DARK SOUL

CAPÍTULO: 32

Las suelas de mis tenis tocaban el suelo con un ritmo que era bastante divertido, estaba aquí como un completo estúpido, esperando a que Kate terminara de arreglar su departamento, no me dejaba ayudarla, decía que mi intuición de diseñador de interiores era demasiado mala.

Cyprian y Owen están viendo cómo era que mi desesperación dominaba, una gran parte de mí estaba feliz al notar que todo estaba volviendo poco a poco en su lugar, Kate ya no era tan seria como antes, Owen estaba siendo el mismo idiota que me hacía reír cada minuto, Cyprian estaba perdiéndo la cabeza por Gemma cada día.

En lo que se refiere en mí, casi todo estaba igual, las pesadillas eran lo único que pasaba en mis sueños, él en algunos momentos escuchaba su voz en mi cabeza, mi aspecto físico estaba volviendo a la normalidad, estaba recuperando el peso que había perdido, estaba volviendo a lo que era antes.

—¿Te tirarías a Kate en la cocina mientras preparan algo de comer?– preguntó Owen examinándo mi refrigerador.

Salí de mis pensamientos para ver como Owen estaba comiendo algo mientras movía las cejas de manera graciosa.

—Depende, yo estaría feliz en cualquier lado que lo hiciéramos.

—Sí, se me olvida que tienes una urgencia de pene.

—Por lo menos no me la jalo cada vez que veo el festival de Victoria Secrets– tomé agua mientras notaba como las mejillas de él se ponían rojas.

—No sabes como odio que sepas mis horarios de masturbación.

—¡Dylan!– escuché gritar a Melissa, mis nervios se dispararon al saber que ya era hora de que iniciara todo.

—Hola Mel.

—Más te vale que ésa chica valga la pena para hacer este tipo de cosas de adolescentes.

—Oh señorita Argent, claro que Kate vale la pena, ninguna chica lo había rechazado antes, hasta lo ha golpeado.
Ella es especial.

—Voy a creerle a Owen.

—¿Quieres qué te la presente?– ofrecí ansioso, una gran parte de mí, me decía que era un completo idiota por hacerlo.

—Sí, lo que has hablado todo el día de ella llama mi atención por conocerla.

Asentí riéndo, agarré los hombros con cariño de Melissa, salimos de mi departamento para quedar en frente de el de Kate, podía notar como era que no nada más yo estaba nervioso, también Owen y Melissa. Los dos tenían la misma razón para estar nerviosos, ellos sabían que en gran parte estaba ahí mi felicidad.

Que dejaría por primera vez de sufrir por algo que en realidad no era dolor en si, con Kate podía asegurar que encontraría una estabilidad en ella, en buscarla y verla a los ojos me centraría y todo estaría calmado, tendría el control de mí, y no de él.

Toqué la puerta esperando encontrarme con su hermosa sonrisa, notaba como mis venas de mis manos y brazos se marcaban al ver la gran presión que ponía al tocar. A la quinta vez que toqué la puerta de abrió, noté cómo Melissa dejó de respirar unos minutos al ver a Kate.

—Dylan, tan temprano y molestando.

—Sólo tú eres la única que merece mi forma de molestar, ella es mi tía, se llama Melissa Argent, le hable de ti y quería conocerte personalmente.

—Claro, ¿quién no quería conocer a la chica qué tiene como un gran estúpido a mi sobrino?.

—Sé que es así, pero no sabía qué era por mi culpa– comentó Kate mientras reía.