CAPÍTULO: 20

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6 Meses después

<<29 DE MARZO DEL 2017>>

Corría sin parar por el pasillo principal de la escuela, mi respiración era un poco entrecortada, tenía que ser rápido, me tocaba Historia Mundial, y no era porque me importara la clase, si no porque tenía esa clase con Kate, era miércoles no la había podido ver en la semana aún que quisiera.

Siempre estaba acupada por sus trabajos y más por el de tutoría, mi vista se quedaba en los letreros de los salones.

Paré al llegar al salón 11, abrí la puerta con fuerza, los alumnos y él maestro se quedaron callados por la entrada que había dado, mis ojos automáticamente buscaron a Kate.

Cómo había pasado antes, la encontré antes de que quisiera, ahí estaba ella, viéndome de la misma forma que yo, la ama, de verdad, mi corazón era suyo, me asombraba las cosas que podía decir o hacer por ella, me pudiera dar diabetes con tan sólo hacerlo.

Habían pasado seis meses desdé que me había dado cuenta de lo que sentía, no habíamos tenido la cita desdé en accidente del coche, también las rozaduras de labios habían desaparecido.

Lo único que había conservado era las entrelazadas de manos con ella, no me importaba tanto, preferiría eso que volver al inició, recordar que ella me odiaba cuándo la había conocido, era estúpido recordar cómo me aferraba a decir que no sentía nada cuándo era todo lo contrario.

Desdé que la había visto de espaldas desdé ese momento me había flechado con ella.

Su sonrisa se hizo más grande, parecía que no había nadie, nada más ella y yo, eso me hacía más vivo, ni si quiera esperé a que él maestro me diera permiso para entrar al salón, cómo era de costumbre en todas las clases que tenía con ella, me senté a su lado.

Agarró mi mano para entrelazarla con ella, la apretó un poco, cuándo él maestro empezó a dar nuevamente la clase me había arrepentido de asistir a ella.

Kate me entrego una nota, la miré levantando una ceja, ella mordía su labio mientras encogía un hombro.

Que sexy es mi chica.

La abrí, trataba de que él profesor no se diera cuenta de la carta, era tan egocéntrico cómo para agarrarla y leerla en voz alta, no quería que Kate pasara por esa vergüenza.

Me sorprende que estés en ésta clase, juraba que no asistirías, ¿qué pasó para que estuvieras en la clase que más odiabas?.

Reí en un pequeño susurro para que no notara de la gracia que me daba su comentario, porque si lo notaba había una gran posibilidad de que me pegara en las bolas, ya que nuestras manos estaban cerca de mi entrepierna.

Agarré un lapicero que tenía y empecé a escribir:

La razón por la que estoy en ésta clase es por ti, Ratatouille, me duele pensar que perdería una de las maneras en las que puedo verte, no dejaría que está mierda de clase impediría que te viera.

DARK SOULDonde viven las historias. Descúbrelo ahora