Mi nariz olía el aroma natural de Kate, era lo único que me importaba en este momento, tenerla cerca, sin importar si después de esto llegaría mi muerte.
No entendía cómo es qué ella no había llegado a mi vida antes, también, cómo es qué estaba con una chica diferente cada fin de semana, desde que conocí a Kate había borrado todos mis deseos sexuales con otras mujeres que no fuera ella.
Sus manos acariciaban mi cintura, cerré los ojos para sentir mejor su tacto, al saber que la tenía, me hacía sentir vivo, no necesitaba oxígeno ni agua para sobrevivir nada más necesitaba a Kate.
La acercaba más a mi cuerpo, su cintura chocaba poco a poco con la mía, sentí como el pecho de Kate se tensó, eso significaba que ella iba a suspirar o mejor aún gemir.
Sabía que tenía de tranquilizarme, no podía excitarme ahora, ni menos provocar a Kate.
Dylan... ¡¡¡ELLA ES MUJER!!!, ¡A ella no se le para el pene!.
Al parecer Kate también trataba de aprovechar este pequeño momento, podía sentir como su corazón latía a través de su blusa.
Pero como tenía que llegar el fin de este momento, la campana sonó indicando que las clases iban a empezar, apreté el cuerpo de Kate tratado de sacar lo que más podía.
Kate se separó poco, sabía que ella trataba que esto terminara lo más lento, sus brazos acariciaban mi citura al separarse.
Al llegar a totalidad a una distancia que me rompía el corazón, me miró, sus ojos clafes claros me miraban con bastante atención, me recargue de costado en el casillero, todo pasaba en cámara lenta, su mirada se concentrada en mi, su cabello estaba rojizo pero aún tenía su gran toque de castaño.
Sus labios empezaban a dibujar una perfecta sonrisa, sentía cómo al verla me llevaba a otro lugar, no sentía nada que no fuera provocado por ella.
—¿Qué clase te toca ahora?– preguntó recargándose en el casillero de a lado del mío.
—Lógica ¿y tú?.
—Historia Mundial, sabes– se acercó un poco más a mí– tu salón está a lado del mío, podríamos ir juntos.
—Me encanta que lo sepas todo Rata– se alejó de inmediato, su ceño estaba completamente fruncido.
—No vuelvas a llamarme así.
—Le quitas la diversión Rata– puso los ojos en blanco, agarré sus manos atrayéndola un poco más– Rata es mi nena, bebé, no sé, es que no quiero decirte como todos los demás, me encanta que lo nuestro sea original, así que te llamaré Rata o sabes Ratatouille.
—Idiota– levanté las cejas, acerqué mi nariz a su oído, me miraba con bastante atención, al sentir su aliento suspiró – sabes como yo te diré, "Excitador G."
Estallé de la risa al escuchar mi nuevo apodo, pero sabía que tenía razón por llarme así, sería cómico al llamarnos, yo le diría Ratatouille y Kate me llamaría Excitador G.
—Hay que irnos, no quiero que faltes a clase, tú eres la nerd y yo él idiota que te quiere, así que vamos a Historia Mundial, para que tu cerebro se llene de información sobre Hitler, guerra y ... No sé– movía la cabeza mientras ponía también los ojos en blanco.
—Me encanta que sepas que eres un idiota, Excitador– se acercó más a mí, faltaba poco para que su nariz tocara con la mía– ¿entonces eso lo tomo cómo un sí?.
—Deberías de aprender que todo lo que esté relacionado con estar contigo, es un sí – ofrecí mi mano para que ella entrelazara su mano con la mía, su mirada se enfocó en ella, parecía pensativa.
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DARK SOUL
Teen Fiction"Amor y Destino" Eran palabras que O'Brien conocía pero no sabía su significado en realidad, el "amor" era para él mismo, nunca lo conoció y ni quería conocerlo, el "destino" era algo en lo que O'Brien no creía ya que él construía su "destino" p...