DARK SOUL

CAPÍTULO: 29

—¿¡Qué esperas para decirle!?.

—¿Piensas qué le voy a decir?– el sonido de las balas saliendo de las pistolas eran lo mejor que estaba escuchando el día de hoy.

—Kate, no puedes ocultarle que tuvieron sexo y que se lo hiciste parecer un sueño de una estúpida borrachera, me sentí como una mierda cuando me lo contó, ¿crees qué no he querido decirle que te gusta y que ya tuvieron sexo cuándo lo veo a los ojos?.

Disparé con más frecuencia al escucharlo, ahora entendía que había sido muy mala idea al llamarlo, claro era uno de sus mejores amigos, estaba en el nivel que no soportaba nada, ¿a caso era tan difícil pedir un momento sin preguntas?.

»—Él te quiere.

—¡Ya basta! – tiré la pistola en la mesa, podía notar la sorpresa en sus ojos– Dylan jamás se enterará, Okay, creíste qué lo nuestro puede funcionar, dejame decirte que estabas equivocado– hablaba con toda la furia que tenía en mi cuerpo– ¡Crees qué seguiré queriéndolo cuando me llamó prostituta, no!.

—¿Te dijo eso?– al parecer él estaba sorprendido y enojado.

—Sí, tu querido amigo al parecer es un idiota, dijo que la única diferencia que hay entre Charlotte y yo, es que ella acepta que se ha tirado a todo Beacon Hills y yo no. Empezó a insultarme, yo igual lo hice, cuando sentí que estaba apunto de explotar le comente que se callara o le rompería la mandíbula. No lo hizo, así que cumplí lo que le dije.

—Dame la pistola – me ordenó con sequedad, podía notar la línea marcada en su mandíbula, sin decir lo contrario le entregué la pistola.

La cargó como un profesional, sus movimientos eran muy ágiles, fruncí el ceño al notar que ni si quiera estaba viendo lo que estaba haciéndo, ¿dónde había aprendido eso?.

Sus disparos fueron muy consecutivos, mi cuerpo se tensaba al ver que él cómico Owen había desaparecido, su mirada estaba en el punto de la diana, sus músculos de su brazo están marcados a través de su camisa.

Toda la mierda que acababa de pasar el día de hoy se estaba esfumando, todo parecía que la solución que tenía ahora era dormir y comenzar mañana, eso siempre pasaba. Tal vez era muchas cosas guardadas pero podía seguir con mi vida, no era algo que me lastimaba.

Owen dejó de disparar para concentrarse en otra cosa, más bien el una persona, sí, en mí, poco a poco me sentía nerviosa, su mirada no reflejaba ninguna emoción en realidad. Sus manos estaban hechas puños, parecía que sus dedos estaban pegados en sus palmas, cualquier vena que tenía estaba resaltada en su cuerpo, no importaba el lugar ahí estaba la vena.

»—Tú nunca le vas a decir a ése bastardo que follaron, Katherine, jamás – sus palabras eran duras y pesadas, no era necesario ser psicólogo para saber que estaba ardiendo en furia– él te insulto, estoy completamente decepcionado de él, y si me llego a enterar que le dijiste harás que todo lo valioso que pensaba de ti, se irá a la mierda.

—Okay– cedí con gran nervios, él Owen que conocía había desaparecido.

Pero dentro de todos los sentimientos que tenía ahora mezclados sabía que no había decidido algo a lo estúpido, era la elección correcta.

Jamás iba a decirle a Dylan que me gustaba, ni mucho menos que nos acostamos, sin importar que él me encantara, también eso tenía que terminar.

POV. DYLAN

¿Desde cuándo me volví tan vulnerable al estar drogado?

Todo había sido una mierda desde que los alemanes murieron en mi departamento, todo el piso estaba manchado de sangre, la alucinación de la copia seguía siendo dolorosa y no podía borrarla.