CAPÍTULO: 26

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Abrí los ojos al escuchar con violencia el sonido de un auto, la luz lastiman mi vista sin dejarme ver el lugar en el que estaba, moví el brazo izquierdo buscando el cuerpo de Kate.

Fruncí el ceño al no notarlo, sin importarme si podía dañarme la vista, abrí los ojos, estaba en mi coche alrededor de botellas de cervezas y tequila, mi cabeza me palpitaba con gran potencia, al mirar la luz del sol el dolor de mi cabeza se hacía más intenso.

Empujé las latas de cerveza tratando de buscar mis lentes para evitar más mi dolor de cabeza, al tenerlos puestos el dolor había disminuido dándome satisfacción, estaba enfrente de la casa de Kate.

Al parecer lo que había pasado ayer era nada más que un sueño, no era real, no lo había hecho con Kate, la decepción y un poco de enojo de apoderában de mí en cada minuto.

Pequeña imágenes salían en mi mente pareciendolo más real, su respiración agitada chocando con la mía mientras la penetraba con firmeza, escuchar como mi corazon subía cada vez más su pulso al notar que estaba aumentando más mis movimientos y sentir el cuerpo de Kate desnudo bajo el mío.

Cerré los ojos mientras dejaba caer mi cabeza en el volante lamentando que siempre mi subconsciente hiciera eso conmigo, como que si no fuera suficiente saber que ella ahora me odiaba y que no le importa en absoluto, saber que su sonrisa ya no era para mí, apreté aún más el volante al recordar que su felicidad ya no era algo en lo que ya no estaba incluido.

Mi respiración empezó a ser entrecortada al notar que estaba entrando en estado de llorar, la amaba, aunque me comiera aceptarlo sabía que era mejor amarla de lejos y ver que ella era feliz con otra persona que no fuera alguien como yo.

Busqué  la llave del coche para empezar a conducir quería huir, olvidarme de toda la decepción que tenía en estos momentos, ni si quiera sabía que sentimiento gobernaba en mí, qué era peor de imaginar a la mujer que amas haciéndolo contigo para cuando despiertes te des cuenta que es un sueño.

Arranqué el coche mientras regresé a mirar la casa de Kate, todo parecía como siempre, no estaba su auto eso significaba que había salido, no podía soportar verla a los ojos y no recordar el sueño, imaginarme como sus labios estaban pegados a los míos mientras la hacía mía o simplemente escuchar como gemía mi nombre.

Empecé a conducir sin ningún destino en específico, ya no tenía sentido seguir planeando algo que simplemente ya no estaba hecho para mí.

Me mataba ser realista, siempre, y una de mis realidades más horribles era saber que nunca estaría con Kate teniendo algo de felicidad, sin escuchar nunca de sus labios «Te amo», nunca saber que ella daría su vida por mí.

¿A caso hice mucho daño en el pasado para que el karma esté haciéndome esto? Tal vez era algo bueno para que pagara mi condena, pero Kate, ella era la mujer que me había cambiado de un día para otro sin decidirlo, me había dado una razón para vivir.

Ahora entendía la razón de conocer a Kate, ahora las cosas parecían más realistas desde estos instantes, de verdad tenía que dejarla ir, verla feliz mientras ella estaría con otro hombre que tal vez no la ame tanto como yo.

¡No! ¡Es nuestra Ratatouille! ¡NUESTRA!

Mordí mi lengua conteniendo las ganas de gritar y golpear todo a mi paso, era una total estupidez dejarme ganar por algo que ni si quiera era un impedimento para alejarme de ella. Sí, Kate ahora no me quisiera ver pero había algo en ella que me abría las posibilidades a enamorarla a tener un final feliz.

El sonido de mi teléfono llamó mi atención de inmediato, lo saqué de mi bolsillo del pantalón para aceptar la llamada.

¡Dylan!, tienes que venir a la casa cuanto antes– grito Cyprian a través de la bocina casi dañándome el oído.

DARK SOULDonde viven las historias. Descúbrelo ahora