchaba lo que mi padre le decía, pero al terminar ella rompió en llanto.

Minutos después mi padre se da cuenta de mi presencia al igual que mi madre, sus miradas reflejaban tristeza y sobre todo dolor, el aspecto de mi madre era como si alguien importante hubiera muerto, en cambio mi padre estaba peor que mi madre, se veía roto, como si su vida ya no tenía sentido, sé que esa imagen de él jamás me la borraré de la mente.

Decidí caminar hacia ellos, tenía miedo, mis manos temblaban, mis pasos no eran fuertes, tenía un pequeño dolor en el pecho, sabía que algo malo ocurría, tenían miedo de que nos pasará algo grave.

Ya deja de pensar en estupideces y se hombre.

—Dylan nos vamos– dijo mi madre con decisión– ve a tu habitación y recoge tus cosas.

—¿Qué está pasando?– pregunté.

—Dylan obedece a tu madre– rogó mi padre con irritación.

—No me iré sin que...

—¡¡CARAJO DYLAN HAZ LO QUE TE DICE TU MADRE!!– gritó mi padre interrumpiéndome, mientras mi madre asentía con la cabeza.

La irá pasada por todo mi cuerpo, mis puños ya estaban hechos en mis palmas, mi mandíbula estaba más apretada de lo que pensaba, miré a mi padre por última vez antes de salir de la habitación.

Caminé lo más rápido que podía hacia mi habitación, lo primero que agarré fue una maleta ya de ahí empecé a agarrar ropa, era lo único que necesitaba (ropa interior, camisas, pantalones y zapatos).

Al terminar la maleta fui a la habitación de mis padres, al llegar la tiré al suelo, me molestaba que mis padres se peleaban pero lo que más odiaba era que mi padre me gritara a mí o a mi madre.

—Dylan ¿ya tienes tus cosas listas?– preguntó mi madre saliendo del baño limpiándose sus lágrimas con sus muñecas, asentí.

—Dylan sé que eres maduro y que entenderás lo que pasa...

—Y cómo quieres que entienda lo qué pasa, sino me dices qué sucede, no podré ayudarte– interrumpí a mi padre, mi madre lo miró, sabía que en cierta forma a ella le gustaban mis contestaciones en estos casos.

—Lo sabrás en el camino, tu madre te lo contará, pero quiero que te vayas ahora con ella– se acercó a mí, agarrándose de mi hombro, se agachó para que tuviéramos la misma estatura– Dylan, no nos volveremos a ver hijo– sin decir muchas palabras me dolió lo que me dijo, ¿jamás volver a verlo?

Él era mi padre, mi mejor amigo, él siempre estaba cuando lo necesitaba, sabía que había momentos en los que lo odiaba pero al final él siempre estaba conmigo apoyándome.