CAPÍTULO: 22

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POV. DYLAN

Kate estaba profundamente dormida, su reputación era lenta y pesada, la cobija de Owen cubría todo su cuerpo.

Sus manos estaban cubriendo su nariz, sentía un gran alivio en saber que Owen la había cuidado, él estaba en la mesa tomando un poco de café.

Me acerqué a su cuerpo, agarré su mano con timidez, la acaricié sintiendo cómo una corriente helada corría por todo mi cuerpo haciéndome estremecer.

—¿Por qué te acostaste con la Zorra Hills? – preguntó por primera vez Owen llamando mi atención.

Gruñí al recordar ese momento, saber que por ese gran problema la había perdido, había evitado todo este desastre, cerré los ojos con fuerza, era cómo una pesadilla pero que se había convertido en realidad, sabía que cometí un error.

Estaba en la cuerda floja, otro paso en falso y ya no estaría ni en la friendzone, si no en la de odio, y no quería eso, yo la ama, era todo para mí cómo para volver a ser él idiota que estaba esquivando.

—Fue un error, Kate me éxito cuándo estábamos en clase de Historia Mundial, tenía un horrible dolor en el pene, fue todo tan rápido que hizo que perdiera la cabeza en un abrir de ojos, Charlotte entró al cuarto del concerje y fue toda una locura.

—Lo disfrustaste ¿no?.

—Claro que no, lo único que pasó es que lo hice fue por necesidad, pero si fuera con Kate ahí sería porque lo desearía.

—Cómo sea, lo único que digo es que metiste la pata, ¿qué no pudiste regresar a tu adolecencia y masturbarte cómo adolecente con hormonas calientes?.

—No lo había pensado en ese momento, Charlotte llegó casi al mismo momento que yo, cuándo tocó mi pene todo se fue al carajo.

—Besé a la mejor amiga de Kate– abrí los ojos sorprendido al escuchar la noticia, Owen se dejó caer al suelo– es guapa, tiene tetas y culo, pero aún con esa tentación del diablo no estaré con ella, ¡Fuera los clichés!.

Escuchamos un pequeño quejido de la parte de Kate, aún sostenía su mano, sabía que cuándo ella estaría despierta todo se volvería loco, había una gran posibilidad de que me arrogara la primera cosa que viera.

Mi corazón latía cómo un loco, Owen me miraba entretenido, sabía que esto era gracioso para él, pero para mi no, estar contando los minutos para ver que la bomba Kate destruyera todo a su paso.

Quería acostarme a su lado, domir cómo lo había hecho bastantes veces, sentir el calor de su cuerpo, mis manos necesitaban tocarla, habían pasado un día, ¡un día!, desdé que me había mandado a la mierda.

Sabía el error que había cometido, estaría dispuesto a hacer cualquier cosa, pero le tenía miedo, más miedo que el que ahora le tenía, ella era tan impredecible que no sabía si ya no estaba molesta.

Era la una de la tarde, conociendo a Kate podía decir que era lo más tarde que se había quedado dormida.

Empezó a moverse, solté su mano para alejarme un poco de ella, no era muy buena idea estar cerca. Owen estaba esperando a ver su reacción, volteé a mirarla, veía cómo frotaba sus manos en sus ojos para quitar las lagañas que había en ellos.

Abrió los ojos poco a poco, frunció el ceño al darse cuenta de el extraño lugar en el que estaba, sus ojos fueron directo a nosotros, su mirada se encontró con la mía de inmediato, veía el dolor, furia, tristeza.

—¡Buenos días Kate!– gritó Owen haciendo que la cruda de Kate surtiera efecto.

—Ya no hay buenos días, sólo días Owen– sonrió sentándose en la cama– ¿qué fue lo que pasó?.

DARK SOULDonde viven las historias. Descúbrelo ahora