CAPÍTULO: 15

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Charlotte cerró la puerta de su habitación, se acercó a mí, agarré su cara con una mano mientras con la otra apretaba su trasero, la besé sin piedad, no me importaba si le gustaba.

Notaba como iba a levantar las manos para tocarme, agarré sus manos con bastante fuerza, Charlotte gimió por el dolor.

—No me toques, si quieres que te folle, esa es mi condición, y si no aceptas o lo haces, creeme que me largare ¿entiendes?– dije lo más brusco que pude haber sido, Charlotte asintió.

Se quitó la blusa enseñando sus perfectos pechos operados, la empujé fuerte en contra de la pared, levanté sus piernas enrollándolas en mi cintura para tener mejor altura, mordí su labio inferior sin preocuparme lo que ella sentía, mis manos fueron directo a sus pechos.

Los apretaba, estaban demasiado duros, mi boca bajó a su cuello, haciéndo que ella gimiera, mis manos bajaron para ir a su parte íntima, estaba totalmente mojada, la solté haciendo que su cuerpo cayera totalmente al suelo, no le importó que la soltara, se quitó su falda quedando en ropa interior.

Me quité mi camisa para evitar que ella lo hiciera, Charlotte volvió a acercarse a mi, no me tocó, sus labios devoraban los míos, mis manos apretaron su trasero sin piedad, automáticamente recordé lo que había pasado en el baño con Kate.

Gruñí mientras apretaba más su labio sacando mi enojo, mi respiración era pesada y agitada, me separé de ella de golpe, la tiré a la cama con furia y brusquedad, me coloque sobre su cuerpo mis manos desabrocharon su sostén, para luego ir a su braga, me separé para tirar su ropa interior alguna parte de la habitación, me quité el pantalón quedándome en bóxer, era la única prenda que tenía.

Abrí un condón que estaba en la cartera, mis dedos hicieron el trabajo de abrirlo, al final logré mi objetivo, Charlotte miraba mi erección como si fuera un dulce, mordía su labio.

Charlotte abrió las piernas enseñando completamente su sexo, apreté demasiado la mandíbula al ver que no era con quién quería hacerlo, mis manos fueron directamente a sus labios mayores, las yemas de mis dedos los acariciaban.

Charlotte gemía mientras se tocaba sus pechos, me senté a lado de sus caderas, mis yemas recogían su sexo, me puse encima de su cuerpo, mis músculos de mis brazos se tensaron al sentir todo mi peso en ellos, mi mano izquierda ayudaba a sostenerme, mientras mi mano derecha seguía acariciando su sexo.

Mis piernas ayudaron a mi brazo a sostener mi peso, mi dedo pulgar fue directo a su clítoris, lo apretaba sin importar si le dolía a Charlotte, mi boca fue directo a sus labios, mi lengua recorría la comisura de sus labios, para luego atrapar su labio inferior, metí mi lengua en su garganta, cuándo menos lo sintió entraron dos dedos en ella.

Charlotte gimió en contra de mi boca, mis dedos entraban y salían, al principio era lento pero a la vez duro, al pasar los minutos subieron su velocidad, mi boca dejó los labios de Charlotte para ir directo a su cuello, chupé cada parte de el, ella gemía mientras apretaba las sábanas, mis dedos seguían su trabajo.

—¡Ah!– la escuchaba gemir mientras notaba como le dejaba chupetones en su cuello.

Mientras mis dedos seguían su trabajo mi dedo pulgar volvió a su clítoris, lo apretaba, sentía que faltaba poco para que Charlotte llegara al clímax.

Mi entrepierna pulsaba, pero aún tenía el control, mi mano izquierda dejó de apoyarme para acaridiar su pecho, le daba pequeños apretones, Charlotte gemía cada vez más, mis dedos eran demasiado rápidos, mi dedo pulgar seguí apretando su clítoris con demasiada fuerza.

DARK SOULDonde viven las historias. Descúbrelo ahora