CAPÍTULO: 28

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POV. KATHERINE

—Puedes dejar de dar vueltas, creo que estás dejando un abujero en el hermoso piso de mi casa.

—No, esto no estaría pasando si me hubieras sacado de la casa de Dylan con delicadeza, no como si fueras a secuestrarme, han pasado tres horas y Dylan no regresa.

—Y dices que no te gusta – gruñí volteándolo a ver a los ojos, sentía a la perfección como mi mirada lo incomodaba– oh, espera ya aceptaste que te gusta, pero no entiendo por qué se lo dijiste en griego.

Es cierto, de por si ves que es un idiota y le hablas en otro idioma cómo quieres qué te entienda.

—Porque tengo miedo, en teoría no sé nada de él, me-me duele saber que siempre que tiene ganas, se va con Charlotte.

—¿¡Y creés que para él no es difícil verte todos los días y no besarte!?– escuché por primera vez la voz alta de Owen– ¿Lo qué es verte a los ojos y aguantar las ganas de decirte que te quiere completa, hacerte suya cada vez que están solos?– se acercaba determinante.

Tenía curiosidad, esa curiosidad que te da un poco de miedo pero aun así no le prestas atención, sus ojos eran muy penetrantes azules con un pequeño toque de verde, mi pulso empezó a acelerarse.

Retrocedía hasta que mi cuerpo chocó con la pared, Owen seguía acercándose, su mirada ya no era la misma, eso me asustaba. Qué había pasado con Owen el gracioso, él no era el mismo, tenía que averiguar qué le estaba pasando.

Su cuerpo choco con el mío, sus ojos ardían de un sentimiento que no podía identificar, sus manos fueron al mueble a cada costado de mi cintura, su mandíbula estaba totalmente apretada, notaba como su pecho subía y bajaba con lentitud y peso.

»—Él haría cualquier cosa para ser él chico que está así contigo, poder oler a la perfección su aroma natural de fresas con frutas, ver como tus ojos cafés se aclaran cada vez más cuando estar asustada, como ahora– su mano tocó con timidez mi brazo, cerré los ojos al sentir sus frías manos– sentir tu piel suave como el algodón, notar que tu estilo de maquillaje es completamente al natural, que usas brillo labial cada vez que sales.

—¿Qué te está pasando Owen? – fruncí el ceño al notar su cara más cerca de la mía.

—Es que no soporto ver como dos personas que se aman, no están juntas por estupideces, yo la perdí, ya no es lo mismo desde ella, y lo peor del caso es que eres igual que Ailey, su belleza natural, su actitud rebelde y osadas, me recuerdas tanto a ella– su nariz tocó la mía mientras la acariciaba, su hermosa sonrisa que siempre había conocido no era la que estaba viendo en este momento.

No, me negaba rotundamente a la idea que estaba pasando por mi cabeza, esto no era una historia del amigo enamorado de la chica de su amigo, yo quería a Dylan y sabía que él me quería igual o más a mí, pero Owen no merecía eso, él merecía a una chica que fuera capas de corresponderle.

—Owen yo...

—¡No!, No, para tus ideas clichés Kate, no me gustas, sólo me recuerdas a Ailey, no necesariamente porque me recuerdes a ella significa que me gustas.

La felicidad se expandía por todo mi cuerpo, quería a Dylan, ahora, estar entre sus brazos y no salir nunca, con tan solo pensar en él hacía que mi día fuera mejor, muchas veces mi padre me dijo que eso me pasaría y que si el sentimiento es verdaderamente apasionado no debería de alejarlo nunca.

Y eso es lo que me pasa son él, pero no es fácil, todo se vuelve más complicado cuando quiero saber de él o simplemente cuando llega el momento de expresar lo que siente de verdad.

DARK SOULDonde viven las historias. Descúbrelo ahora